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amparados contra el coronavirus 1Los juegos de mesa devienen atractivo para los menores durante este tiempo de ocio.Las hermanas alisaron sus trenzas, y con el nasobuco ceñido al rostro se sentaron junto a mí, que esperaba en el columpio del patio.

Curiosa, Dianelis, la más pequeña, de inmediato me interroga, quiere averiguar quién soy, qué haré... le explico que soy periodista y ella asiente, parece entender y muy confiada me confiesa cuánto desea volver a la escuela, porque extraña a sus maestras y compañeros de 3ro 4, en el seminternado Elena Fuentes.

Jennifer, la hermana, interrumpe la charla para aclarar que aún no pueden salir “porque hay coronavirus”. Dice que también añora las clases y paseos, sobre todo, las visitas al campamento pioneril de Imías, al parque de diversiones y al cementerio Santa Ifigenia, de Santiago de Cuba.

Hace una pausa, y pregunta: ¿usted sabe lo que vimos allí? ¡Donde está “enterrado” Fidel! En una piedra inmensa con su nombre en letras doradas, afirma emocionada.

Agrega que ahora no salen a ningún lugar para evitar contagiarse con la COVID-19, por eso se lavan con mayor frecuencia las manos y deben ponerse las mascarillas, que son un poco molestas -apunta- pero necesarias, según "las tías".

Dianelis vuelve a tomar el hilo de la conversación, y comenta que en este tiempo se la pasan jugando en la computadora o con barajas; practican voleibol con el profe de Educación Física que viene todos los días y ven las teleclases, porque esas no pueden faltar, añade la infante, mientras me pregunta si deseo ver cómo resolvió las últimas tareas que le dejó la seño de la TV.

Dianelis y Jennifer lucen alegres, ¿y cómo no estarlo? si junto a otros 10 pequeños, con quienes conviven en el Hogar para Niños sin Amparo Familiar, ubicado en el reparto Rubén López Sabariego, de la ciudad de Guantánamo están, con certeza, protegidos de cualquier peligro, sobre todo, de aquel derivado de la actual contingencia epidemiológica.

Una Casa de cuidados

amparados contra el coronavirus 2Las enfermeras mantienen extrema vigilancia de la salud de los pequeños.Desde que se decretaron en el país las primeras medidas para el enfrentamiento a la COVId-19, la institución guantanamera inició la confección de nasobucos para cada miembro de "la familia"; reorganizaron las habitaciones y el comedor, para lograr el distanciamiento requerido y distribuyeron los turnos de trabajo, de tal forma, solo permanecen 24 horas las educadoras junto con una enfermera, y se reduce el personal de trabajo para garantizar la seguridad, explica Nerlenis Ruiz Martínez, directora del recinto.

Añade que son priorizadas en el Hogar las teleclases, como continuidad a las tareas docentes, por eso se conformaron horarios internos en función de la parrilla de programación, ya que tienen estudiantes de primaria, secundaria básica, preuniversitario, escuela de oficio y niños con discapacidad intelectual. Siempre los acompaña una trabajadora.

Pero mantenerlos en casa, para cumplir con el aislamiento social, ha sido lo más difícil, por eso diseñaron un plan de actividades para los 12 pequeños, reforzado ahora con la inclusión al equipo de un miembro del sector del Deporte.

"El profe deportivo organiza juegos tradicionales y de participación, mientras dos asistentes educativas del seminternado Elena Fuentes apoyan con la realización de talleres de manualidades, pintura y lecturas. Incrementamos el tiempo de máquina y el acceso a Internet, además proyectamos películas y series, explica Ruiz Martínez.

Siempre se mantiene la vigilancia a la salud de los menores. Cuatro enfermeras garantizan diariamente las pesquisas a los niños y a todos los que trabajan con ellos, el control de la temperatura, la adecuada alimentación, y en esta etapa de contingencia epidemiológica exigen el cumplimiento de las medidas higiénico –sanitarias.

Así lo confirma Pascuala Luis Ramírez, del area de Enfermería, quien destaca que disponen de los recursos necesarios para cuidar a los infantes, sin que tengan que salir, a no ser por alguna urgencia. No obstante, se mantienen estrechos vínculos con todas las instituciones de Salud del territorio para garantizar la atención prioritaria ante cualquier situación.

Detalla que desde el inicio de la pandemia realizaron audiencias sanitarias para que los pequeños conocieran las medidas para enfrentar al nuevo coronavirus,amparados contra el coronavirus 3Nerlenis Ruiz reconoce la consagración de los trabajadores y los factores de la comunidad para proteger a los infantes del contagio de la COVID-19. enseñaron el lavado de las manos, la importancia de evitar tocarse ojos, boca, nariz y disminuir el contacto directo.

“Hoy los infantes se corrigen unos a otros cuando cometen errores, creo que entienden mejor que los mayores los riesgos de caer enfermos”, significa Luis Ramírez.

Vale destacar el apoyo que la comunidad brinda a la entidad. Guillermo Díaz Torres, presidente del Consejo Popular Rubén López Sabariego, asevera que las organizaciones de masas siempre indagan en el estado de salud de los residentes, y buscan la forma de ayudar con recursos humanos y materiales a la institución, porque en estos tiempos difíciles la solidaridad entre vecinos es primordial para vencer y sobrevivir juntos.

Protección Fiscal

Moraima Velázquez Romero, fiscal jefa provincial de la Fiscalía General de la República (FGR) reconoce que el control a los Hogares para Niños sin Amparo Familiar forma parte de los objetivos de trabajo de ese órgano, para la protección integral a los menores de edad.

Subraya que trimestralmente o cada mes visitan los locales donde se examinan la documentación y los expedientes sociales, y se orienta a los directores en los trámites legales que deben realizar.

“En esta etapa, Guantánamo fue de las primeras provincias que expuso la necesidad de evaluar de conjunto con el Ministerio del Interior y Educación las medidas de seguridad y protección en estas instituciones", informa la fiscal jefa.

“Ahora estamos en una segunda etapa, porque aunque la provincia no registra casos confirmados hace más de un mes, las medidas continúan y en estos centros tampoco podemos confiarnos. Es la única forma de reducir vulnerabilidades como nos piden las autoridades sanitarias", añade la entrevistada.

De modo general, reconoce que las evaluaciones muestran resultados satisfactorios, los dos centros de ese tipo que existen en la provincia son un reflejo genuino del lugar que ocupa para el Gobierno cubano el cuidado y protección de sus niños.