El contenido de los embalses de Guantánamo, reflejado en el parte de la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos, constituye prueba de la intensidad de la sequía casi secular que azota al Alto Oriente de Cuba.
Las principales obras hidráulicas almacenadoras del territorio almacenan en conjunto menos de 100 millones de metros cúbicos (m3) de los 347 millones para las que fueron diseñadas.
El contenido es equivalente al 28 por ciento de aprovechamiento de la capacidad instalada en el territorio y efecto del precario régimen de lluvias, el cual se comporta apenas al 44 por ciento de la media histórica hasta la fecha
Han descendido láminas de lluvia equivalentes a 397 milímetros (mm) mucho menos de la mitad de los 885 mm que como promedio suelen descender.
Llama la atención que esa escasez de humedad se manifiesta en medio del período de más lluvias en Cuba (mayo-octubre) y punto de adentrarnos en septiembre, mes que suele ser lluvioso en la provincia, con frecuencia afectado por huracanes.
Expertos aseguran que en las últimas seis décadas, ese insidioso proceso natural que afecta a los cultivos y al hombre, solo ha brindado sus breves treguas, en presencia de eventos meteorológicos extremos.
Pero en la actual temporada de ciclones, estos han hecho mutis hasta ahora en la región cubana más al Este de la capital del país, donde el alargamiento de los ciclos de distribución de agua no se descarta, si persiste la falta de precipitaciones.
Tampoco es improbable que varias de sus represas se adentren en el llamado volumen muerto.
Así denominan los hidrólogos a las situaciones en que la cantidad de sedimentos en el vaso de un embalse, impide extraer el agua, sin perjuicio de la salud humana.
Esa prohibición pende como amenaza sobre el embalse La Yaya, diseñado para guardar 160 millones de metros cúbicos y ahora a un tercio de su capacidad, con 52 millones de m3 en su vaso.
La mayor represa de la región tiene además la desventaja de ser alimentada por el río Guantánamo, el cual, contra lo que su nombre indica, no nace en esta provincia, sino en el santiaguero municipio de Songo-La Maya, y en su trayecto debe vencer el obstáculo de varios tranques que lo obstaculizan y merman su caudal.