purificadora de agua Guaso 1La obra del colector principal o CP1, fue iniciada por Guanco y retomada en marzo por la UEB de Rehabilitación de Redes. Su objetivo: eliminar el vertimiento directo de residuales en la corriente del río Guaso.Es una imagen casi heroica: Un hombre solo y su máquina contra el horizonte, la roca dura que se deja arañar de a poco, pero cede finalmente ante la fuerza de la insistencia del cucharón de la retroexcavadora que baja, arrastra, sube, y vuelve a sumergirse en la zanja donde, al otro día, deben colocarse las tuberías.

Luis Mora Sabala, el operador de la retroexcavadora, no lo piensa demasiado. Enciende su radio y sigue el ritmo para llegar a los tres metros de profundidad y cuatro de ancho a pesar del terreno en la zona de Laja Peral, plagado de “una roca azul, guapa de verdad, y eso que la zanjeadora viene picando por los bordes y yo corto lo demás”, dice.

Por eso él comienza por la mañana “en el horario normal”, pero trabaja hasta que “se pueda ver” o, en el caso de los últimos días, hasta que la lluvia sea demasiado copiosa como para seguir...

Unos metros más arriba, en el camino de acceso que antes allanó la Empresa constructora Integral de Guantánamo, Guanco, está la máquina de termofusión que une, a base de calor, los extremos de las tuberías de polietileno de alta densidad (PEAD).

El plástico, me aclaró con anterioridad Alexey Aranda Bonne, director de inversiones de la Delegación provincial de Recursos Hidráulicos, se incluyó en la redefinición del proyecto, ante las dificultades con los materiales para los cajones de prefabricado con los que Guanco inició la obra.

Esos cajones, de hecho, eran la solución general para transportar las aguas negras de la sexta urbe más poblada de Cuba hasta una planta de tratamiento con capacidad para procesar mil 200 l/s: el proyecto original, modificado por la carencia de materiales específicos, pero que se retomará en cuanto sea posible.

Lo que se ejecuta ahora, aunque insuficiente, promete algunas mejorías y, sobre todo, es un primer paso hacia la pretensión de eliminar el vertimiento directo de residuales en la corriente del río Guaso, una causa ambientalista que en los últimos meses cobra especial fuerza entre la población citadina.

purificadora de agua Guaso 2La dureza del terreno es uno de los principales obstáculos para un avance más rápido del CP1. Luis Mora, operador de la retroexcavadora que abre la zanja donde se colocarán las tuberías, lidia con "esa roca azul, guapa de verdad", cada día.

“Ahora mismo, nos enfocamos en colocar dos líneas de PEAD que van paralelas por 5,4 kilómetros y deben conducir por gravedad los 300 litros por segundo que puede procesar uno de los módulos de la planta de tratamiento, cuyo equipamiento ya está en Guantánamo”, precisa el inversionista.

Pero se mueve...

Oscar Hodelín Pérez, jefe de la brigada de 20 hombres que tienen a sus espaldas la ejecución de la obra, la más significativa de cuantas acomete la Delegación aquí, saca los números y asegura que van bien, y que los atrasos en las construcciones civiles se compensan por el avance del movimiento de tierra y la colocación de tuberías.

Para este mes, precisa, “el plan es instalar 500 metros (1 kilómetros lineal, si sumamos ambas líneas), de los cuales ya hemos completado 120, siempre bordeando la margen izquierda del río Guaso, si tomamos de referencia el sentido de la corriente”.

Al día, se deben colocar 80 metros y dejar lista la zanja para los que se enterrarán en la jornada siguiente, de modo que el hombre de la excavadora es solo la primera parte de una coreografía de precisión en la que todos tienen algo que hacer. Aunque el régimen no siempre se cumple al dedillo.

La solución para recuperar las horas y los metros perdidos, admite el jefe de brigada, “ha sido trabajar los fines de semana, que no están incluidos en el pacto original”.

El cronograma, dicho así, suena simple: En el 2021, deben enterrar 2,4 kilómetros, de los cuales terminaron 1,2 hasta septiembre. Este mes, pretenden llegar a 500 más, y en el resto del año, completar lo faltante.

