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sequia guantanamoPoco más de la cuarta parte del agua almacenable exhiben los embalses de Guantánamo, fieles testigos y exponentes de que los eventos de sequía en Cuba  son cada vez más persistentes, en opinión del ingeniero Raúl Mesa Belón, especialista del sector hidráulico.

 

Los 92 millones de metros cúbicos (m3) en esos reservorios equivalen a solo el  26,58 por ciento de la capacidad creada (347, 5, millones de m3) en la provincia más oriental, cuando se erigieron los embalses La Yaya y Jaibo, con una capacidad conjunta de 280 millones de m3.

 

Ahora, entre ambos acumulan 165 millones, los dos, junto al reservorio Pozo Azul, en el valle de Caujerí (casi al borde del denominado volumen muerto), por debajo de la media provincial.

 

Lideran los acumulados los embalses Faustino Pérez, en el municipio de Manuel Tames, y Los Asientos, en el Valle de Caujerí, en San Antonio del Sur, el primero tributario de la capital provincial.

 

La sequía en el Alto Oriente es más que reincidente, reiterante, y solo concede tregua en coincidencia con fenómenos hidrometeorológicos extremos, apunta Mesa Belón y recuerda que el 26 de julio de 1985 Fidel  planteó la sequía, junto a la salinidad de los suelos y el éxodo de las montañas como retos a vencer por los guantanameros.

 

Mencionó que la lluvia media provincial registrada por los pluivómetros hasta mediados de febrero fue de 3,9 mm, es decir,  la quinta parte del acumulado histórico.