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Luis TudelaLos sitios históricos, tarjas y monumentos de la zona Sur de la ciudad de Guantánamo son más reconocidos, atendidos y manejados en los últimos 25 años, gracias en mucho a la gestión de Luis Enrique Tudela Catá.

Tal es el criterio de la dirección de la Unión de Historiadores de Cuba (Unhic), autoridades y diversas personalidades del territorio, así como de comunes pobladores de la zona, relacionados con el patrimonio del acontecer pasado y protectores de sus signos.

Cuando la ciudad arriba este diciembre a los 150 años del otorgamiento del título de Villa, es obligado el diálogo con este promotor voluntario de la historia de su comunidad, en su hogar numerado con el 1413, en la calle San Gregorio entre 4 y 5 Sur.

Comienza Tudela por precisar que Prudencio Martínez Hechavarría es el nombre oficial de esa calle, así designada en honor al jefe mambí guantanamero; al igual que la contigua, llamada Cuartel, es Regino E. Boti por el poeta, en cuya esquina a 4 Sur se creó un pequeño parque que igualmente se le dedica.

Tudela es oficialmente el historiador del Consejo Popular Sur-Isleta, desde que hace un cuarto de siglo prendió aquí este movimiento (cuál movimiento?) promovido por la Unhic, y su nombre resalta en acciones concretas.

El remozamiento y vínculo de tarjas, monumentos y otras señalizaciones y proyectos con escuelas y centros de trabajo de la zona, tienen la atención directa de este hombre de 82 años, jubilado desde hace 20 como trabajador de Deportes.

Conocimiento lúcido y detallado, vehemencia, simpatía y locuacidad resaltan en la conversación de quien aprecia, particularmente, su ascendencia de patriotas guantanameros combatientes por la independencia cubana.

También es uno de los fundadores del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Índer), y de los órganos locales de gobierno, desde 1976, pues fue delegado de base del Poder Popular, hasta llegar a presidente del Consejo Popular, y delegado provincial en anteriores mandatos.

Una vida, una historia

Soy nieto del teniente coronel del Ejército Libertador Vicente Tudela García. Junto a sus hermanos, el coronel Enrique -como jefe de la acción-, el mayor Francisco y otros patriotas atacaron y tomaron el fuerte español de Morrillo Chico, el 24 de febrero de 1895. Fue la primera acción bélica victoriosa de la Guerra Necesaria.

Mi cumpleaños coincide, por otra parte, con una fecha histórica: 23 de agosto, día de la creación de la Federación de Mujeres Cubanas. Yo nací en 1938.

Trabajando en el Índer organicé las secciones de Historia del Deporte en los municipios y la provincia. Durante 25 años, hasta mi jubilación, dirigí el Centro de Documentación e Información del Índer a este nivel; publiqué diversos artículos sobre el tema, y promoví dicho asunto.

Vinculé siempre la historia con mis funciones como profesor de Educación Física, graduado en 1975, y Licenciado en Cultura Física y Deporte en 1991. Hice lo mismo en el Poder Popular, fungiendo como presidente de comisiones permanentes de trabajos de las Asambleas en el municipio y la provincia.

Ya jubilado y sin ser delegado, continué el trabajo político con las masas, que había iniciado desde 1976 con la creación del Consejo voluntario deportivo comunitario en mi circunscripción 43, iniciativa que se extendió al país. En esa labor participan personalidades, glorias deportivas, jubilados, representantes de las organizaciones de la sociedad… Eso me valió diversos estímulos.

Útiles fijos para el grupo

Dentro de ese trabajo están los sitios históricos, placas y monumentos que los recuerdan; son referencias para la comunidad y junto a ellos se realizan los actos más importantes, son premiados los resultados escolares de niños, deportivos de los atletas, laborales de trabajadores de diferentes sectores, se rememoran las efemérides…

Tenemos, por ejemplo, en el camino de Isleta, el monumento que recuerda la fundación de la primera célula del Partido Comunista de Cuba en Guantánamo, el 11 de febrero de 1931. Llegó a estar casi perdido en el monte. Con la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC) y otros organismos y organizaciones logramos el mantenimiento, pintura, cercado, asta para bandera, desyerbado… Se recuperó y es una referencia.

Pudo reinaugurarse la señalización del sitio donde cayeron en combate, el 25 de septiembre de 1958, Luis Rustán Rodríguez, ascendido póstumamente a teniente del Ejército Rebelde, y Ángel Walfrido Villalón.

La señal había desaparecido en el movimiento de tierra para los grupos electrógenos, a un kilómetro de la circunvalación Sur, frente al paradero ferroviario de Nicaragua. Elaboramos y distribuimos la síntesis biográfica de Rustán en la escuela que lleva su nombre y la Cooperativa local de Crédito y Servicios agropecuaria, encargados de atender la nueva tarja instalada.

Cada 8 de marzo recordamos con un acto comunitario, en la calle Calixto García, junto al busto de Alfonso Toledano Soa, su fallecimiento (fallecimiento de quién?) en esa fecha de 1895, como primer mambí de la Guerra de Independencia caído en combate.

Necesita más atención, por Patrimonio de Cultura y la comisión municipal de Monumentos, el existente en 11 Sur entre Máximo Gómez y Luz Caballero, dedicado al mártir revolucionario Omar Ranedo Pubillones, caído en acción en esa zona el 18 de febrero de 1958. La obra conmemorativa tiene más de 40 años y con ella se vinculan en actos la ACRC y los Comités de Defensa de la Revolución.

Deseamos señalizar con una tarja el lugar de la calle Pedro A. Pérez entre 5 y 6 Sur, donde nació, el 19 de noviembre de 1932, y vivió Rafael Orejón Forment, recordado mártir revolucionario, caído en acción en Nicaro, actual provincia de Holguín, el 23 de diciembre de 1957.

Muchos desconocen -pues carece de visualización adecuada- que La Pulsiana, una finca que perteneció a Pedro A. Pérez, el mayor general del Ejército Libertador y la más célebre figura histórica del terruño, se encuentra en el entorno de la sede de la CCS Luis Rustán, en Sur-Isleta.

Existen muchos otros sitios históricos, señalados y por señalizar, en ese Consejo Popular y otros. Hacerlo permite localizar y emplear estos relatos no solo en las efemérides correspondientes, sino para la labor político ideológica comunitaria permanente de formación patriótica y cívica de las nuevas generaciones.

Estas marcas, sustentadas por investigaciones que hemos hecho en el terreno, dan fe de que continuamos viviendo, más allá del tiempo transcurrido, estrechamente unidos y agradecidos con personas y acontecimientos del propio barrio, de significación para la historia nacional y local, a los cuales debemos recordar y reverenciar en nuestra vida diaria.