La práctica hace al maestro, así lo confirman Mercedes, Ana Beatriz y Yaleane, jóvenes que comparten el amor por el magisterio y por la Escuela Pedagógica José Marcelino Maceo Grajales de la cual egresaron en diferentes promociones, y aseguran que la mayor fortaleza del centro educativo es la integración que logra con las distintas instituciones educativas del territorio para consolidar en la praxis, frente a las aulas, el amor hacia la profesión.

maestras 232. La maestra Yaleane Martínez(al centro) recibe preparación metodológica de su tutora (izquierda) y coordinadora (derecha), práctica común que realizan en la Elmo Catalán.

Allí, en el terreno, uno comprende la certeza de eso que sabiamente dijo José Martí: “la educación es como un árbol, se siembra una semilla y se abren muchas ramas”. Así lo afirma Mercedes, quien desde noveno grado eligió ser maestra e ingresar a la Escuela Pedagógica, para convertirse cuatro años más tarde en una de las egresadas de la primera promoción de Enseñanza Artística de la institución.

“Desde mis primeros días como estudiante confirmé mi vocación de enseñar y formar a los profesionales del futuro. Aprendes a lidiar con el miedo escénico de pararte delante de los estudiantes, de llevar los conocimientos y mantener la empatía con respeto, para ello las prácticas son lo más importante”, afirma la joven maestra del centro mixto Arcid Duverger, del poblado de Paraguay, la misma escuela que antes le abrió las puertas a ella.

Reconoce como un privilegio y honor regresar a la comunidad, impartir clases a los niñas y niños que conoce desde pequeños; a la vez, agradece a su familia, a los instructores de arte de la Casa de Cultura, a los profesores del centro, a la directora de la escuela, y a su tutora María Ortiz Rojas, quienes contribuyeron a su amor por el magisterio.

“Desde niña me gustó ser maestra y en noveno grado fui de las primeras en optar por la escuela pedagógica en la Enseñanza Artística, especialidad que iniciaba estudios en la provincia ese mismo año, rememora Mercedes Medina.

“No me arrepiento para nada de mi decisión. Ahora que soy docente ayudo a fomentar el desarrollo creativo y expresivo de los estudiantes desde la música, que es mi especialidad. Pretendo enseñarles todo cuánto aprendí, mientras me supero en la Universidad de Guantánamo, revela.

Desde su fundación, Escuela Pedagógica José Marcelino Maceo Grajales garantiza la continuidad de estudios de todos sus egresados, cuya superación es fundamental para la integralidad y calidad del aprendizaje de los educandos; fortalecida desde las prácticas laborales en las diferentes unidades docentes en las que se vinculan.

Formación pedagógica desde las aulas

rep 1"En las aulas, impartiendo saberes es donde se completa la formación del pedagogo”, afirma la licenciada Ana Beatriz López.En la barrida de San Justo la escuela primaria Elmo Catalán sirve como espacio de superación para los graduados de la Escuela Pedagógica. Muchos maestros que hoy imparten clases en Guantánamo empezaron sus prácticas en ese centro.

La Licenciada en Maestro Primaria Ana Beatriz López Armstrong es de esas jóvenes que ha visto materializados sus sueños gracias a la institución.

“Recuerdo con mucho cariño la etapa de las prácticas laborales. Fueron muy importantes en mi superación porque el pedagogo completa su formación en el contexto escolar”, afirma López Armstrong, hoy con ocho años de trabajo.

En su aula de cuarto grado, Ana Beatriz se esmera en despertar el interés de “sus niños” por aprender cada día algo nuevo, ahí está la importancia de la profesión que motiva al hombre o mujer a conocer más el mundo, mientras educa en valores y tributa al desarrollo integral de las futuras generaciones.

Similar opinión comparte Yaleane Martínez Ramírez, maestra de tercer grado también graduada de la Escuela Pedagógica, quien considera que la labor de los profesores es más efectiva si se suma la familia y la comunidad. Un buen educador debe ser capaz de crear (si no existe) ese vínculo o fortalecerlo, algo que aprendió desde sus inicios en la Elmo Catalán.

“Aquí desde que entras por primera vez te reconocen como docente, participas en todas las actividades del centro, en las reuniones de educación familiar, acompañas a la tutora en las visitas a los hogares de niños con dificultades en el comportamiento o el aprendizaje, y eso te compromete a querer aportar más al colectivo de trabajo”, dice la joven quien cursa el primer año de su Licenciatura.

“Todo forma parte del trabajo de orientación profesional en el que la Elmo Catalán es líder -asegura la Máster en Ciencias Maeler Tamayo Marín, coordinadora del primer y segundo momento del desarrollo-. Las prácticas laborales no son un formalismo, cuando acogemos muchachos es para perfeccionar sus habilidades, pararlos frente a un aula y mostrarles los retos y dificultades, así serán educadores listos para cualquier escenario del mañana”.

“Como una suerte de protocolo cada vez que llega un nuevo alumno de Pedagogía le recibimos con un acto-político cultural, les hablamos del rol vital de los maestros en la sociedad y presentamos sus tutores, que son los mejores docentes de la escuela. Los sumamos a las preparaciones metodológicas, talleres, clases modelo e incluso los convidamos a diagnosticar los mayores problemas en el proceso de enseñanza-aprendizaje y hacia allí dirigimos la preparación”, apunta.

Asevera que la Elmo Catalán continuará desarrollando las habilidades pedagógicas de la hornada de maestros que llegan cada curso a la institución, manteniendo la tradición formativa que los distingue en las prácticas laborales, y por la cual han recibido múltiples reconocimientos de la Escuela Pedagógica.

Una Escuela imprescindible

La calidad docente de la Escuela Pedagógica Jose Maceo Marcelino Grajales es de las principales fortalezas que posee hoy Guantánamo, asegura el Máster en Ciencias de la Educación, Yoel Luis Dominico, director general del centro.

En su novena graduación, realizada a mediados de noviembre de este año, incorporó a las aulas más de 400 nuevos profesionales, en 16 especialidades, entre las que destaca la primera promoción en la provincia de egresados en la educación artística para la enseñanza primaria y secundaria básica.

“Todos los profesores que trabajan con esta nueva carrera son graduados de alguna especialidad de educación artística, lo cual aportará decisivamente a la preparación integral del alumnado”, resalta.

Añade como otra peculiaridad del centro la interacción con todas las instituciones educativas del territorio a través de convenios de trabajo que complementan el sistema de formación vocacional en los niveles de primaria y secundaria básica, fundamentalmente.

Detalla Luis Dominico que la educación de los futuros profesores no termina al titularse en 12 grado, sino que se incorporan de forma directa a la Universidad, y se les da seguimiento a su preparación y superación durante dos cursos. También los mejores egresados participan en el encuentro nacional de estudiantes de escuelas pedagógicas, donde se socializan las experiencias de la vida laboral.

“La Escuela Pedagógica en Guantánamo, y su homóloga en el municipio de Baracoa potencian la calidad de las clases con cada promoción y enaltecen los valores éticos que deben caracterizar a los pedagogos cubanos. Por tantos años de entrega a la provincia el claustro de profesores de esa institución merece todos los elogios, pues sin ellos, sería imposible echar adelante nuestra provincia y preservar las conquistas de nuestra Revolución, asevera el directivo.

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

feed-image RSS