Con menos recursos y una tensa situación epidemiológica comenzó el acopio de mango en la provincia de Guantánamo, donde se pronostica procesar unas 5 mil toneladas (t), desde el 25 de mayo hasta mediados de julio.
Ramón Sánchez Ocaña, especialista de frutales en la delegación provincial de la Agricultura, subrayó que a pesar de la limitada entrega de envases nuevos a las cooperativas, la cosecha inició bien debido a la mejor organización de los centros de acopio, beneficio y el transporte para trasladar la fruta hasta las industrias.
Sobre el particular precisó que las formas productivas contrataron transporte con las empresas que, a su vez, disponen de los medios requeridos para cubrir esas demandas.
Explicó que el pasado año también faltaron envases y con los disponibles en manos de los productores enfrentaron la cosecha más grande de la historia e implantaron record al acopiar unas 7 mil t, mil por encima de las planificadas.
En el proceso y beneficio participan las industrias del Valle de Caujerí y Guaso, minidustrias del sistema de la Agricultura, del sector alimentario y pequeñas plantas de productores individuales.
La fábrica del Valle de Caujerí, con el mayor peso de la cosecha sobre sus “hombros”, muele desde el 26 de mayo materia prima contratada con Imías y San Antonio del Sur, zonas de más altos estimados productivos, y la CCS Ángel Bousa. “De esos lugares el mango se está tirando sin dificultades”, apuntó.
Al consumo de la población serán destinadas 340 t, las cuales tendrá mayor presencia en los mercados estatales a partir del 15 de junio, cuando la Empresa de Acopio tiene previsto comprar y distribuir con mayor frecuencia, no obstante desde finales de mayo se venden pequeñas cantidades de mango de clase en dichos establecimientos.
Sánchez Ocaña aseguró que lo único que pudiera conspirar contra el cumplimiento exitoso de la cosecha es la falta de combustible y alertó sobre esa dificultad que en mayo paralizó, durante tres días, el tiro de la fruta en Imías.
De acuerdo con el experto este año la cosecha es mucho más pequeña que la anterior, debido en parte a afectaciones de la floración por intensa sequía y vientos.
Por esa causa -comentó- se decidió enviar mango a otras provincias solo si fallaran nuestras industrias o se agotaran definitivamente los envases.
Motivados por el buen precio (325 pesos) que se debe pagar por el quintal de la fruta en el campo, los productores están extrayendo mango de sitios distantes e intrincados como La Cueva y Casimba, en Niceto Pérez, donde se perdían grandes cantidades.
La pulpa de la sabrosa fruta obtenida en la provincia más oriental de Cuba es destinada a la producción nacional de compotas y otros derivados con los cuales se evitan costosas importaciones al país, mientras la mermelada se vende a través de la red de comercio a la población.