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La postcovid Guantánamo 1El ultrasonido en la post-COVID-19 permite detectar anomalías estomacales y renales, secuelas comunes de la enfermedad.Esta COVID-19 parece predestinada a liarnos de la vida, no basta con el peligro que implica infectarse, incluso, si se es aparentemente sano, o el riesgo de fallecer por complicaciones derivadas de la enfermedad. Se suma a las preocupaciones del sistema sanitario que, aun cuando el paciente logra vencer el patógeno, en el cuerpo pueden quedar lesiones, huellas del virus, que paulatinamente perjudican el estado de salud individual.

Los especialistas le llaman afecciones postCOVID-19, porque surgen en adultos, jóvenes y niños que padecen la dolencia, hasta de forma asintomática.

Alteraciones psicológicas como la ansiedad, la depresión y los trastornos de adaptación; la astenia, debilidad; el síndrome de fatiga crónica, dolores musculares, daño pulmonar, renal, cardiovascular y neurológico, se enumeran entre los efectos del paso del nuevo coronavirus por el organismo humano, y todavía quedan otras por investigar.

Estudios del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) afirman que el 42 por ciento de los contagiados sufren por esas dificultades, de ahí que los expertos vaticinen un incremento de enfermedades crónicas no transmisibles y otras patologías dejadas por la COVID-19.

El hecho es que no se trata de males menores, todo lo contrario, esa tos persistente, malestar en la espalda e insomnio que creemos “normales” deben ser chequeados y revisados por personal especializado, para lo que se deben alistar el sistema de Salud.

Al Este comenzó la idea

Los síntomas del síndrome post-COVID-19 son diversos, y al ser una condición tan nueva y única, se crean equipos multidisciplinarios para diagnosticar las secuelas: neumólogos, clínicos, psicólogos, pediatras, fisioterapeutas...

“Aparte, hay que garantizar la realización de exámenes complementarios, Rayos X y ultrasonido, como medios para un adecuado estudio”, explica el doctor Rafael Manuel Sánchez Reyes, subdirector de Asistencia Médica del Policlínico 4 de Agosto, en San Justo, en la ciudad de Guantánamo, primera institución en iniciar las consultas a convalecientes de la enfermedad.

“Antes del rebrote en mayo, atendíamos pacientes de toda la provincia, a razón de unos 30 diarios, que venían del hospital, de los centros de aislamiento y por indicación del médico de la familia. El aquejado cumplía la cuarentena y venía un sábado al mes, a partir de las 8 y 30 am para la consulta.

“Las personas deben traer del consultorio, la indicación para el ultrasonido abdominal, electrocardiograma y exámenes complementarios, estos dos últimos decidimos efectuarlos a lo largo de la semana, porque son demasiados los guantanameros que los necesitan”, apunta el especialista.

Ahora mismo el policlínico solo asume los casos del área, que no son pocos, porque esa institución es responsable del estado de Salud de más de 42 milLa postcovid Guantánamo 2Para el diagnóstico efectivo de las secuelas de la COVID-19 el médico debe hacer un chequeo clínico, conversar con el paciente es clave. personas de 46 consultorios médicos y zonas como Paraguay y Santa María.

“Hemos tenido más de 4 mil contagiados con el SARS CoV-2, pero conocemos personas que han pasado todo asintomáticamente o en casa, y solo acuden al doctor cuando sienten algo que indica que tuvieron el virus. Toca al médico de familia evaluar y determinar la conducta a seguir. Insistimos en que ante cualquier sospecha hay que ir al consultorio”, afirma Sánchez Reyes.

El proceso durante los sábados

Nelkis Mahulen Heredia aguarda impaciente su turno con el especialista clínico, junto a ella hay decenas de ciudadanos en el segundo piso del Policlínico 4 de Agosto, otros tantos esperan en distintas áreas de la institución.

