Thiago copia las teleclases y realiza ejercicios indicados. Nunca se deshace del nasobuco, ni siquiera dentro de casa, en su larga y continuada convalecencia.La profesora de Física Mireya Ortiz Romero debe recorrer un largo camino a pie, desde el barrio suroeste -donde vive- hasta su centro de trabajo: el preuniversitario urbano Enrique Soto Gómez, en el céntrico edificio de la ciudad de Guantánamo conocido como GECA-iniciales de Grupo empresarial cañero azucarero-, por su original destinación.
A medio trayecto se detiene y llama desde la calle, a “mi niño” Thiago, alumno del grupo 2 de onceno, del cual ella es profesora guía. El hogar del alumno está en una segunda planta, y él no ha estado en la escuela desde mucho antes de la suspensión del curso escolar.
Es uno de los 615 alumnos de onceno y doceavo grados de la mencionada institución, cuyos alumnos residen en prácticamente todos los Consejos Populares de esta urbe. La mayoría viene de San Justo, al este, y Norte-Los Cocos.
La situación epidemiológica aleja a la muchachada de las aulas, con la suspensión del curso escolar desde el 15 de enero. Hace ya más de tres meses.
Desde el 15 de marzo siguen una segunda etapa de teleclases de la enseñanza a nivel del país. Es también un compromiso para las familias de los educandos y para los 101 trabajadores, 75 de ellos docentes del GECA.
Hoy el aula está en la casa
Cuando dice la frase que subtitula este apartado, Jean Pierre Castillo Corella convida a conocer las historias de protagonismo en el aprendizaje que desempeñan padres y otros familiares en los hogares, junto a los docentes. Él es el director del GECA.
“Nuestros educadores, incluidos los instructores de arte, se capacitan a sí mismos y a las familias para antes, durante y después de las teleclases”, detalla. Los estudiantes deben hacer las actividades y ejercicios indicados por el teleprofesor.
“Hay que copiar, los alumnos tienen que hacerlo”, enfatiza. “Nuestros educadores chequean, controlan las libretas en las casas periódicamente, cumpliendo las medidas higiénico sanitarias, y precisan. Procuramos el compromiso con la firma del padre en el control”.
Recientemente entregaron tres nuevas libretas y un lápiz a cada escolar por indicación ministerial. Graban y aportan las teleclases a la escuela con familiares que acuden, y, para reducir la movilidad, en los barrios más alejados lo hacen profesores y familias aportando sus medios, para que sean reproducidos en los televisores domésticos.
Grupos de Whatsapp y otras redes sociales de Internet, usando sus móviles y otras conexiones de red, permiten a los pedagogos incitar la enseñanza-aprendizaje por asignaturas, tanto entre ellos como con sus discípulos.
Por estas vías incluso los propios jóvenes por afinidad intercambian sus preocupaciones, como la rapidez con que cambian las diapositivas o videos en las teleclases, explica la profe Mireya.
Es el caso, aunque no único, de “su” Thiago, quien se recupera todavía de tres intervenciones quirúrgicas en el sistema gastrointestinal, que lo retuvieron, entre suMireya, profesora de Física y guía del grupo, valora positivamente el esfuerzo de este alumno al que llama “mi niño”. ingreso en el Hospital pediátrico Pedro A. Pérez y el hogar, desde septiembre anterior con los primeros síntomas.
“Estoy ya en condiciones de estudiar. Me siento respaldado de poder continuar mis sueños”, escribe ahora, como resumen de puño y letra, este consagrado estudiante, después de decir y repetir muchas veces su vocación de sueños.
Nuevas dinámicas de enseñanza y aprendizaje
“Así, empleando las Tic, se comunica la mayoría. El resto que no cuenta con esas vías necesita más del control directo de la familia y los profesores”, indica el director Castillo Corella. Pensando en los de menor acceso a las Tic, sus profesores les llevan ejercicios manuscritos y demás indicaciones precisas y concretas a sus casas.
Con particular intensidad se han priorizado estas vías y métodos con el Inglés, ahora adicionado a la parrilla, y a los 240 alumnos del grado terminal, para los exámenes de ingreso a la Educación Superior, con ejercicios específicos de Matemática, Español e Historia, y organizando encuentros para aspirantes a carreras con requisitos adicionales.
Fue una iniciativa, recomendada provincialmente, resumir en documentos de Word los contenidos de las teleclases de Historia y Cultura Política, aparte de las grabaciones. “Así se precisan y se socializan digitalmente a los alumnos”, detalla la profesora Mabel Domínguez Medina, jefa del Departamento de Humanidades.
Educadores y educandos consolidaron sus vínculos. Toman opiniones sobre las teleclases, reparten materiales escolares, ayudaron en la inscripción en el registro militar de los nacidos en 2005, recogida de pomos para envasar medicamentos y otras materias primas, actividades por el aniversario de la UJC este 4 de abril y otras, expone Carlos Daniel Fuentes Pupo, presidente de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media en el centro.
De nuevo es Thiago, quien dice ser uno de esos entusiastas de las Tic. Las emplea para intercambiar con una compañera de su afinidad. “Quiero ser informático”, declara sus proyectos de ciencia y progreso.
Salvar vida y escuela
La familia ha sido fundamental para la recuperación de la salud y en los estudios de Thiago, después de varias intervenciones quirúrgicas.La atención casa a casa, en medio de la pandemia, tiene en cuenta diversas situaciones especiales, tanto de docentes como de estudiantes con enfermedad, embarazo, paridas u otros casos.
En la sala del hogar, Thiago sigue aprendiendo, “con el apoyo de mi familia y de mi escuela”. Con él, la profesora Mireya, la abuela Nelsy Pavó Auty, el tío Enrique Cantillo Pavó y la esposa de este, Reyna del Pilar Cisneros.
Con propiedad de tía y especialista en Medicina General Integral, Reyna describe el cruento proceso de salud de Thiago, la atención ejemplar de la escuela, que le celebró el cumpleaños el 3 de diciembre ingresado.
Igual la abuela desborda gratitud en sus pocas palabras, porque la escuela está siempre pendiente. El tío Enrique es afable con todos: animado por la favorable actuación del personal de Salud y Educación. Funciona el engranaje del sistema, opinan.
Thiago: “Estas atenciones me ayudan a recuperarme en la salud física. Me actualizo en las materias con las teleclases, copio, hago los ejercicios, mi tía ha ido a la escuela a grabar clases atrasadas…
“Estoy venciendo gracias a ellos: a mi familia, a los médicos, a la escuela, a la profe Mireya. Lo que queda es mi esfuerzo.