El compromiso de continuar la obra y el legado revolucionario del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz definió el homenaje del pueblo de Guantánamo, por el aniversario 63 de la primera visita que el líder histórico realizó al territorio más oriental de Cuba, el 3 de febrero de 1959.
Rafael Pérez Fernández, miembro del Comité Central del Partido y primer secretario en la provincia, y Emilio Matos Mosqueda, Gobernador, junto a Reudenys Salas Hartemant, líder político juvenil en el Alto Oriente cubano, presidieron la conmemoración durante la cual fueron entregados carnés de la Unión de Jóvenes Comunistas a nuevos militantes.
Durante el evento se condenó el criminal bloqueo estadounidense contra Cuba, que coincidentemente fue decretado un 3 de febrero, pero de 1962.
El acto político-cultural reunió a la juventud frente al hoy Instituto Politécnico de Economía Asdrúbal López Vázquez, entonces Escuela de Comercio, escenario de la multitudinaria concentración de pueblo en 1959, desde donde el Líder de la Revolución Cubana se dirigió por primera vez a los guantanameros.
En aquella inolvidable ocasión, Fidel se refirió a las causas dilatorias de esa visita y a la precaria situación de Guantánamo, donde existían entonces “miles de hombres sin empleo, decenas de miles de hombres ganando salarios de hambre, decena de miles de campesinos sin trabajo, sin tierra”.
En su trascendental intervención, el Comandante en Jefe afirma que la Revolución nunca recibirá órdenes de ningún gobierno y anuncia el derrumbe de la dictadura del hambre, la miseria, la ignorancia y el analfabetismo.
El 3 de febrero de 1959, solo 34 días después del triunfo revolucionario, Fidel llegaba a Guantánamo, y tras ser recibido oficialmente en el parque José Martí, rodeado del pueblo, se dirige hasta frente a la Escuela de Comercio donde, expresa la convicción de “...Luchar hasta morir si algún poder extraño viene a atacarnos".
En la antigua Escuela de Comercio una tarja rememora aquella inolvidable jornada y, a su vera, un mural refleja la entrada a la ciudad del Mayor General Pedro Agustín Pérez, el único mambí del Alto Oriente cubano que alcanzó ese alto grado militar.
