educa tu hijoEl programa Educa a tu hijo cuenta con el apoyo de padres, educadoras, activistas de la Federación, el Índer e instructores de arte, entre otros.

En la comunidad de Sempré, en el municipio de El Salvador, Alejandro sabe contar hasta 10. Además, juega, sentado en el portal del hogar, con pequeñas figuras geométricas de madera, confeccionadas manualmente. 

 

“Tengo cinco cuadrados, ocho círculos, tres triángulos y 10 óvalos”, dice cuando la reportera de Venceremos le pregunta sobre las piezas que sostiene entre manos, cubiertas con telas de colores.

Junto al pequeño está Sara, su mamá, quien tras adelantar las tareas hogareñas, ayuda al hijo a adquirir conocimientos elementales para llegar a la escuela primaria con nociones básicas para su adecuada inserción en el entorno escolar.

Sara agradece la oportunidad de participar en ese proceso, vital para su bebé y que es resultado directo del vínculo con el Programa Educa a tu hijo, que refuerza el rol del hogar como primera escuela del ser humano.

“Contar con esta modalidad de estudio en la localidad, donde no hay círculos infantiles, permite a nuestros retoños aprender mucho y hasta intercambiar saberes con otros. Se les enseñan los colores, las figuras, cuentos, de tal forma que inician la escuela mejor preparados”, asevera la madre de Alejandro.

Con ese fin fue creado hace 30 años el Programa Educa a tu hijo, para facilitar que infantes de las primeras edades (de cero a seis años) desarrollen habilidades con la ayuda familiar, para luego insertarse exitosamente en la primaria.

educa tu hijo2Soray Durán, promotora, promueve el aprendizaje de los pequeños en actividades con padres y niños.

Soray Durán Calzado es una de las promotoras líderes del Consejo Popular de Sempré. Con seis años de experiencia en el Programa, reconoce la utilidad de ese proyecto social de la Revolución cubana que aglutina a todos los factores de la localidad para hacer viable y sostenible esta peculiaridad no institucional.

“Es muy importante la imbricación de la comunidad y las organizaciones de masas para cumplir con las tareas, pero el protagonismo es de la familia, que desde el hogar educa y participa en el desarrollo integral de los pequeños, su crecimiento físico y mental armónico desde edad temprana”.

En esa localidad rural, Durán Calzado atiende un grupo múltiple de 15 infantes, de tres a cinco años, y otros 10 de uno a dos años, a quienes enseña el mundo de los objetos, a utilizar una correcta y fluida comunicación, y hasta narran cuentos. Todo ello contribuye a la expresión oral y al desarrollo de la imaginación.

Todos esos beneficios se multiplican a diario en los Consejos Populares de los 10 municipios de Guantánamo, donde el proyecto está presente para suplir las necesidades de más de 29 mil niños, de ellos 13 mil en el Plan Turquino.

Tres décadas de un programa

Lorenza Álvarez Morales, metodóloga integral al frente del Programa en el territorio, reconoce que gracias a las promotoras y más de 300 ejecutoras voluntarias, Educa a tu Hijo constituye un eslabón esencial en la organización y efectividad de la enseñanza desde la comunidad.

“Ellas tienen la responsabilidad de capacitar a los padres en las actividades que deben realizar en el hogar, además de impartir conocimientos elementales de Matemáticas, la naturaleza y otros temas que la familia debe “dominar” en casa para ayudar al desarrollo intelectual de sus hijos”, explica.

educa tu hijo3En la comunidad de Sempré existe amplia información sobre el Programa.

Se trata de un proyecto integrador que inicia con las embarazadas, desde el momento de la captación y seguimiento; de ahí que tengan relevante participación los ejecutores del Programa Materno-Infantil y la Atención Primaria de Salud, los primeros en dar las orientaciones educativas necesarias para preparar a la gestante en el cuidado del bebé durante la maternidad y al nacer.

“Precisamente es la intersectorialidad lo que garantiza el éxito o no del programa en el barrio, ya que participan diversos factores, organismos, e instituciones, como los ministerios de Salud Pública, Cultura, Justicia, Trabajo y Seguridad Social, el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (ÍNDER), la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, y la Federación de Mujeres Cubanas”, señala Álvarez Morales.

Hasta el Ministerio del Interior tiene su rol en la vitalidad de este modelo de atención, pues se extiende también hasta los padres que cumplen sanciones en centros penitenciarios. En cada institución de ese tipo existe un grupo coordinador, conformado por los reclusos, como los ejecutores voluntarios, y las promotoras responsables de la capacitación.

Según la especialista, el programa fue uno de los más afectados por la COVID-19, pues impedía mantener ese asesoramiento constante por el sector de Educación a los padres. Sin embargo, se trazaron estrategias, y usando la tecnología se orientó a la familia paso a paso para continuar el proceso formativo de los niños.

“Ante las restricciones por la propagación de la pandemia se suspendieron las actividades conjuntas grupales, pero la enseñanza continuó a través de debates en grupos de WhatsApp, intercambios telefónicos con los promotores, actividades desde espacios televisivos, así como la divulgación de información en murales de los consultorios médicos y mensajes radiales e intervenciones en la televisión -afirma-. Nunca nos detuvimos”.

Cuando hace tres décadas surgió el Programa Educa a tu hijo para suplir necesidades educativas en zonas rurales, nadie imaginó la trascendencia de tal invención. Hoy se aplica en todo el territorio nacional por sus aportes al desarrollo integral de cada niño, desde su nacimiento hasta los seis años de edad, y es que la esencia multidisciplinaria del proyecto y su carácter familiar demuestran la efectividad de la formación cuando toda la sociedad se involucra en ello.

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