Los constructores guantanameros erigen obras y no solo de cemento, bloques y arena. Además de cumplir sus principales misiones impulsan la producción agropecuaria para lograr el autoabastecimiento alimentario de los trabajadores.
Unas 60 hectáreas conforman el área dedicada por la Empresa de la Construcción a los cultivos varios en sus unidades básicas y una finca ubicada en Cayamo, a lo que suman la crianza de animales.
El reto fue asumido por el colectivo luego de la exhortación de la máxima dirección del país a explotar las potencialidades y reservas existentes en cada lugar para incrementar la producción de alimentos tras el recrudecimiento del cerco imperial y las complejidades generadas por la COVID -19.
"La respuesta de los colectivos fue inmediata. Ocupamos patios y jardines aprovechando el conocimiento de muchos trabajadores y nuestra maquinaria en la preparación de tierra", explicó el arquitecto Yusif Borot Jiménez, director de la Empresa Constructora Integral de Guantánamo.
"Tras pocos meses de intenso bregar muchos de los más de mil 700 trabajadores albergados en Maisí, Baracoa, Santiago de Cuba y de nuestras unidades se alimentan con parte de las producciones cultivadas por nosotros mismos", apuntó.
Vitrina expositiva
En la UEB de Atención a Trabajadores las áreas están completamente cultivadas.La Unidad Empresarial de Base (UEB) de Atención a Trabajadores, ubicada en la carretera de Jamaica, debe convertirse en vitrina expositiva de la entidad y que, a la vez, sirva para capacitar a obreros de las restantes unidades y generalizar las mejores prácticas.
Allí los patios y jardines están completamente cubiertos con diversos cultivos.
La técnico medio en Agronomía Mileidis Saínz Columbié, contratada para atender la agricultura en la empresa, comentó a pie de surco que al incorporarse a la entidad, meses atrás, algunas áreas estaban sembradas de espinaca, pepino, calabaza y boniato, por lo que se dedicó a dar cultura a esos cultivos.
"Luego sembramos verduras y condimentos en la mayoría de las jardineras", explicó mostrando hermosos canteros de perejil en uno de estos espacios.
Remarcó que lo hecho ha requerido del esfuerzo e ingenio del colectivo y del aprovechamiento de recursos propios de la localidad como la cachaza del central, estiércol vacuno y otras materias orgánicas que ayudan a mejorar los suelos y favorecen a los cultivos.
"Empezamos por esta UEB porque es la cara de la empresa, pero cuando aquí todo se encuentre listo pasaremos a las restantes unidades y la finca, en Cayamo, sembrada de plátanos burro y pelipita, yuca y vegetales, además de caña para los animales", apuntó.
El director de la referida UEB, Raciel Sánchez Navarro, explicó que está en construcción la nave para conejos con capacidad para 200 reproductoras. "Tenemos las jaulas, el equipamiento necesario y los pies de crías para multiplicarlos y repartir al resto de las unidades", comentó.
La citada instalación, rectora de la actividad agropecuaria en la empresa, también cuenta con un pequeño número de pavos, patos, gallinas de güinea, puercas reproductoras y más de 200 cerdos en ceba para el autoconsumo de los trabajadores.
Pedro Taureaux Allarde, jubilado que hace cinco años regresó a la empresa y se vinculó a las labores agrícolas, manifestó sentir amor por el nuevo empleo. "EstoyLas jardineras se transforman en canteros de verduras y condimentos. feliz de poder aportar mi granito de arena en la producción de alimentos, tarea priorizada por el país, y ganar mi dinerito", expresó tras un alto en las labores en un campo de boniatos listo para ser cosechado.
Como quienes se esfuerzan generalmente reciben su recompensa, los trabajadores agradecen el cambio experimentado en los comedores obreros donde se ofertan varios productos cultivados por ellos.
Lazara Soraida Casamor Castillo e Irma Vizcay Pérez, de la referida UEB, aseguraron que la alimentación ha mejorado con la incorporación al menú de habichuela, berenjena, espinaca, pepino, carne de cerdo, entre otros renglones.
En opinión de Casamor Castillo, secretaria de la sección sindical, hay que mantener la participación en las labores agrícolas para que aumente la producción de alimentos y las ofertas a los trabajadores.
La incursión de los constructores guantanameros en la producción de alimentos, incipiente aún, constituye otro paso en el propósito de la empresa de liberar al Estado de la pesada carga que representa asegurar mensualmente el suministro de esos recursos.
Todavía lejos de satisfacer las necesidades territoriales, la Empresa Constructora Integral de Guantánamo cumplió los programas de vivienda, viales, inversiones..., con lo cual contribuyó a impulsar el desarrollo económico y social de la provincia más oriental de Cuba.
Tal respuesta en un 2020 difícil, marcado por el endurecimiento del bloqueo imperial, la COVID-19 y los fenómenos atmosféricos, debe servir de acicate para hacer de este 2021 un año de mejores resultados.