Negro Méndez.En Palenque de Yateras, allá por el centro del poblado, en la calle A, justo frente a la sede municipal del Partido Comunista de Cuba, vive Hílder Méndez Rodríguez, un hombre que ha hecho del patio y los derredores de su vivienda una suerte de minifinca agropecuaria para el autoconsumo, principalmente.
Negro, como le conocen popularmente, lleva más de 30 años cultivando el pedacito de tierra que le circunda: platanales, plantas medicinales, ornamentales, especias, hortalizas, calabazas… crecen en distintos rincones, como ejemplo de cuánto podemos hacer en nuestras moradas para contribuir a la necesaria soberanía alimentaria.
Solo tiene unas parcelas, pero muy bien organizadas: primero, lechuga, ajo porro, cebollín, col ubicados en canteros rústicos (hechos de piedras y troncos de palma) delante de la casa; al lado, el sembradío de malanga, plátano… les siguen el área de cría de conejos (cada vez son más los yateranos que apuestan por la cunicultura) y, al final, tiene los corrales con cerdos y gallinas.
“De aquí comemos todos, y por eso el núcleo entero (compuesto por la esposa, Hílder y el hijo) es también responsable del cuidado y mantenimiento de la producción; siempre en horarios extra porque los tres trabajamos, pero cuando se quiere se puede”, afirma Méndez Rodríguez, y eso nadie lo puede negar, basta ser buen observador.
Hílder lleva la agricultura en la sangre, desde que salió de la tierra natal allá en el Valle de Caujerí, en San Antonio del Sur… sembrar ha sido parte imprescindible de su vida, de hecho, actualmente trabaja como jardinero en la sede del Partido local, así se mantiene activo laboralmente durante la vejez y hace lo que más ama mientras cuida de la familia.
“Yo todo lo gestiono: hago semilleros, uso los desechos de los animales para abono natural, tengo regaderas y a mano distribuyo el agua. Ahora recibimos ayuda de la granja urbana y así garantizamos más cultivos; hemos llegado a sacar hasta 30 coles, que no son solo para nosotros, también donamos a la cocina del Círculo Infantil, el Hogar Materno, y otras instituciones cercanas”, detalla el entrevistado.
El Patio de Negro Méndez ha sido reconocido, en más de una ocasión, por representar la vanguardia del Movimiento de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar del municipio, pues además de producir, este yaterano se ha dedicado a incentivar y sensibilizar a los vecinos y trabajadores de organismos estatales circundantes sobre la necesidad de aprovechar las áreas disponibles en beneficio propio y también del entorno.
Negro ronda los 70 de edad, pero mientras tenga vitalidad dice que permanecerá pegado al surco o movilizado para la recogida de café, cada vez que lo llamen. Él tiene la voluntad para impulsar la economía familiar y, de paso, la del país. Personas como él marcan la diferencia, desde un simple patio en Yateras, y junto a los más de 600 que hay en esa zona de la montaña, demuestran que cuando el hombre sirve, la tierra también.