Inés María Planche conversa acerca de su membresía en organizaciones fraternales y como representante electa por el pueblo para los órganos locales de gobierno y la máxima instancia en el país. En la foto, durante la más reciente sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular. En estos días de intensas lluvias esta mujer volvió a potenciar sus valores como líder comunitaria.
Difícil es para una persona externa a su diverso entorno precisar cómo logra esa empatía.
A Inés Planche Martínez pude haberla encontrado por primera vez en su función laboral de secretaria docente y profesora de Matemáticas en la escuela pedagógica José Marcelino Maceo Grajales, de la ciudad de Guantánamo.
O tal vez en la localidad, fungiendo como delegada del Poder Popular, electa por los vecinos de la circunscripción 43 del Consejo Popular Pastorita, o durante los encuentros con los electores del municipio de Guantánamo por donde es diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Con valores
“Antes de todo eso, por más de 20 años he sido integrante de tres asociaciones fraternales en la ciudad: Mecánicos, Pescadores y Caballeros de La Luz”, explica, a propósito de realizarse el último octubre el mes de acercamiento fraternal establecido por estas organizaciones en la sociedad civil guantanamera.
Para movilizar a muchos para el bien común desde sus diferentes funciones, Inés María confiesa valerse de la solidaridad entre los hermanos de su congregación. “Electores míos son hermanas y hermanos que ayudan a ancianos y enfermos solos en sus hogares en el enfrentamiento a la COVID-19”, declara.
Explica que, internamente y cumpliendo las medidas sanitarias, las logias y cámaras femeninas de las diferentes órdenes transmitieron mensajes de amor, amistad y unidad en visitas mutuas. “Queremos que sea todo el año, no solo el mes señalado, y se extienda a otras fraternidades”, declara.
“Hacemos que se respire amor y caridad entre personas de bien, entre hijos, padres, hermanos, vecinos, compañeros de trabajo…, que seamos a la vez cumplidores y veladores de valores éticos y morales en las relaciones humanas”, expone.
Enseñanzas
Esa misma visión conocida por ella en el ámbito fraternal, Inés María la asume de manera ampliada como delegada de base, refiere. “Así asumo los planteamientos de mis mil 235 electores para darles tratamiento y gestionar las respuestas y soluciones: con amor y solidaridad”, exterioriza.
“La relación diaria y cercana con el pueblo me aporta como persona y en lo familiar, de manera que no puedo desligar mi formación y desarrollo como miembro de las logias fraternales de mi condición de representante elegida para ejercer gobierno en mi circunscripción, como integrante de la Asamblea Municipal del Poder Popular y como diputada en el Parlamento”.
El actual es el segundo mandato de Inés María como delegada, y el primero como diputada. “En Guantánamo fui primero la única fraternal delegada y ahora la única diputada con esa membresía, lo cual es un compromiso doble en cada caso, con mis hermanos de logias y con mis electores.
“Es para mí una distinción, un orgullo y una gran responsabilidad”, concluye la hermana diputada.