“Esta es mi segunda consulta -comenta Nelkis-, vine por indicación de mi médico de la familia y porque tenía mucha fatiga. Aquí me explicaron que mi cansancio dura meses, pero voy a recuperarme con ejercicios terapéuticos”.

Daniel Alejandro Leguén da fe de la efectividad de los servicios postCOVID-19, pero es su madre, Dania Martínez, quien afirma ver la mejoría en la salud del muchacho, tras cuatro consultas con los expertos del centro: “Le diagnosticaron fibrosis pulmonar, que no es neumonía, como se piensa, por la tos seca que provoca, y se está recuperando con la fisioterapia”.

El sábado debería ser el día más tranquilo en el policlínico, pero desde que comenzó la atención a convalecientes del nuevo coronavirus, la jornada laboral se extiende hasta la tarde-noche para cumplir el diagnóstico general. El proceso inicia con la información a las 8 y 30: explican los procederes, aclaran dudas y se distribuyen las fuerzas en coordinación con los pacientes.

Rafael Orlando Castillo González está a cargo del ultrasonido, que se efectúa en el primer nivel. “Este es uno de los servicios más demandados y que los sábados es solo para este tipo de casos, quienes vienen con secuelas como dilataciones intestinales, trastornos digestivos, renales, líquido libre en la cavidad abdominal, derrames en los pulmones, que deben tratarse a tiempo”.

Dice Castillo González que el equipo con el que se labora, es de finales del siglo pasado y de los pocos que aún funcionan en Áreas de Salud del municipio, ¡menos mal!, porque suple un poco las carencias de recursos para los rayos X.

“Las muestras para estudios de laboratorio: hemograma completo, leucograma, conteo de plaquetas, glicemia, colesterol, ácido úrico y urea se recogen los miércoles y se entrega el resultado a las 24 horas -aclara Yanelis Laurencio Cobas, jefa de medios diagnósticos- y casi siempre se detectan anomalías en la creatinina, que denota alteraciones en los riñones”.

La postcovid Guantánamo 3Las consultas postCOVID-19 requieren la participación de los laboratorios clínicos para examinar con más exactitud a los enfermos.Actualmente el Policlínico de San Justo atiende más de 70 sujetos cada sábado, y eso que se trata de una consulta mensual. Por suerte, entre los más afectados, los niños suelen ser menos, pero igual llegan.

“Todos los pequeños, así como las embarazadas que tuvieron COVID-19, deben chequearse paulatinamente, porque son grupos de riesgo que es mejor diagnosticar tempranamente para evitar males mayores, como el síndrome inflamatorio multisistémico, que se ha visto mundialmente de forma aislada en infantes”, alerta la pediatra Yaidelis Reyes Rojas.

Cuestiones pendientes en la comunidad

Quizás porque fue la primera experiencia, y lleva más tiempo perfilando las prestaciones con carácter multidisciplinar, el Área de Salud en San Justo constituye un referente a tener cuenta en el manejo de la postCOVID-19.

Claro que los avances en esa área también dependen del funcionamiento de los consultorios médicos y del control que tengan sobre el universo poblacional convaleciente de la enfermedad, con o sin PCR, pues el alza de casos positivos y el impacto de nuevas cepas, desde mayo, saturó el sistema sanitario, la capacidad de diagnóstico, de aislamiento y de pesquisa, deficiente por lo general, lo que atenta contra la veracidad de las estadísticas al respecto.

Por eso tiene que quedar claro que cualquiera que haya experimentado siquiera levemente la enfermedad debería acudir al médico de inmediato y evitar automedicarse. Esa es la responsabilidad que compete a la población.

Por otra parte, a la institucionalidad corresponde corregir y actualizar los mecanismos de identificación a los vulnerables en la comunidad, que ahora son más por los síntomas de la postCOVID-19, y también hay que comunicarles sin más dilación dónde, cuándo y qué deben hacer para recibir atención.

Igualmente urge revisar la disponibilidad de recursos, para garantizar que los consultorios y policlínicos estén en condiciones para asumir esta otra responsabilidad.