El recién recuperado embalse de Cecilia beneficiará con servicio de agua estable a más de una veintena de productores agrícolas y a los habitantes de la comunidad homónima. Ni siquiera las dificultades materiales pudieron menguar la voluntad y el espíritu de los hombres que tuvieron a cargo la recuperación del embalse regulador de Cecilia, obra que permitirá irrigar por gravedad unas 500 hectáreas (ha) de caña y alrededor de 200 de cultivos varios y mejorar el abasto a la comunidad de igual nombre.
La instalación, con más de 80 años de existencia, y los últimos 10 sin explotarse, fue rehabilitada en solo seis días por iniciativa de Raúl Díaz Alonso y Jorge García Claro, productores de la zona. Ellos fueron apoyados por obreros, especialistas y el acompañamiento de empresarios y máximas autoridades del Partido y el Gobierno en la provincia de Guantánamo.
“Aunque en la reparación, ejecutada a un costo de más de 300 mil pesos, provenientes del fondo para la contribución territorial del Consejo de la Administración Municipal de Guantánamo, se intentó preservar las características originales del embalse, fue necesario realizar adecuaciones”, explicó Ríder Polvén Sánchez, especialista de Riego en la Delegación de la Agricultura.
Hubo que ampliar la capacidad de embalse con retroexcavadora, romper las losas del fondo y abrir huecos para fijar las columnas, reparar las estructuras metálicas, perforar con un martillo neumático el muro, reforzar y soldar nuevos raíles de línea para sostener la compuerta de madera, similar a la original y mucho más duradera dentro del agua.
Los algarrobos para construir el portón fueron talados por la Empresa Agroforestal de Guantánamo en las fincas que se desbrozan, mientras Raúl y Jorge (este último carpintero) se encargaron del traslado de los bolos hasta el aserrío de San Justo y de la construcción y montaje de la compuerta.
En la recuperación del embalse que, con el tiempo se había convertido en un arroyo enyerbado, con maleza dentro del cauce, compuertas y columnas destruidas, intervinieron además la Agricultura, el Instituto de Recursos Hidráulicos, AzCuba, Acueductos y Alcantarillados, la Empresa de Suministros y de Talleres Agropecuarios, cada una con tareas específicas.
Luego de la recuperación del canal, el agua comenzó a conducirse por él hasta la finca de muchos productores.
El especialista de la Agricultura explicó que el líquido sale de la micropresa por una compuerta regulable y a través de un túnel es conducida hacia el canal por donde se distribuye hasta las fincas de los productores, entre ellos numerosos ganaderos.
En esas áreas el riego se realiza por aniego, pero a medida que la situación financiera del país lo permita se prevé adquirir sistemas por goteo y aspersión, más eficientes, que contribuyan al ahorro y humanicen el trabajo, apuntó.
Finalmente, aseguró que para garantizar suficiente agua en el embalse en momentos críticos, la Dirección de Recursos Hidráulicos programó inyectarla al río, en estiaje casi todo el año, desde la presa Jaibo, a través del canal Camarones.
Los beneficiados agradecen
Entre los favorecidos directos del embalse regulador de Cecilia, luego de su recuperación, están más de una veintena de productores agrícolas, incentivados ahora con la aprobación de las nuevas medidas para potenciar la producción de alimentos.
Con 13 ha de tierra, de ellas nueve sembradas de fruta bomba con cebolla y tomate intercalados, y cuatro de naranja dulce y coco, Raúl Díaz, usufructuario de la CCS Mariana Grajales, opina que disponer de agua segura en sus predios, ubicado aproximadamente a un kilómetro del embalse, es una bendición.
Ya no tenía ni gota de agua, debido a que el arroyo cercano del cual se abastecía colapsó por causa de la sequía. Sin embargo, el 3 de mayo, dos días después de empezar a funcionar el canal, comenzó a regar su área.
El usufructuario Raúl Díaz, con tierras en Arroyo Hondo, puso a funcionar nuevamente su sistema de riego por goteo, en sus 13 hectáreas cultivadas.
