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baracoaEl municipio de Baracoa vive por estos días uno de los momentos más tensos por el alza de casos con la COVID-19, situación que preocupa y ocupa a las autoridades del territorio, que trabajan intensamente junto a profesionales de la Salud y otros sectores en acciones para controlar la pandemia, cortar la cadena de transmisión del nuevo coronavirus y salvar vidas.

En reunión del Grupo Temporal provincial para el enfrentamiento al Sars-Cov2, se evaluó el cumplimiento de las nuevas medidas aprobadas desde la semana pasada para avanzar en el manejo de la actual contingencia epidemiológica, señalándose a la Primada de Cuba, junto a los municipios de Guantánamo y Caimanera, como los más rezagados y negligentes pues no han logrado una efectiva restricción de movimiento como principal exigencia.

Se trata de una cuestión de disciplina, de falta de control y que denota la baja percepción de riesgo, que a nivel general existe, tanto por parte del pueblo como de las instituciones responsables de garantizar que se acate lo dispuesto.

Ante el alza de casos positivos y pese a las dificultades en la gestión interna, vale señalar que los baracoenses no se quedan de brazos cruzados, pues trabajan en el incremento de las camas en la terapia para adultos del Hospital Octavio de la Concepción y de la Pedraja, crearon una sala para vigilancia intensiva y adaptaron el segundo nivel del Policlínico Comunitario Hermanos Martínez Tamayo para usarlo como hospital de campaña, con 60 camas.

Igualmente, se decidió usar el Centro Universitario Municipal, desde el 21 de agosto, como Cuerpo de Guardia de Infecciones Respiratorias Agudas, asociado al Policlínico Comunitario, para asistir a personas con síntomas de la COVID-19 y aliviar la tensión de las instalaciones de Salud locales.

En el afán por aislar de los barrios a la mayoría de los sospechosos y confirmados, se cuenta con centros de Imías y San Antonio del Sur para ingresar los casos que salgan positivos al test rápido y al PCR en tiempo real.

Otra área reforzada ha sido el transporte, pues el parque de equipos disponibles, incluyendo ambulancias, está obsoleto y no da abasto, por eso se contrataron 10 taxis subordinados a los policlínicos para llevar las muestras de PCR y los equipos de respuesta rápida; con tres jeeps particulares se apoya el servicio de SIUM (urgencias), y con dos camiones se garantiza el traslado de los trabajadores de Salud entre Yumurí y El Turey, Cayo Güín y el Hospital. Además, están abiertas las posibilidades para otros interesados en ayudar.

El control de la COVID-19 demanda de mayor disciplina y responsabilidad colectiva, pues una sola persona que viole las medidas higiénico-sanitarias y de distanciamiento pone en peligro a todos alrededor. Cuidarnos es perentorio, para evitar más fallecidos, y también para retribuir el esfuerzo del personal médico y los científicos, pues gracias a estos últimos ya más de 11 mil baracoenses recibieron la primera dosis de la vacuna Abdala, que llegará a los más recónditos lugares de la geografía como todas las obras de la Revolución.