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rendicion cuenta piloto caribeMariela Carballo asegura que a la Federación ningún problema de la comunidad le es ajeno.

Lista para la zafra azucarera, entre las primeras en trabajos voluntarios, donaciones de sangre, promotora de la necesidad de darle más empleo y superación a la mujer… ahí está Mariela Carballo Vidal, una fémina imparable, quien llena de nuevos bríos y valor a la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) en Guantánamo. 

 

"A las federadas ningún problema nos resulta ajeno -asegura- porque como dijo Fidel, somos una permanente Revolución dentro de la Revolución".

Con más de 30 años como cuadro de la Federación, la septuagenaria guantanamera plantea que la organización ha sido y es, vanguardia en la lucha por la equidad y los derechos de las cubanas, sin embargo, aún puede hacer más a favor del modelo social cubano, en ese sentido se trabaja ya, se renuevan estilos de dirección, se rescatan experiencias y con nuevos objetivos se revitalizan interno y externamente en busca de más conquistas.

“Es necesario elevar el protagonismo de las federadas en las delegaciones de base, la preparación político-ideológica de las dirigentes, pero sobre todo, incrementar el vínculo con los organismos e instituciones para transformar la comunidad”, afirma.

Mariela atesora con orgullo sus años como dirigente de la FMC: primero secretaria general en el municipio de El Salvador entre 2005 y 2009; recuerda de entonces, la organización de una gran movilización de mujeres para la zafra cafetalera en Bayate como parte de las actividades por el natalicio de Tamara Bunke Bider.

“Fue una etapa muy bonita, reunimos 19 carros llenos de amas de casa, trabajadoras de todos los sectores, jóvenes, quienes limpiaron toda la zona en pleno pico de maduración del café tras lo cual hicimos el chequeo de emulación en Los Pinos de Bayate”, detalla Carballo Vidal, hoy jubilada.

La vocación de líder a Mariela le viene de tiempo atrás, cuando a principios de los difíciles años 90 era profesora del politécnico Reynaldo Castro Fernández, de El Salvador, el mismo centro donde estudió y le pidieron quedarse una vez graduada. Entonces el espíritu de convocatoria, la responsabilidad y el compromiso con el deber sobresalían en la estudiante y más tarde en la joven que impartía clases.

“Yo digo siempre que mi formación como cuadro fue en El Salvador, aunque soy de Niceto Pérez. Por eso agradezco a mis profesores de esa etapa, y también a Catalina Fuentes López, recién fallecida, quien fue la cátedra de la Federación de Mujeres Cubanas en la provincia; su talento, entrega y constancia con la organización fueron el ejemplo a seguir de muchas generaciones de dirigentes femeninas, realmente merece el homenaje eterno”, dice con voz cortada.

A Mariela Carballo le emociona hablar del trabajo de las federadas, al que define “como una obra de infinito amor”. Entonces toma como ejemplo el trabajo preventivo y profiláctico contra la violencia de género, la educación sexual para prevenir el embarazo en la adolescencia, la atención a familias vulnerables, a madres con numerosos hijos, los talleres comunitarios.

“Son múltiples las tareas de la FMC, y así lo dijo nuestro eterno Comandante Fidel al fundar la organización cuando expresó que en el sector femenino de nuestra población la Revolución tenía un gran respaldo, y hemos cumplido con cada tarea”, asegura.

Carballo Vidal ha sido instructora del Partido, miembro del secretariado de la FMC en la provincia para atender la esfera ideológica, delegada de la circunscripción 32 en el reparto Caribe, y cuenta con múltiples reconocimientos por su entrega y dedicación a cada responsabilidad, entre ellos la Orden Ana Betancourt, que otorga el Consejo de Estado, recibida recientemente en acto solemne por el 62 aniversario de la fundación de la FMC.

“Ahora estoy jubilada, no retirada”, dice en modo jocoso y agrega que aunque ha ocupado diferentes cargos siempre se presenta como Mariela, la federada, “porque como Vilma nos inculcó, en cada espacio que estemos continuamos defendiendo los ideales de dignidad, emancipación y justicia alcanzados en esta Revolución, a la cual seré siempre fiel”, concluye.