“El líquido llegó sin problemas a muchos productores, hoy –dijo una semana después- no he podido hacerlo, porque el agua que está entrando por el río es muy poca, pero nos informaron que en la noche inyectarían de la presa”, apuntó.
De todas maneras, Raúl, con tierras también en Tumbalabana, recurre a otra alternativa: instalar una tubería de 110 milímetros de diámetro para coger agua directamente del río e impulsarla mediante el sistema eléctrico que se pronostica montar en una nueva estación de bombeo. Esto le permitiría regar sus actuales tierras y otras 13 ha, en desbroce, para cultivar col y tomate, en la venidera campaña de frío.
Jorge García, otro de los promotores de la recuperación del embalse, comentó que con el rescate llegó la felicidad a su finca de 5 ha, en muy mal estado, por la escasez del indispensable líquido.
“En lo adelante espero que la situación cambie, me van a entregar otras 15 ha cercanas al canal, las cuales sembraré de plátano. Esa posibilidad, unida a los beneficios de las nuevas medidas aprobadas por las máximas autoridades del país para potenciar la producción de alimentos, debe propiciar el avance sostenido de la finca”, pronosticó.
Aunque sus tierras (4 ha) no reciben agua del embalse por estar ubicadas en un lugar demasiado alto, lo que le impide explotarlas en su totalidad, Domingo Gil Frómeta, ganadero nacido en Cecilia, aportó ideas y los raíles de línea para la reparación de la compuerta.
Escasamente puede bombear del río con una turbina eléctrica para dar de beber a las reses, pero le resulta muy costoso porque dispone de servicio residencial y no el aprobado para los agricultores.
“Una vez me autorizaron esta última asistencia, pero la Empresa Eléctrica argumentó que ese servicio diferenciado para la agricultura había dejado de existir y no me lo puso”, apuntó.
“El agua se bombea desde el río hasta el tanque de la comunidad, de donde se distribuye por gravedad a todos los habitantes”, explicó Raúl Leyva, delegado de la circunscripción de Cecilia.
Sin embargo, ante esa dificultad no está de brazos cruzados. Tiene previsto instalar en el propio dique de la represa un ariete que le ofrecerá la posibilidad de regar directamente las áreas dedicadas al autoconsumo familiar y la producción de alimento para los animales, sin gastar electricidad ni combustible.
“Estoy en los trámites para comprar ese equipo, construido por la Empresa Valbo en nuestra propia provincia, y cuyas ventajas y efectividad han sido certificadas por productores guantanameros”, comentó.
En la misma cuerda, el también ganadero de Arroyo Hondo, Wálter Ruiz Hardy, con unas 30 ha y 142 reses, aseguró que estuvo a punto de abandonar su finca, en la que lleva casi 20 años, debido a la falta de agua, pero la rehabilitación del canal y la promesa de entregarle otra cantidad de tierra similar a la suya, le devolvieron las esperanzas de volver a recibir el preciado líquido y de seguir produciendo leche y carne.
“Ahora solo necesito 25 metros de tubería para instalar el servicio desde el canal hasta la finca. Cuando resuelva eso tendré posibilidad de incrementar la masa hasta unas 200 cabezas, sembrar alimentos para los animales que ahora se mantienen a base de pastos y semillas de marabú y algarrobo fundamentalmente”.
La rehabilitación del embalse de Cecilia también mejora el servicio de agua de los habitantes de la comunidad, donde se eliminaron ocho planteamientos de los electores, al tiempo que genera nuevas fuentes de empleo en las áreas agrícolas beneficiadas, acotó Raúl Leyva Rodríguez, delegado de la circunscripción 99, perteneciente al Consejo Popular de Paraguay.
La recuperación de la obra constituye otra de las acciones materializadas por los guantanameros, con esfuerzo propio, para potenciar la producción de alimentos y contribuir, junto con las demás áreas del anillo verde de la ciudad, a una mejor satisfacción de las necesidades del principal núcleo poblacional de la provincia, sin tener que esperar a que los recursos lleguen de afuera.