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COVID 19Desde aquel domingo 29 de marzo, Guantánamo no fue el mismo. La confirmación del primer caso positivo a la COVID-19 nos puso a todos en vilo, la noticia era la más debatida a vox populi: la pandemia había llegado.

Sabíamos del peligro, los medios de comunicación tradicionales, las redes sociales, las páginas de Internet… hablaban de la enfermedad, de su alto nivel de infección, de los fallecidos, de la responsabilidad individual como única protección ante el colapso de sistemas de Salud de países del primer mundo, sin embargo, acá en nuestros valles y montañas nos sentíamos a salvo, de hecho todavía hay quienes se creen invulnerables al nuevo coronavirus.

Por fortuna, y por obra de una Revolución con más de 60 años, el sistema de Salud estaba listo para actuar ante cualquier sospecha del patógeno. Había experiencia en situaciones similares, pero lo que se avecinaba era muy distinto.

Según Roílder Romero Frómeta, director provincial de Salud, el primer paso trascendental en el territorio fue la selección de un grupo técnico asesor con cuadros y expertos que se prepararon en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, el cual, además de socializar lo aprendido, suministraba información al equipo técnico para trazar las políticas locales.

Sin desesperos ni improvisaciones, el Alto Oriente apostó por la misión fundamental de todos los profesionales de batas blancas en Cuba: preservar la vida y controlar el contagio, mediante la vigilancia epidemiológica en centros hospitalarios y asistenciales, en barrios, puntos de arribo de pasajeros a la provincia, aeropuertos y las terminales de ómnibus y ferrocarriles.

La lucha de todos

Vs COVID 19 Gtmo 1Actualmente se vigilan 33 controles de focos resultantes de viajeros o contactos de estos. Los cuadrantes donde residen los positivos tienen limitación de movimiento en tanto llegan los PCR negativos.“La reorganización del sector de la Salud, la información oportuna, el reforzamiento de los equipos médicos y de vigilancia, las alianzas con las organizaciones políticas y de masas, las audiencias sanitarias en centros laborales y estudiantiles, cuadras, barrios y asentamientos poblacionales rurales, formaron parte de la primera línea contra el enemigo biológico”, afirma Yenis Betancourt, especialista en Comunicación del Sectorial de Salud.

Cuando se declaró la transmisión autóctona en el país, ya se hacían pesquisas activas en busca de síntomas epidemiológicos en las casas. Luego, se estratificó la población a pesquisar en grupos de mayor riesgo, dígase enfermedades crónicas no transmisibles y crónicas con discapacidades, padecimientos pulmonares obstructivos, asma, embarazadas...

Al conocerse el primer caso, la medida más inmediata fue reducir la actividad en instalaciones asistenciales, suspender las cirugías electivas, no así las emergentes, y acercar las consultas especializadas a la atención primaria. ¡Había que evitar aglomeraciones! En la montaña, incluso se visitaron los más intrincados parajes para diagnosticar afecciones respiratorias como parte de las acciones de prevención para reducir vulnerabilidades.

Hasta el propio Hospital General Docente Dr. Agostinho Neto cambió sus rutinas diarias y estructura, al crear un Cuerpo de Guardia para personas con síntomas respiratorios y dos salas para esos casos. Mientras en los 22 policlínicos de la provincia se habilitaron áreas específicas para atender las infecciones respiratorias, así como en el Puesto Médico de la Región Militar, el Hospital Pediátrico, Psiquiátrico y en las instituciones sociales, Hogares Maternos, de ancianos, centros psicopedagógicos…

Todos los territorios se activaron, la enfermedad había tocado las puertas de la ciudad de Guantánamo, Baracoa, Imías, Maisí, Manuel Tames, Caimanera y El Salvador, estaba presente en siete de los 10 municipios.

¡Ay!… los viajeros

El principal frente de combate al SARS-CoV-2 siempre ha sido el control a los viajeros. Más de 10 centros para la vigilancia epidemiológica, capaces de albergar aVs COVID 19 Gtmo 2Se reactivaron los puntos de control donde se realiza la encuesta epidemiológica y toma de temperatura para descartar sospechas. unas mil 500 personas, se activaron para aislar durante 15 días a quienes ingresaran al territorio. Igualmente se creó un Centro de Clasificación en la Escuela de Integración Deportiva Rafael Freyre, para chequear a los viajeros sospechosos y descartar cualquier peligro.

Las medidas también servirían para garantizar el aislamiento preventivo a los más siete mil guantanameros residentes que permanecían fuera del país.

María Esmera Pascual Armiñán, jefa de sección del control sanitario internacional, resalta al respecto la importancia del seguimiento a todos los llegados del exterior, incluso los extranjeros en casas de alquiler y hoteles.

“Es la mejor forma de evitar la intrusión de enfermedades no endémicas o exóticas a nuestra casa. Gracias a ese exhaustivo trabajo se detectaron 66 casos con fuente de infección foránea o importados, de Venezuela, México, EUA, Jamaica, Haití, España, Bahamas, Francia, Bélgica, Holanda, Brasil, Surinam, Rusia…”, señaló Pascual Armiñán.

Otro frente decisivo ha sido la vigilancia a las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) con las pesquisas activas con apoyo de otros sectores y de los estudiantes de las Ciencias Médicas, y la atención diferenciada a los ancianos que viven solos y a los deambulantes, para mantener protegidos a esos grupos vulnerables.

“Sin embargo, este año la incidencia de las IRA han sido bastante bajas, el temor a la COVID-19 ha hecho que las personas se cuiden y acudan al médico, pero igual la percepción de riesgo aún es muy poca, sobre todo, sabiendo que las afecciones respiratorias están entre la 5ta o 6ta causa de muerte acá”, aclara la doctora Marjoris Mengana González, responsable del Programa de IRA y tuberculosis.

El camino a la normalidad

Vs COVID 19 Gtmo 3La investigación seroprevalencia (presencia de anticuerpos) y prevalencia de la COVID-19 permitió estimar el alcance del virus. En la batalla contra el patógeno el personal médico guantanamero fue de los primeros en prestar ayuda a territorios como La Habana y Santiago de Cuba, e incluso salir a apoyar a otros países (Italia, Barbados, México…)

También se sumó a la investigación para el análisis de la seroprevalencia (presencia de anticuerpos) y prevalencia de la COVID-19 en la población, en respuesta a recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El resultado final fue favorable, pero aún así el territorio se mantiene alerta, sobre todo, cuando por los rebrotes del virus ya superamos los 140 casos, sin olvidar el saldo lamentable de un fallecido.

El elemento que más incide en la complicación del panorama actual ha sido la irresponsabilidad de viajeros, quienes pese al constante llamado al cumplimiento de las medidas higiénicas y de protección, violan lo establecido poniendo en riesgo la propia vida, la de sus familiares, amigos y otros muchos colaterales, frente a lo cual han existido brechas de vigilancia, seguimiento en los barrios, exigencia, y control popular.

Ciertamente el sistema de Salud aún debe perfeccionar muchos de sus protocolos internos para evitar grietas que lleven a situaciones como la gestada recientemente en el Hospital General Docente, pero también hoy se requiere como nunca antes del apoyo de los ciudadanos a ese abnegado ejército de batas blancas.