Simultáneamente, un par de albañiles trabaja en las obras de fábrica –sobre todo registros, que se colocan entre los “pepinos” de tuberías de poco más de 90 metros de largo y permitirán darle mantenimiento al colector cuando sea necesario, que lo será.

purificadora de agua Guaso 3Los atrasos en las obras civiles -registros, sobre todo- se compensan con el avance en el movimiento de tierra y la colocación de las tuberías, que van en paralelo, asegura Oscar Hodelín, jefe de la brigada de 20 hombres que acomete la obra.

La construcción de registros, justamente, es uno de los mayores atrasos en el avance físico, por el déficit de cemento. “En octubre, anuncia el jefe de brigada, entraron 10 toneladas de mortero –cada mes se demandan unas ocho- y por eso ve a los hombres encofrando. En los próximos días, se debe suministrar un poco más”.

Para asegurar la obra, se trabaja en la construcción de alcantarillas –con dos tubos también de PEAD- que se colocan perpendicularmente al trazo del colector, para que el agua de la lluvia y los cañadones pueda seguir su curso regular hasta el Guaso, sin afectar el CP1.

Se cuida, básicamente, “la pendiente necesaria para que el colector sea capaz de trasegar, desde la ciudad, los líquidos y sólidos resultantes de la actividad hogareña y la red industrial, por gravedad”, explica el topógrafo, Martín Jenkins Lescaille.

Es una obra compleja. Una serpiente de tierra que inicia muy cerca del poblado de Paraguay, donde se instalará la planta de tratamiento en una explanada de 200 por 100 metros a unos tres kilómetros al sureste del estadio Van Troi, y en esta primera parte del proyecto debe llegar hasta las inmediaciones del Puente de Prado.

Una vez allí, el colector se conectará al alcantarillado de San Justo, una tarea que, aunque también prevista como parte del acueducto de la ciudad, y con fondos del crédito para agua y saneamiento de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP; aún no inicia.

Vamos por partes

Antes de llegar al Puente de Prado, empero, el CP1 hará una primera “parada” en las cercanías del estadio. “La intención -detalla el inversionista de Recursos Hidráulicos-, es conectarlo con valor de uso a un colector ya existente en esa zona, para eliminar el vertimiento en el área conocida como La Calzada”.

Las aguas negras, sin procesar, igual irán al río, “solo que un poco más al sur, en las inmediaciones de la Empresa de Productos Cárnicos, lo cual reduce la carga contaminante por lo menos en las áreas más cercanas al centro, donde están los mayores focos”.

purificadora de agua Guaso 4Mientras se abre la zanja, en una estación cercana en el vial de acceso de Laja Peral, se preparan en la máquina de termofusión los "pepinos", integrados por ocho tramos de 12 metros cada uno.

Esa primera conexión, incluye además, la construcción de un registro, ubicado en el camino a Laja Peral, donde descargarán los carros desobstructores que hoy lo hacen –con desagradable fetidez- en la intersección de Pintó y Moncada, “lo que resolvería un planteamiento histórico de la población”, refiere el directivo.

Pero incluso ese primer valor de uso, tendrá que esperar al año próximo, cuando también “iniciará la construcción y el montaje del primer módulo de la planta de tratamiento de residuales, a cargo de Guanco”, indicó Aranda Bonne.

Reconoce, en general, que “la obra avanza, aunque no todo lo esperado... Realmente, cuando Guanco empezó a colocar los cajones –llegaron a instalarse 256-, la tierra estaba suelta y abrir la zanja no era un problema..., hasta que llegó la roca dura y los equipos de esa empresa no fueron suficientes.

En estos momentos, para ser más exactos, la brigada de la UEB de Redes ha ejecutado 12 millones de pesos de los 13 planificados para este año, para un 92 por ciento”.

La calidad, asegura, tampoco ha sido un problema. Así también le consta a Humberto Suárez Suárez, ejecutor a pie de obra: “No tenemos, hasta ahora, señalamientos de peso, más allá de la tardanza por la roca dura, el principal obstáculo desde el inicio, y la lluvia de los últimos días”.

Es, a fin de cuentas, un empeño grande que se va haciendo a paso de lo posible. Una obra colosal que acometen en silencio, por ahora, hombres muchas veces a solas con su deber y su oficio.

Un sueño que, cuando por fin se cumpla, sin tantos abalorios nos dará un río más limpio, una ciudad mejor para disfrutar en presente, y para el futuro.

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