Más de 50 hectáreas de suelos erosionados por cárcavas fueron corregidas durante el transcurso de este año en el Elemento Natural Destacado Cañón del Yumurí, área protegida de la provincia de Guantánamo donde se priorizan las acciones de la Tarea Vida, plan de Estado para enfrentar los efectos del cambio climático, aprobado por el Consejo de Ministros en el 2017.
Geovannis Cardoza Matos, al frente de un equipo de 21 trabajadores de la Unidad Empresarial de Base de Flora y Fauna en el municipio de Baracoa, explicó que las labores de conservación en las superficies deterioradas incluyeron la colocación de tranques con plantas de raíces fibrosas y restos de otros árboles y piedras.
Esas barreras evitan el arrastre de la capa vegetal del suelo por agentes como la lluvia, el viento e, incluso, los seres humanos. La cárcava es un canal natural o incisión causado por el flujo de agua que produce erosión en la tierra.
En el pintoresco sitio que abarca 910 hectáreas, se materializan 13 proyectos para la conservación de plantas y animales endémicos, mientras se fomenta la educación medioambiental en los campesinos y los visitantes a esa zona destacada por su impresionante belleza natural.
Esas iniciativas enfatizan en la necesidad de evitar la contaminación del río Yumurí con sustancias tóxicas y combatir el vertimiento de productos dañinos para la flora y fauna en los cuatro senderos turísticos habilitados en el lugar.
También se prohíbe la tala de árboles como el caguairán y la comercialización ilícita del caracol pintado cubano (Polymita picta), merecedor del premio al Molusco del año 2022.
Cardoza Matos destacó los resultados de un estudio realizado en Yumurí sobre el comportamiento de los parámetros reproductivos de especies endémicas de la avifauna inventariada y la elaboración de nidos artificiales, que permitirá proteger mejor los huevos y crías de estas especies ante la nociva invasión de animales depredadores.