Tras la tranquilidad, los silencios y la concentración de muchas personas hace años la noticia se acostumbra a convivir entre los departamentos del periódico Venceremos, desde donde espera su encuentro con los lectores de la edición impresa, aunque también salta diariamente al mundo a través de la web y redes sociales digitales.
A punto del almanaque entregarle un nuevo aniversario al medio de prensa, la evolución se jacta de obligar a la historia a guardar los ecos de las máquinas de escribir, y ahora los sonidos que se desprenden del teclado de cada ordenador acompañan la cotidianidad cuando el flash de la cámara, la mente y la agenda traen a la redacción las esencias de los hechos.
Sobre los 59 años que el medio cumplirá este 25 de julio, la cifra aunque se dice fácil, guarda acontecimientos inmortalizados en páginas impresas y en el ciberespacio de Guantánamo, Cuba y el mundo.
Están las hazañas de la medicina guantanamera, que salvó a una joven de 32 años de una masa tumoral de 10 kg que crecía en su interior, atrapada también entre tantas páginas está la historia local, los rostros de los carnavales... los dolores de la población convertidos en denuncia y análisis periodístico.
Las noticias nunca le piden permiso al sueño, ni las buenas ni las malas, no creen en fines de semana, tampoco en días festivos, lo recuerdan los huracanes que como Sandy y Matthew, condujeron a reporteros del medio a territorios afectados; entonces la agonía y el optimismo de aquellos momentos quedaron compartidos en el relato de estas casi seis décadas.
Cuando la imaginación y los rumores siembran la incertidumbre Venceremos tiene al frente otra batalla que ganar a golpe de investigación y pericia periodística, fue esa la fórmula que desmintió la supuesta existencia de una rara criatura en Maisí en días posteriores al paso de Matthew, bastó un titular y el reportaje: ¡Cuidado, bola suelta!
En el medio la experiencia de los veteranos del periodismo se viste de canas y lecciones mezcladas en el día a día entre sus departamentos. Hoy el centro también deviene escuela para decenas de estudiantes y egresados de Periodismo, hay consejos que se vuelven herencias.
La juventud apuesta por las transformaciones, con el desarrollo tecnológico como catalizador de los cambios en un medio que si antes, en cuanto a contenido, se definía solo por fotografía y letra impresa, hoy asume lo audiovisual y gráfico como parte del quehacer periodístico, con un ímpetu renovador de espacios al interior del lugar, y cuyas iniciativas se expanden por el escenario virtual.
Los cierres de edición son otra historia, la redacción contra reloj se vuelve un reto, al menos cuando eres un recién graduado, a veces la terminación del diseño de una página depende solo de esa nota, y aunque te recuerden que es algo a lo que cualquier reportero debe acostumbrarse, la tarea siempre le pone un poco más de intensidad a la jornada. No siempre uno se siento salvado con el punto final, porque otras lecturas pueden convidar a corregir.
Esos jueves hay muchas miradas sobre la pantalla de las computadoras, la cacería de errores apela a un producto lo mejor posible, y de encontrarse alguno hay procesos que se reinician, aunque esa pueda ser la mala noticia del día para los diseñadores.
La COVID-19 se ha colado en la historia del medio, entró a sus páginas sin ser invitada, sacó de la redacción a muchos directo al teletrabajo, hay menos calor humano en el lugar, pero el compromiso con cada edición mantiene pasos reporteriles en la calle, ligados a nasobucos y precaución.
Venceremos se define por el plural que desde el nombre delata esfuerzos colectivos, el trabajo de quienes frente a un timón acompañan las rutas noticiosas o investigativas, la gestión logística que nutre los procesos, la impronta de fundadores y de otros que físicamente ya no están... empeños repartidos en una historia de 59 años que alimenta el devenir del periodismo guantanamero.