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fábrica de chocolate de Baracoa 1La fábrica de Baracoa también garantizará la producción de pasta de chocolate amarga, con leche y blanco, además de cobertura.Casi de estreno como director de la UEB Derivados del Cacao de Baracoa, Pedro Azahares Cuza asegura que la industria está “casi lista”, en otras palabras, a punto de caramelo de la terminación de la obra -por lo menos la que es responsabilidad de la parte cubana- y el proceso de puesta en marcha.

Lo que me dice lo he escuchado antes: cuando la COVID-19 todavía no había cerrado las fronteras del mundo, también se ultimaban detalles -entonces un poco más significativos- y se esperaba la entrada de los técnicos de las empresas extranjeras Bhuler y Mazzeti, fabricantes de la tecnología.

Después pasó lo que todos sabemos. La pandemia obligó a las brigadas de obreros nacionales a retirarse a sus provincias y parar el montaje de la maquinaria, y a salir del país a los extranjeros, que tienen a su cargo parte de la instalación, las pruebas del equipamiento, la capacitación del personal y la puesta en marcha.

Pero ahora, con un avance superior de montaje de la fábrica ubicada en el Consejo Popular de Mabujabo, y la apertura de fronteras a partir de este 15 de noviembre, esta vez podría ser la vencida.

Salto grande

Las dos líneas principales que se han montado con equipamiento nuevo importado por medio de Alimpex, asegura el inversionista Reinaldo Mosqueda Martínez –también con solo unos pocos meses en ese cargo-, “están a más de un 95 por ciento (%)”.

Se refiere a la línea de procesamiento de cacao, que denominan Uno, de la marca alemana Buhler, donde se muele el grano y sale la manteca de cacao (producto exportable líder) y la cocoa micropulverizada; y la línea de tabletas industriales y bombones, bautizada como Dos, de la firma italiana Mazzeti.

La germana, precisa, está a un 95 % del mantenimiento mecánico y 97 % de la parte automática, a cargo del fabricante. Mientras la itálica –que procesará tabletas de 100, 50 y 30 gramos, bombones rellenos de 12 gramos y varias masas y coberturas- marcha también a un 95 %.

A la última, apunta el inversionista, solo le falta el montaje de las envolvedoras, que están importadas desde hace casi dos años, pero deben hacerlo los técnicos extranjeros, según los acuerdos, “que incluyen determinados momentos y procesos en los que deben estar los fabricantes, como requerimiento para la garantía”.

Mientras, el grueso del sistema de vapor -también con equipamiento nuevo- se terminó, y se completa la instalación del de agua caliente (99 %) para los equipos tecnológicos, cuya principal función es mantener la viscosidad de los productos durante el proceso de elaboración, como la manteca de cacao, por ejemplo.

fábrica de chocolate de Baracoa 2El aislamiento con piezas de aluminio de las tuberías del sistema de agua caliente -por una brigada de Alastor- es una de las pocas tareas pendientes.

Se arma, además, un laboratorio nuevo y avanzado para análisis físico químicos, sensoriales y microbiológicos que garantizará que las variedades de chocolatería que salgan de la fábrica cumplan con todos los parámetros para ser competitivos en el mercado.

El resto de las líneas, donde se obtienen productos como la mezcla de chocolate con azúcar que se vende a la población y a la gastronomía, la natilla, y el desayuno, además de las dedicadas a la fabricación de tabletas artesanales y bombones, recibieron mantenimiento.

Es, sin duda, un salto grande.

Cuantitativamente, las cuentas no pueden ser más claras. La línea Uno podrá moler de 14 a 20 toneladas de cacao en dos turnos de trabajo, de cinco que procesaba la antigua tecnología, con más de medio siglo de explotación.

Entretanto las 9,6 toneladas de tabletas en 16 horas que se obtendrá en la línea Dos, hacen palidecer al extremo las 2,5 de confituras en ese mismo tiempo de trabajo. Lo mismo las dos toneladas de bombones que, antes, se lograban en un mes y, cuando abra la fábrica se duplicarán en un solo día de labor.

Además de la cantidad, se incrementa la variedad de los surtidos con base de chocolate, a partir de las amplias posibilidades que abren las líneas de bombones y tabletas rellenas, que además podrían llevar a encadenamientos productivos con otros renglones propios de la región.

Mosqueda Martínez, casi recién llegado al cargo, pero con larga data en la industria chocolatera local, pondera sobre todo el salto cualitativo. “Desde hace años nuestras producciones no cumplían con los parámetros de calidad, tanto en el aspecto de la granulometría (medida de los granos) como del microbiológico.

