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Oceanía Orihuela

La encuentro rodeada de papeles. Entre renglones y reuniones: ese ha sido el ambiente natural de Oceanía Orihuela Bigñote desde que asumió la presidencia del Consejo Electoral Provincial en Guantánamo, CEP, entonces un órgano recién nacido al amparo de la nueva Constitución.

Han pasado tiempo y procesos, “pero este, me dice sin sombra de duda, ha sido la prueba de fuego, el más exigente de todos los que, como órgano, hemos asumido hasta ahora…, y no hemos terminado”.

¿Cuáles son los resultados de este proceso, al menos de manera preliminar?

Lo primero es que, como estaba previsto en nuestros cronogramas, realizamos las 3 mil 385 reuniones en las circunscripciones.

El pueblo ha asistido y participado, que no es lo mismo. Cada elector tuvo la posibilidad de intervenir, dar su criterio en sus barrios, entregarlo por escrito en los consejos electorales municipales y en varias plataformas digitales del Ministerio de Justicia, la propia Comisión Electoral…

Han expresado abierta, libremente sus opiniones, sin que sean criticadas o rebatidas por nadie; y con ese mismo espíritu de fidelidad a la opinión popular han sido recogidas en las actas.

La consulta, como casi todos los procesos revolucionarios de los últimos tiempos, no escapó a campañas de descrédito, suspicacias malintencionadas. ¿Cómo se prevalece en esos contextos, se logra que las personas confíen, aporten?

Con respeto, cuidado y transparencia demostrados desde la base, donde una persona que interviene tiene derecho a revisar si sus palabras fueron redactadas correctamente, en la misma reunión, y exigir lo mismo en los consejos electorales municipales.

Cada intervención se redactaba y se procesaba con sumo cuidado. Vi, hace poco, a una secretaria de circunscripción ir detrás de un elector que había realizado varias propuestas para comprobar que “no se le había quedado nada”, y más de una vez, ante una duda, los miembros de los consejos han buscado aclararla tocando a las puertas de las personas.

Llevamos, además, un registro documental de todo el proceso, minucioso, preciso, auditable.

Un proceso llevado adelante por personas cuidadosas, respetuosas, de las cuales una buena parte son muy jóvenes…

Ciertamente. Fue una fortaleza. Cuando miras, hay mucho joven en las comisiones de circunscripción, trabajando en las comisiones, que lo han hecho muy bien, incluido un presidente de consejo electoral de circunscripción, en Norte Los Cocos, que es estudiante de Medicina.

¿Qué hay para destacar? ¿Qué podría haberse hecho mejor?

Es importante reconocer a los miembros de los consejos electorales y los juristas, por la calidad del trabajo y el esfuerzo inmenso que implicó este proceso de consulta.

Detrás de cada reunión, hay una planificación detallada, horas de preparación, gente que tuvo que viajar muchas horas para llegar hasta los sitios más intrincados de la provincia, caminar cuando falló el transporte, sortear lluvia, cansancio, adversidades.

Mejoraría la preparación de la población ante un proceso como este. Además de los tabloides, que aquí llegaron un poco tarde, la televisión, la radio…, hay que explorar otros medios para que la gente entienda y contribuya, porque lo segundo no es posible sin lo primero.

Lo decía usted al principio, esto apenas comienza…

Luego del cierre oficial de la consulta, empezamos a prepararnos para el referendo, que implica la conformación de los colegios electorales y el aseguramiento de todo lo necesario para que se cumpla la ley.

Por eso insisto en que este proceso hay que mirarlo en presente, seguir informando a la población, creando conciencia sobre la importancia de este Código que además de moderno, inclusivo, justo…, es una obra colectiva, de todos y cada uno de nosotros.

Preservarlo, preservar ese mandato de que todas las opiniones cuenten, es nuestra responsabilidad. Una muy grande.