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donativos Guantánamo 2021 1Productos de aseo y nasobucos donó Yusmari Hernández Rodríguez (al centro), al círculo infantil Los Zapaticos de Rosa.En Facebook aquella publicación de China Díaz parecía un desahogo personal de solidaridad. Entre los lamentos generados a diario por la COVID-19 y el odio que se reparte a veces por el ciberespacio era una rareza, más en momentos en que la insensibilidad y el oportunismo lucran a costa de sufrimientos colectivos.

A ella le bastó dejar escrita su dirección, teléfono, ofrecer ayuda, en la medida de sus posibilidades, a todo aquel que se la pidiera; también manifestaba la disposición de convertir su hogar, en la ciudad de Guantánamo, en punto de recepción de donativos para centros de aislamiento y familias que en casa cumplieran protocolos sanitarios por ser positivos al virus, sospechosos o contactos.

Venceremos aprovechó las coordenadas digitales para encontrarla, descubrió que aunque la conocen como La China, su nombre es Yusmari Hernández Rodríguez, una guantanamera que tomó esa decisión conmovida por los pesares de amigos y conocidos, creó un grupo en la red social Facebook y en poco tiempo, más allá del espacio virtual, la solidaridad cobró vida con suma de acciones y voluntades.

“La respuesta fue rápida y positiva”, afirma y las imágenes de decenas de jabones, paquetes de detergente, nasobucos y otros recursos sobre una mesa de su casa no la dejan mentir, aunque sabe que sus días actuales no se parecen a los de antes. La cotidianidad se transforma y hay esfuerzos extras comprometidos con la nueva causa.

“La familia me apoyó desde el primer momento. Mis hijos no se han afectado porque me organizo para cumplir con las atenciones que demandan, aunque en midonativos Guantánamo 2021 2En menos de una semana varios guantanameros aportaron a los donativos que entregaron Yanelis y Yudith en el hospital pediátrico. trabajo sí ha incidido. Soy manicurista y en ese sentido la rutina habitual se ha modificado, pues hay que preparar las entregas, llevar recursos a los domicilios y recibir lo que traen en el horario que sea y eso lleva tiempo”, añade.

Hasta el círculo infantil Los Zapaticos de Rosa, habilitado como centro de aislamiento, el hospital pediátrico Pedro Agustín Pérez y las viviendas de varios guantanameros, han llegado los productos recaudados fruto del interés colectivo por aliviar necesidades en tiempos de pandemia y carencias, aunque ese empeño se compone de algo más que el simple hecho de entregas materiales, el tiempo y la disposición son otros donativos que se agradecen.

Pedales humanistas

“Pedalear nos gusta”, afirma Rodelkis Ponce Suzeta, con eso fue suficiente para él, y sus compañeros del club de ciclismo de montaña Linternas Verdes, poner esa pasión desinteresadamente al servicio de la entrega y recogida de donativos en alianza con La China.

Ponce Suzeta cuando vio la publicación de la guantanamera en Facebook no pudo evitar la invitación de su conciencia para colaborar, en poco tiempo ruedas, pedales y energías del club se unieron a esa historia.

“En la noche La China me envía un listado con las direcciones y nombres de personas interesadas en donar, planifico la ruta del grupo para la recogida de cada día, también nos ponemos de acuerdo con ella cuando hay que realizar alguna entrega a quienes lo necesitan. Hemos ido a lugares distantes como Santa María”, comenta.

Una especie de modesta caravana de ciclistas recorre la ciudad, la similitud de las bicicletas, la bandera cubana en ellas, además de una identificación de mensajeros del club se roba miradas, la curiosidad de la población muta luego en deseos de contribuir al noble gesto.

“A veces llegamos a los lugares y hay quienes enseguida quieren saber quiénes somos, a qué nos dedicamos... cuando les explicamos uno nota cómo de inmediato algunos buscan de qué manera ayudar, le decimos que hasta lo más mínimo se agradece, hemos recogido y entregado desde hojas para hacer té, medicina, hasta alimentos a familias necesitadas”, añade el joven ciclista.

