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Más de 300 casos relacionados con la atención a menores y adolescentes, violencia familiar y problemas de convivencia, atendieron los especialistas de la Casa de Orientación de la Mujer y la Familia en Guantánamo durante este período de enfrentamiento a la COVID-19.

Desde el secretariado provincial de la Federación de Mujeres Cubanas se significó que cumpliendo las medidas sanitarias para evitar contagios, dichas instituciones reajustaron el sistema de atención individual y colectiva para asesorar a la comunidad en la solución de problemas sociales de impacto en el hogar.

Al igual que en otros rincones del mundo, el largo periodo de aislamiento ha generado en Guantánamo un aumento de las manifestaciones de violencia intrafamiliar, donde las mujeres suelen ser más vulnerables, pues además deben asumir solas el cuidado de niños, ancianos, personas con discapacidad y las tareas domésticas.

Caraballo Vidal insistió en la importancia de continuar fomentando desde los barrios normas adecuadas de convivencia familiar, difundir mensajes de prevención de la violencia y denunciar cualquier situación de este tipo para su rápida atención desde el sistema de orientación a la mujer.

Otras de las tareas emprendidas por la institución en la actual batalla contra la COVID-19 son las charlas educativas a los adultos mayores que viven solos y las embarazadas, convocándolos a que se acojan al servicio de mensajería para evitar salir de sus hogares innecesariamente.

Las Casas de Orientación de la Mujer y la Familia fueron creadas por iniciativa de Vilma Espín Guillois en septiembre de 1990 como espacios de reflexión y aprendizaje que fortalecen el trabajo preventivo de la Federación de Mujeres Cubanas.