Con 901 casos positivos a la COVID-19 (867 autóctonos y 36 importados), la provincia de Guantánamo se enfrenta al cuarto rebrote de la pandemia, con una tasa de incidencia de 171.5 por cada 100 mil habitantes en los últimos 15 días y presencia de la enfermedad en todos los municipios, con mayores riesgos en Baracoa, Yateras, Maisí y Caimanera, sitios que superan la tasa media provincial.
La Primada de Cuba encabeza la tabla de los contagiados, con 402 casos, 28 controles de focos (de los 90 existentes en la provincia) y un universo de mil 666 personas vinculadas, directa o indirectamente con los positivos, lo que indica la persistencia de incumplimientos de los protocolos de salud e inobservancia de las medidas de prevención.
Yateras, Caimanera, Maisí y San Antonio del Sur también enfrentan una situación compleja, por el alto riesgo de transmisión que poseen: constantemente diagnostican infectados y predomina la dispersión en distintas zonas, lo que dificulta seguir la cadena epidemiológica.
Llama la atención que en los últimos 14 días se acumulan 96 ciudadanos sin fuente de infección precisada, situación que atenta contra el adecuado control del virus, sobre todo, ahora, cuando está comprobada la presencia de la variante Ómicrom, cuya alta transmisibilidad obliga a replantearse las acciones para prevenir su expansión.
Las autoridades sanitarias recomiendan a la población apegarse a los protocolos de aislamiento domiciliario, especialmente al llegar de otras provincias o municipios, pues el actual rebrote inició con el arribo de viajeros que traían la enfermedad. En caso de sentir síntomas se debe acudir al médico para descartar la presencia del SARS-CoV-2, y se insiste en la protección y desinfección constante para reducir riesgos en medio del contexto actual.
En reunión del Grupo temporal provincial para la prevención y control del nuevo coronavirus, Emilio Matos Mosqueda, gobernador de Guantánamo, orientó tomar las medidas punitivas contra las personas o instituciones que con su accionar irresponsable pongan en peligro la salud colectiva.
Usar obligatoriamente el nasobuco, velar por el distanciamiento físico, elevar las pesquisas activas comunitarias, y vigilar los viajeros nacionales o foráneos vuelven a ser las fórmulas principales a seguir para ganar esta batalla por la vida.
La estrategia de enfrentamiento a la pandemia continúa actualizándose, de ahí que en los territorios donde sea posible se mantendrá en aislamiento a sospechosos hasta su resultado de PCR, y en el resto de las localidades se establecerá la vigilancia domiciliaria hasta el diagnóstico. Los confirmados se clasificarán como de moderado, mediano o alto riesgo, con hospitalización para estos últimos.
Los contactos se estudiarán mediante test de antígeno (SUMA) y si el resultado es positivo se realizará PCR. También para el control epidemiológico continúan los test de antígenos en los cuerpos de guardia de los hospitales y en los 22 policlínicos de la provincia.