Más del 75 por ciento de los medios en el proceso de homologar son motores sin sidecar, asegura el directivo. Con preguntas aún en el aire sobre los riquimbilis, y más de un rezo porque el proceso que prometió llegar de forma excepcional y por única vez, tenga, al menos una segunda parte, Rainelkis Veranes García, subdirector técnico de la Dirección provincial de Transporte, asegura que “todo está bajo control”.
Lo avala, a estas alturas, que casi el ciento por ciento de los 3 mil 796 riquimbilis inscriptos en el territorio, ya se presentaron ante las comisiones de revisión técnica: la Empresa de Revisión Técnica Automotor (ERTA) o somatón, y otras dos creadas para agilizar el proceso solo para medios de dos y tres ruedas.
La cifra, aclara el directivo, es la más alta del país. ¿Qué queda? ¿Cómo marchan las diferentes fases del proceso? Son algunas de las preguntas para dar luz sobre la Resolución 200/2021 del Ministerio del Transporte para la homologación de vehículos de motor, remolques y semirremolques, ensamblados por partes y piezas.
¿Cuáles son los resultados, hasta la fecha, de la “legalización de los riquimbilis”, como se le conoce regularmente al proceso?
Tenemos registrados ciclomotor, motor sin sidecar, moto con sidecar, triciclo (incluidos bicitaxis con motor eléctrico o de combustión interna), autos, jeep, camionetas, panel, camiones, cuñas, remolques, semirremolques, ómnibus y microbus.
De los que pasaron esa primera revisión, 2 mil 205 vehículos fueron aprobados y continuaron el proceso. El resto, un 25 por ciento, se denegaron con requerimientos y a partir de ese momento tienen 180 días para resolver los problemas y volver a pasar inspección.
Hemos terminado la tramitación de 954 expedientes que fueron enviados a La Habana, de los cuales se legalizaron, con su chapa ya o esperando, 810 medios.
¿Qué pasos hay que seguir, y cuáles demoran más?
Cuando pasa la revisión, aquí en la subdirección técnica se conforma un expediente con el acta de la inspección, la fotocopia del carné de identidad, una declaración jurada de que las partes y piezas no tienen procedencia dudosa, los datos de la inspección y tres fotos del vehículo, por delante, por detrás y lateral.
Ese expediente se organiza, y se monta un listado de entre 50 y 100, y se lleva a Registro de Vehículos, que pasa esos datos por el sistema para comprobar la legalidad de las piezas. Hoy, por ejemplo, tenemos 94 expedientes parados por unidades que no están liberadas, que aparecen como partes de otro medio.
¿Cómo podría evitarse esa traba?
Pongamos un ejemplo. Usted tiene un motor con cilindraje de 100 CC y quiere armar uno de 125 CC, así que hace la conversión legalmente, pues debería declarar ante el Registro de Vehículos que ya no está usando la unidad vieja, y liberarla.
Si ya está en el proceso, el dueño original debe ir y hacer ese trámite, que es sencillo, y así se continúa la homologación.
¿Qué viene después?
Luego, pasan por la comisión Minint-Mitrans, presidida por el director de Transporte en la provincia, que vuelve a revisar la documentación, la coincidencia de los nombres, la numeración y que cada medio tenga los elementos necesarios, ya sean focos, pedales, guardacadenas… En una semana hemos procesado hasta 400 expedientes.
El director de la comisión firma los expedientes y empezamos a digitalizarlos, para conformar una carpeta con el dictamen y la ficha técnicos, el listado aprobado por Minint-Mitrans y las fotos del vehículo, que mandamos al Ministerio para su aprobación final.
Cuando la nación procesa, manda una carta con los aprobados y los desaprobados -que son muy pocos, gracias a la calidad que hemos logrado en la información; entonces subsanar los errores y volver a “subirlos” depende de nosotros.
Tomamos la lista de aprobados, el dictamen técnico original con las firmas de los miembros de la comisión y lo llevamos al Registro de Vehículos, ellos deciden cuándo atenderán los casos y nosotros vamos citando a los propietarios.
Finalmente, la persona lleva su vehículo para una última revisión técnica donde se evalúa que sus componentes coincidan con la ficha técnica y, si no hay problemas, te dan fecha para recoger chapa que, por cierto, ahora es un problema porque no hay, aunque se creó un certifico para que puedan transitar.
¿La mayor tardanza?
El proceso de digitalizar los expedientes, porque tenemos que ser muy precisos con nombres, números…, y la revisión de la comisión ministerial que atiende la Resolución 200 sobre la homologación, pues revisa al detalle cada elemento, para los guardacadenas, los focos…, y han demorado hasta un mes.
Según la Resolución, todo el proceso debía durar unos 21 días, pero, en la práctica, el promedio es de tres meses, si no hay complicaciones.
¿Cuándo el riquimbili puede empezar a transitar?
Cuando el vehículo pasa por la primera revisión técnica y es aprobado, puede empezar a transitar, pero no puede dedicarse a transportar pasajeros, hacerlo de noche ni salir del municipio. Es un periodo de prueba, no una legalización total.
Ya el riquimbili no es un riquimbili y es un motor, un camión… ¿Puede mejorarse en el futuro, ser objeto de conversiones?
Por supuesto. Siempre que esté previsto por ley, puede hacerse y es uno de los grandes beneficios de la homologación: poder transitar legalmente, y mejorar si tienes la posibilidad.