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Hacer producir la tierra en el árido suelo de la llanura de Imías puede ser una utopía para muchos. El intenso sol, la escasez de agua y otras condiciones adversas constituyen obstáculos que debe desafiar quien decida apostar por la agricultura en esta zona de Cuba.

Sin embargo, en Yacabo Abajo, el usufructuario Orisen Gaínza Pelegrín ha logrado imponerse a esas dificultades con trabajo, ingenio y tenacidad. Allí mantiene reverdecidas cerca de dos hectáreas (ha) (antes ociosas) con plantaciones de maíz, calabaza, tomate, ají y cebolla. Polo, como lo conocen popularmente sus vecinos, constituye un ejemplo de que si el hombre sirve, la tierra sirve.

“Limpié toda el área, que estaba llena de matorrales y palmas canas. Luego la aboné y sembré. Desde el pozo de un vecino traía el agua para regar, pero necesitaba almacenarla más cerca de los sembrados. Entonces decidí construir una cisterna artesanal y tras cuatro meses rompiendo piedras logré terminarla”, dice mientras señala la ubicación del estanque, justo en la cima de una de las laderas que rodean su parcela.

Imías riego agrícola 1Gracias al novedoso sistema de regadío, en Yacabo Abajo y Pozanco se cosechan hortalizas como tomate, pepino y col.

Por las contribuciones al programa de autoabastecimiento municipal la finca de Polo es referente de la agricultura en Imías. Él fue uno de los 25 productores beneficiados con la entrega de sistemas de riego por goteo, otorgados por la Empresa municipal Agroforestal para impulsar el desarrollo del sector.

“La instalación de la red para riego ha sido lo mejor para mí, solo debo llenar la cisterna y en la noche abrir la llave que conduce el agua por gravedad al campo. Mi sistema es por goteo, lo que significa aprovechamiento total del agua”, explica Gaínza Pelegrín.

Afirma que el novedoso método le ha permitido incrementar sus aportes, pues en los últimos meses entregó a Acopio tres toneladas de ají, además de tomate, frijol y col. Este campesino fue de los pocos que logró cosechar la col en la parte llana del municipio, donde es difícil de obtener por las altas temperaturas reinantes todo el año.

Gotas que cuentan

La utilización a partir de marzo del 2020 de los sistemas de riego eficiente (por goteo y aspersión) en 138 ha de viandas y hortalizas en Imías, de ellas 38 en el sector estatal y 100 por productores vinculados a cooperativas, responde a un viejo anhelo de los campesinos imienses, quienes aún en las peores condiciones se han mantenido cumpliendo con su misión de producir alimentos.

Nodier Matos Díaz, delegado de la Agricultura aquí, explica que los sistemas son fruto de un proyecto chino de colaboración, destinado a contrarrestar los efectos de la sequía y aprovechar los escasos recursos hídricos del territorio.

Imías riego agrícola 2Polo muestra la cisterna que construyó y usa como reservorio de agua para el sistema de riego por goteo.

“En el 2020 más de 120 pozos se secaron, lo que produjo afectaciones a la agricultura en varias zonas del costero municipio. Ahora, con los sistemas de riego, se impulsa la producción de viandas, hortalizas y frutas”, afirma Matos Díaz.

La explotación de dichos sistemas ha permitido incrementar la producción, los rendimientos y, consecuentemente, mayor abastecimiento de las placitas, donde han tenido presencia el ñame, tomate, berenjena, guayaba y fruta bomba, principalmente. Incluso, en apoyo a la actual contingencia sanitaria, se han enviado producciones a Caimanera, Guantánamo y Baracoa.

Argumenta el delegado que ha sido de gran importancia para Imías el uso, desde julio del año pasado, del riego por aspersión en el Microjet 24 de Febrero, instalación que se recupera tras ser devastada por la tormenta tropical Laura, como lo muestran las plantaciones de plátano, calabaza y boniato sembradas, además de cultivos de ciclo corto como pepino, ají y quimbombó.

El testimonio de Los Guayacanes

En la comunidad Pozanco, en medio de un terraplén seco, resplandece, cual oasis, un verde paisaje. Es la finca Los Guayacanes. Allí Alaín Santana, con el apoyo y asesoría de su suegro, saca los frutos de un área donde solo crecían guayacanes, malva y cardona.

“Con el apoyo familiar empezamos a romper el monte y traer el agua hasta aquí, toda una odisea. Imagínese que estaba a cuatro kilómetros de distancia, por la loma de Jacinto, en el río de Yacabo Arriba”, rememora Alaín mientras observa la lejana colina como indicando el trayecto recorrido por meses.

Cuenta que a través de un crédito bancario compró manguera para riego, instaló una toma en el cauce del arroyo más cercano y, a pico y pala, construyó un depósito para almacenar agua y regar por goteo sus plantaciones.

“Esta técnica de pequeños caudales a baja presión permite que las plantas utilicen solamente el agua que necesitan, lo cual es fundamental en esta zona, donde hay que ahorrar el líquido, por su escasez”, explica Alaín, quien además trabaja en el centro de elaboración de Imías.

Imías riego agrícola 3Lisandra Machado resaltó la tenacidad de los productores imienses.

En Los Guayacanes los sembradíos de calabaza, ají, cebolla, ajo, fruta bomba y yuca cautivan a los caminantes, atraídos por tanto verdor. Incluso hay quien se acerca a indagar sobre cómo lo han logrado, ante lo cual los productores señalan sus callosas manos y el regadío.

“Cultivos como el tomate han tenido muy buena producción y a mitad de cosecha hemos entregado a Acopio cuatro toneladas, de las cinco comprometidas, cifra esta última que esperamos superar”, dice el usufructuario, quien ahora se prepara para respaldar el programa de autoabastecimiento de leche de cabra.

Lisandra Machado Fernández, directora de la Empresa Agroforestal municipal, aclara que los sistemas de riego son un paso importante para avanzar en la soberanía alimentaria y han permitido recuperar áreas improductivas, como las fincas de Polo y Los Guayacanes, donde se demuestra que con voluntad y ciencia la tierra aporta frutos.