La provincia de Guantánamo reportó al cierre de ayer 16 casos positivos a la COVID-19, la más baja cifra de confirmados en los últimos días, según se dio a conocer en la conferencia de prensa del Ministerio de salud Pública correspondiente a este 9 de febrero de 2021.
El doctor Francisco Durán García, director Nacional de Epidemiología, informó que ayer se procesaron 19 mil 322 muestras para PCR en tiempo real, de las cuales mil 160 pertenecieron a guantanameros. Los pacientes del Alto Oriente cubano diagnosticados en esta jornada provienen de los municipios Caimanera (2) y Guantánamo (14), todos contactos de portadores del nuevo coronavirus detectados con anterioridad.
Durán insistió en que la disminución de positivos en el día, no debe ser motivo de confianza, sobre todo cuando se mantiene nuestro territorio con una alta tasa de incidencia de la enfermedad, 252.36 casos por cada 100 mil habitantes en los últimos 15 días, superado hoy solamente por La Habana. Además el municipio cabecera sigue encabezando la lista de zonas en alarma por el incremento de contagios y focos activos.
El especialista de epidemiología llamó la atención sobre el aumento de los enfermos en edades pediátricas nacionalmente, pues ya se reportan dos infantes (de 15 y 5 años) graves, y ello solo demuestra que la familia debe jugar un rol más activo en la prevención contra el nuevo coronavirus.
De Guantánamo, por el momento continúan en terapia intensiva un ciudadano de 48 años en estado de grave y cuatro críticos, que si bien permanecen estables constituyen motivo de desvelo para los especialistas de la Salud que apuestan por lograr su recuperación y evitar más fallecimientos, en especial cuando ya suman siete las víctimas de la pandemia en la provincia.
Al cierre de la conferencia, Durán García explicó que como se había pronosticado febrero continúa con un crecimiento de infectados, 6 mil 472 pacientes en ocho días, sin embargo se trabaja para, a fines de este mes, comenzar un periodo de descenso de confirmados. Corresponde a la población contribuir con disciplina en esta batalla por la vida, sobre todo ahora que fruto del esfuerzo estatal cada vez es mayor la capacidad de diagnóstico del virus, una punto clave para el control de la epidemia.