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Las huellas de Abdala 1Comenzó la esperada intervención poblacional con Abdala, bulbo donde va la “fuerza de un país, más inmune, más feliz, más protegido…”.Hoy en Guantánamo con cada ciudadano que recibe el pinchazo de la vacuna Abdala renace la esperanza de que juntos podremos superar esta pesadilla de la COVID-19.

Así lo asegura la señora de 60 años que salió de casa a las cinco de la mañana para ser la primera abdalizada, y el joven obrero, que tras concluir el trabajo, toma un camino distinto al hogar, “primero paso al vacunatorio para no perder más tiempo en esta lucha por la vida”.

La embarazada, la joven que aún lacta a su bebé, el paciente con trasplante, el señor con discapacidad (física o mental), el anciano... esos deben ser los primeros en la fila, porque son los más vulnerables.

Las huellas de Abdala 4La vacunación es precedida por el chequeo clínico de los pacientes.

A las 8 de la mañana inicia el proceso, y así tienen que hacerlo los 89 sitios clínicos que se habilitaron en la ciudad del Guaso para este ejercicio, que abarca escuelas, consultorios médicos, el ferrocarril, talleres e instituciones culturales.

En cada local espera el equipo médico (enfermeros, doctores, estudiantes de Medicina) más el personal de apoyo, dígase trabajadores de Cultura, el Deporte, Educación, las organizaciones políticas y de masas y, sobre todo, el pueblo, también responsable de velar por el orden, y las medidas higiénicas, así como el distanciamiento, algo que aún cuesta cumplir, pero que es imprescindible para evitar contagios durante la intervención.

Dentro de los vacunatorios el sistema es simple, primero consulta de signos vitales (presión arterial, ritmo cardíaco, temperatura) para saber que el cuerpo está bien; luego corresponde llenar la necesaria documentación del proceso; le sigue el momento de recibir la vacuna y, por último, el periodo de observación, 30 minutos, para descartar reacciones adversas. Cada proceder debe efectuarse en lugares aislados y con mucho celo.

Las huellas de Abdala 6Los 89 vacunatorios reciben Abdala, inmunógeno que en estimados iniciales aplican a alrededor de 300 pacientes por jornada en cada uno de ellos.

Desde que el pasado jueves iniciara la vacunación, de 100 a 300 guantanameros han recibido su primera dosis del inmunógeno por jornada en cada sitio clínico. En algunos las cifras son mayores, en otros menores, todo depende de la agilidad con que se trabaja, de la cantidad de pacientes a inocular y también de la llegada de las vacunas, irregularidad que se ha presentado en varios sitios a donde ha llegado sobre las 10 de la mañana.

Ciertamente esas jornadas han sido intensas, con horarios extendidos para atender a las masas, pero aún debe organizarse mejor el proceso, sobre todo el de informar mejor (casa por casa si es necesario), pues en la mañana mucha gente se aglomera y sobrecarga los vacunatorios; también hay que mejorar la estrategia integral de trabajo.

Las huellas de Abdala 7El sistema de Salud debe perfeccionar el proceso para que transcurra con fluidez y sin aglomeraciones.

Nada debe empañar la imagen, ese sentir de nación que trata de protegerse contra el SARS Cov-2; se impone obrar bien para alcanzar el éxito.

Cumpla cada cual su parte, el que tiene que orientar que lo haga de inmediato, que acuda a la comunidad, a los medios, al centro laboral; el que garantiza los insumos, que los tenga listo A TIEMPO (la vacuna, el alimento a los trabajadores), y el que organiza “la cola”, pues que mantenga el orden, pero con respeto, sensibilidad y sentido del servicio público como muestra irrefutable de que nuestra Revolución no deja ni dejará a nadie desamparado.

Las huellas de Abdala 8Dayanne Valton Ortega, embarazada de tres meses, se hace un selfie y anuncia por las redes al mundo, tan contenta como orgullosa, que ya está “abdalizada”.