“La distancia para nosotros no es problema”, precisa Rodelkis Ponce, lo dice mientras señala que él y su equipo han ido pedaleando en actividades del club, en otros tiempos, hasta el Zoológico de Piedras, por lo que los kilómetros no imponen límites, en ocasiones la ruta de solidaridad diaria ha implicado llegar a 21 lugares. Con la nueva experiencia hay expresiones de gratitud que se escapan a través de las miradas y algo más.

donativos Guantánamo 2021 4Miembros del club de ciclismo Linternas Verdes pedalean por la ciudad con la solidaridad como motivo.“En una ocasión llevamos un pomo de difenhidramina para un niño, y al señor que lo recibió se le aguaron lo ojos. Al él comentarle a La China la necesidad que tenía del medicamento y al rato tenerlo en casa, eso lo conmovió. Las personas buscan una manera de retribuir, nos preguntan si hasta si queremos llevarnos por lo menos un pomo de agua para el recorrido”, cuenta el pedalista.

Rodelkis Ponce y su equipo redoblan esfuerzos para colaborar con otro grupo de recogida y entrega de donativos, que lidera la joven Viviana González Balbén, quien han recibido recursos de pobladores locales y también un envío solidario desde La Habana, con productos de aseo y medicamentos.

De esta otra iniciativa humanista se benefició recientemente la guantanamera Yudenia Charles González, quien hizo público a través de Facebook su agradecimiento y en declaraciones a Venceremos expresó:

“Di positivo a la COVID-19 el día 17 de julio, los dolores de cabeza han sido persistentes, yo era miembro del grupo de WhatsApp Ayuda a Guantánamo, que administra Viviana, pedí un analgésico y al día siguiente llegó la donación de La Habana, que incluía duralgina; me enviaron algunas junto con detergente, jabón de lavar, té y caldo instantáneos”, comenta.

Motivos compartidos

Yanelis Golbourne Durades veía en redes sociales como en otras provincias la población aunaba esfuerzos para ayudarse mutuamente en medio del complejo escenario que vive la nación, azotada por la COVID-19 y las carencias materiales, entonces pensó que era hora de que Guantánamo tuviera experiencias similares.

Yo Dono por Mi Guaso fue el nombre del grupo que por la plataforma de mensajería WhatsApp creó la joven estomatóloga, y a través del cual en menos de unadonativos Guantánamo 2021 3“El apoyo de la mi familia es esencial porque es quien recoge los productos que me llevan a casa cuando estoy trabajando”, afirma Yanelis. semana se reunieron recursos, entregados recientemente en la sala donde se atienden casos positivos de COVID-19 en el hospital pediátrico de la provincia, previa coordinación con la trabajadora social del lugar y cumpliendo con las medidas higiénicas pertinentes.

“Beneficiamos a 42 pacientes, con productos como jabones, detergente, desodorante, confituras, paquetes de pañales desechables para los más pequeños, algunos lo entregamos directamente a los niños y otros a las madres de los de menor edad”, explica Golbourne Durades.

Yudith Repilado Imbert, prima de Yanelis y quien colabora con ella, afirma que el hospital fue seleccionado para la entrega de manera intencional, tuvieron en cuenta que en el lugar hay madres con niños de otros municipios, y personas que a veces no cuentan con la posibilidad de un familiar que vaya a llevarle alguno de esos recursos de aseo.

El apoyo familiar para Yanelis es indispensable, pues la organización de todo lo que llega, el registro con nombres y apellidos de quienes aportan, y actualizar a través del grupo de WhatsApp sobre lo recaudado y el destino de los recursos, es parte del diarismo que comparte entre el apoyo a la vacunación en el policlínico de San Justo, los compromisos maternales y tareas domésticas.

Yudith Repilado deja caer en la conversación la sensación de alivio tras la primera entrega en el hospital pediátrico, habla del estrés por la responsabilidad sobre los recursos, cumplir con llevarlos a quienes lo necesitan y corresponder a la confianza de las personas que donaron; incluso algunas contribuyeron desde fuera del país y la provincia con apoyo monetario, que respaldó transportación y compras.

Cuando la COVID-19 parece empeñada en no dejarnos otra opción que pensar en cómo escapar de sus caprichos, hay quienes se desprenden del interés individual de supervivencia, le regalan al mundo lecciones, mientras la vida contempla que aún en tiempos de pandemia la solidaridad camina en la calle por cuenta propia.

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