En Villa Toa resalta la organización y el control.En el punto de venta del Cimex del reparto Villa Toa, en la ciudad de Guantánamo, un grupo de personas aguardan ordenados unos detrás de otros, a un metro y más de distancia, protegidos por el nasobuco.
De uno en uno compran productos, ahora normados, como por ejemplo el pollo. También adquieren detergente, aceite... lo que haya disponible y que basado en el principio de distribución socialista debe llegar a todos por igual. Eso es más importante en estos tiempos, cuando la economía se resiente por las dificultades derivadas de la pandemia y el criminal bloqueo contra Cuba.
“A veces somos más de 50 personas, y aun así la venta avanza rápido para que todos obtengamos nuestros insumos mensualmente”, comenta Migdalia Revé Revé, residente de Mártires de Granada, reparto cercano al establecimiento. Este es uno de los locales encargados de garantizar la comercialización regular de alimentos básicos a la población guantanamera, y evitar así el acaparamiento y la especulación que tanto daño hace a la sociedad.
“Los compañeros que atienden la venta son ejemplos de cómo deben funcionar los establecimientos de Cimex y TRD para el servicio efectivo a los consumidores”, significa Revé Revé, mientras entrega su libreta de abastecimiento para adquirir el módulo de alimentos y aseo del mes.
“Dan tiques por orden de llegada, se prioriza a los impedidos físicos que vienen con las tarjetas de su núcleo familiar y se gana cada vez más en agilidad en laRápida es la comercialización de productos normados. venta”, apunta.
Añade que a través de una lista actualizada, publicada en las bodegas, carnicerías y panaderías del área, las personas conocen cuándo les corresponde comprar, por lo que siempre los residentes acuden con la certeza de que su cuota está segura. Incluso se permite a quienes trabajan planificar el horario más conveniente para acceder a artículos en demanda.
La comunicación, ahí está el secreto
“La información precisa y el control es lo que ha permitido que en nuestra circunscripción exista total satisfacción con la venta de los insumos en esta dependencia”, dice Teófilo Ruiz Mendoza, quien encabeza el grupo de enfrentamiento a coleros y revendedores en el reparto Villa Toa.
“En esta área compran más de mil 500 núcleos, de las bodegas 102 y 122 del reparto Mártires de Granada y la 104 de Villa Toa. Con 72 horas de antelación se exponen en lugares públicos los números de las libretas de abastecimiento que deben venir a la “shopping”. Una vez aquí explicamos cómo será la venta y la importancia de mantener la disciplina, así como observar las medidas contra la COVID-19,” dice mientras muestra el listado del día.
Detalla que como iniciativa propia, cada mes se destinan las dos últimas jornadas para aquellas personas que por alguna razón no pudieron comprar sus bienes, además de atender a las familias que no poseen tarjeta de abastecimiento.
Teófilo Ruiz: “Hemos logrado que mes por mes se cumpla el ciclo de venta del pollo en todos los núcleos familiares”.Teófilo y otros dos asistentes, junto a una trabajadora del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación son los responsables de velar por la marcha del proceso con total normalidad: organizan la cola, con el debido distanciamiento. Exigen el lavado de las manos a los consumidores antes de entrar al establecimiento. Anotan el número de la tarjeta, Carnet de identidad de la persona y los productos a comprar y finalmente se efectúa la venta.
“El trabajo en conjunto con el Consejo de Defensa, los factores de la comunidad y la mayor estabilidad en el abastecimiento de Cimex (principalmente con pollo) han permitido que todos los núcleos accedan a los productos en oferta”, afirma Ruiz Mendoza.
De lunes a viernes, de 9:00 am a 5:00 pm, el movimiento en la pequeña tienda de Villa Toa no para. Hay quienes aseguran que la afluencia del pueblo supera etapas precedentes cuando existían más recursos. Lo cierto es que los ciudadanos de esa zona no han dejado de recibir aquello que les corresponde, a tono con las posibilidades del territorio.
Luis Andújar Lescaille, integrante por el Consejo Popular Rubén López Sabariego, del grupo de enfrentamiento a coleros y revendedores, resalta el comportamiento ético y profesional de quienes laboran en la entidad y la voluntad de ayudar.
“Aquí trabajamos para evitar el desorden. El equipo tiene el control de todos los mensajeros y personas en riesgo, forma de prever que sujetos inescrupulosos se aprovechen de las ventajas que da el Gobierno”, apunta Diannis Gonzáles Carbonel, dependienta del establecimiento.
El punto de venta de Villa Toa es un ejemplo de cuán efectivas pueden resultar las medidas para la venta controlada de productos de primera necesidad, si cuentan con el acompañamiento del pueblo y prima el sentido de pertenencia y de servicio público en las tiendas de Cimex y TRD, como principal estrategia para lidiar con los desabastecimientos provocados por el bloqueo y la pandemia.