“Ahora la historia cambia. Tenemos equipos capaces de proporcionar alta calidad, tanto en los granos como en el aspecto microbiológico, gracias al proceso de desbacterizado de la nueva tecnología. Eso nos hará competitivos en el mercado interno y en el de divisas”, abunda.

Manos en la obra

Hay silencio, y el olor característico del cacao mientras se procesa no nos envuelve como en otros años, pero en la industria que fundó Ernesto Che Guevara el 1ro de abril de 1963 como Fábrica de Chocolate Rubén David Suárez Abella, los obreros no se detienen.

fábrica de chocolate de Baracoa 3Casi 3 mil toneladas de cacao en granos, más del 92 por ciento de primera calidad, se atesoran desde el 2018 como garantía para la molienda, asegura el director de la industria, a la derecha de la foto.

En el área de la línea Uno, una brigada de tres hombres de la Empresa de Refrigeración y Calderas, Alastor, de Guantánamo, se afana en terminar la instalación de las tuberías del sistema de agua caliente.

Pedro Céspedes, el más veterano y jefe de la brigada, explica que cada tubería lleva primero una capa de lana de vidrio y luego, “en lo que estamos ahora, colocando coberturas de aluminio para que no se pierda el calor, lo que ahorra gran cantidad de combustible”.

Empezaron a trabajar el 27 de octubre. “En una semana, detalla, hemos colocado el aluminio en unos 150 metros de tuberías..., no vamos mal, pero de acuerdo con el cronograma llevamos cierto atraso, por la COVID-19, pero también porque no habían llegado las piezas”.

Alexis Fuentes, jefe de la brigada holguinera de Seric que tuvo a su cargo la insulación (aislamiento) del sistema de vapor, confirma que “solo restan pormenores, como la instalación de un drenaje y manómetros, y otros detalles puedan surgir en el proceso de puesta en marcha”.

También hay movimiento en los almacenes donde, hoy, se guardan casi 3 mil toneladas de cacao que la UEB baracoesa ha comprado a las bases productiva desde el 2018 y mantiene en varias instalaciones, incluyendo el puerto y el sistema de la agricultura, de ese municipio y otros de la provincia.

En los almacenes de la entidad se tienen los granos más antiguos. “Aquí, me dice el encargado de esa área, Juan Ugarte, hay casi 400 toneladas de cacao desde el 2018, con todas las condiciones para mantenerlo en buen estado, como se comprobó en revisiones recientes”.

Probando “eslabones”

Pero antes de la fábrica, está el campo, los esfuerzos para recuperar los sembrados tras Matthew que, en el 2016, vino a ensombrecer un año en el que se logró un récord productivo de 3 mil 400 toneladas de cacao, la mayor parte, de primera calidad.

Neoselvis Navarro, jefa productiva de la Empresa Agroforestal y Coco, dice que el trecho ha sido largo y complejo de más, por la falta de fertilizantes químicos durante los últimos 24 meses.

fábrica de chocolate de Baracoa 4El inversionista pondera, sobre todo, la calidad y variedad de los surtidos, la mayoría de los cuales saldrán de la línea Dos, en la foto.

Actualmente, de las 3 mil 147 hectáreas (ha) dedicadas al cacao en Baracoa solo 2 mil 120 están en producción, con un rendimiento de 0.6 toneladas por ha. La consecuencia es evidente en las cifras de acopio: de mil 400 toneladas que debían tener para esta fecha, solo han recogido mil 100.

¿Podrá, entonces, el campo seguirle el ritmo a la industria? Es la pregunta del momento. La directiva apuesta a que podrán cumplir su parte, de acuerdo con los planes de desarrollo de la empresa, que proyectan tener en producción 3 mil 500 ha para el año 2030.

Aunque, reconoce, ni ello “saciará” a la moderna planta de Mabujabo, que deberá buscar en los campos de otros municipios productores como Maisí, Imías y San Antonio del Sur. “Pero lo importante es renovar todas las áreas, y cumplir con lo que se espera de nosotros, como mayores productores de cacao en Cuba”, sentencia.

Campo e industria, unidos, forman una cadena firme y ventajosa. De modo que la fábrica es más que eso, y el intendente Norge Rodríguez lo sabe. “Es el renglón final de la cadena productiva del cacao, un ciclo que comienza con las vitroplantas de los viveros, y termina aquí, con productos con calidad para la exportación y el consumo interno”.

Para el presidente de la Asamblea municipal del Poder Popular, Luis Sánchez, es “básicamente lo que necesita el país, una industria capaz de impulsar a la agricultura -la otra era un freno-, de asumir elaboraciones locales y lograr productos finales, con mayor valor agregado... Además, con un fuerte componente identitario”.

Y para el baracoeso común, un sueño que esperan volver a saborear.