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Polymita picta Foto Bernardo Reyes Tur 960x640El caracol pintado cubano (Polymita picta) fue coronado como Molusco del año 2022, al recibir la mayor cantidad de votos en el concurso promovido por Senckenberg Nature Research Society, LOEWE Center for Translational Biodiversity Genomics (TBG) y la Sociedad Mundial para la Investigación de Moluscos (Unitas Malacologica).

La Polymita picta fue nominada por el Dr. Bernardo Reyes Tur, investigador del Departamento de Biología y Geografía de la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba, y como “recompensa” por ganar, ahora se secuenciará todo su genoma a través del Centro LOEWE TBG.

Durante la competencia de dos semanas y media, se emitieron un total de 16 mil 388 votos desde 148 países, donde la Polymita picta se impuso con 10 mil 92 votos a las otras cuatro especies candidatas: La mariposa marina (Cymbulia peronii) con 2 mil 773; el gusano marino (Teredo navalis) con mil 643; el pie de barcaza (Fustiaria rubescens) con mil 115; y el caracol de sedimento (Telescopium telescopium) con 765.

Del 25 de febrero al 15 de marzo de 2022, se invitó a todos los interesados a votar en línea por una de las cinco especies finalistas, entre los que se encontraban tres especies de caracoles, una especie de mejillón y una concha colmillo o escafópodo. Un comité de investigadores de las instituciones organizadoras seleccionó estos cinco mejores de entre 50 nominaciones para la competencia de 2022.

La Polimita, como se le conoce comunmente en Cuba, mide de dos a tres centímetros y se destaca por las coloridas variaciones de su caparazón. También tiene una enigmática "flecha de amor": una flecha de tiza que se usa para apuñalar a las parejas de apareamiento para transferir hormonas sexuales. Los caracoles son macho y hembra a la vez, sin poder fertilizarse, se reproducen durante la época de lluvias y viven entre uno y dos años.

Este molusco solo se encuentra en algunas zonas del oriente de Cuba -sobretodo en áreas de los municipios guantanameros de Baracoa y Maisí-, y sin embargo, habita una amplia gama de hábitats, desde sitios extremadamente secos hasta selvas tropicales. Se alimenta de musgo y líquenes en la corteza de los árboles y de esta manera ayuda a mantener los árboles saludables. Debido a la pérdida de hábitat y la caza furtiva, se considera en peligro de extinción.

“Nos complace que el caracol pintado cubano haya sido seleccionado. Su genoma podrá proporcionarnos información importante sobre la base genética de las variaciones de color de su caparazón”, asegura la Dra.C. Carola Greve, miembro del jurado y directora de laboratorio en el Centro LOEWE TBG.

“En el caso de los moluscos, hasta ahora solo hay unas pocas especies cuyo genoma se ha secuenciado por completo, y esto a pesar de que forman el segundo filo animal más grande después de los artrópodos”, dice Greve.

Para la profesora Dra.C. Julia Sigwart, jefa de sección del Departamento de Malacología del Instituto de Investigación Senckenberg y el Museo de Historia Natural de Frankfurt, el renovado alto nivel de interés en la competencia es un gran éxito: “Cuando iniciamos a fines de 2020, nuestro objetivo era dar a conocer los moluscos y su enorme biodiversidad. Ahora estamos bien encaminados para lograrlo. Nos gustaría agradecer especialmente a los investigadores y amantes de los moluscos que nominaron tantas especies especiales y hermosas”.

Además de la doctoras en ciencias Julia Sigwart y Carola Greve, los miembros del jurado de la competencia para el Molusco del año 2022, fueron el Dr.C. Tilman Schell, bioinformático del Centro LOEWE TBG, y el Dr.C. Yasunori Kano, miembro de la Unitas Malacologica

Information on the five finalist species in the “Mollusc of the Year 2022” competition.