Minifábrica de jabón, inaugurada con tecnología italiana, resultado del proyecto de cooperación BIOMAS-CUBA.
Innovación, ciencia y gestión para el desarrollo son las palabras que guían a la empresa Labiofam Guantánamo durante este 2023, que en función de las demandas actuales trabaja en la incorporación de más ofertas como base fundamental para un mejor servicio al pueblo.
Nuevas líneas de productos, la concertación de contratos con micro, pequeñas y medianas empresas, así como agricultores y cooperativas, el estudio y aprovechamiento de las potencialidades naturales locales, entre otras iniciativas, colocan a esta entidad en la senda correcta para hacer rentable y sostenible la empresa estatal socialista.
Así lo considera el máximo representante de la institución, José Luis Rider Cobas, quien reconoce el esfuerzo de los trabajadores a pesar de las carencias de insumos y combustibles.
“Pusimos todo nuestro empeño en recuperar espacios y compromisos afectados debido a la pandemia de la Covid-19 y hoy estamos cada vez más cerca de nuestras metas”, declara el directivo en entrevista a Venceremos, que se acerca a la entidad para conocer más de los aportes de ese colectivo.
Una gestión con frutos
El año 2022 fue tenso para todos, pero en especial para el sector empresarial cubano, que debió recuperarse del impacto negativo del nuevo coronavirus, la crisis del mercado mundial y el recrudecimiento del bloqueo.
A nivel nacional, múltiples fueron las fórmulas implementadas para echar adelante el país, y Labiofam Guantánamo no se quedó atrás.
“La venta de nuevas líneas de productos cosméticos y para el hogar, de producción nacional, renglones deficitarios en el mercado en CUP, destaca entre las ofertas incluidas el pasado año en la diversificación comercial para el mercado doméstico”, explica Ríder Cobas.
“A partir de las posibilidades que brinda la Tarea Ordenamiento y a través del encadenamiento con nuevos actores económicos, formas productivas de la agricultura y otras instituciones, logramos con dos mipymes privadas: DaSen, de Holguín y Kelly+4, de Camagüey, traer a Guantánamo, en CUP: queratina, champú, acondicionador, gel para pelo y para baño, tintes, desinfectantes, friegasuelos, detergente líquido…
“Se expendían de forma controlada para evitar el acaparamiento y beneficiar a un mayor número de clientes y tuvieron un gran impacto. A ello sumamos otras elaboraciones como el dolají, la loción boricada, lejía de cloro, desengrasante, vinagre, talco perfumado, infusión de anisón, servilletas desechables, artículos de cerámica y cristalería, cubaneem y NeemG.
“En el período -añade- se puso en marcha una pequeña planta para producir jabón a partir de aceites naturales, con fines dermatológicos y antibactericidas para utilizar en la higienización en hospitales y laboratorios, pero también en mascotas (ayuda a eliminar garrapatas y chinches) y de conjunto con la UEB Apícola se concibe una línea del referido renglón con miel y propóleo”.
El punto de venta de la propia empresa es uno de los que más demanda tiene, por la comercialización de lejía.
En jabonería los puntos de venta de El Guararey, Las Terrazas, Dos Palmas, la Farmacia Veterinaria de Paseo, así como los locales de Imías, Niceto Pérez (La Yaya) y en la propia empresa (al sur de la ciudad) incluyeron otra opción: jabón troceado en bolsas de nailon de 200 g, producto útil para el lavado de la ropa y que deviene alternativa al detergente, dentro del hogar.
Vale significar igualmente la incorporación a la fase experimental del cultivo de papa en Guantánamo, San Antonio del Sur, El Salvador y Yateras, este último con los mejores resultados y un rendimiento de 14 toneladas por hectáreas. De hecho, en estos momentos en ese montañoso sitio se amplía la siembra del tubérculo a unas 300 hectáreas.
Como resultado de ese convenio se comercializaron, además, más de 25 toneladas de tabaguán, cantidades considerables de olionim –para la protección fitosanitaria de los sembrados- y una gama de 11 productos biológicos que integran el paquete tecnológico para el cultivo de la papa.
Importante ha sido, asimismo, el uso, tanto en el sector estatal como en el privado (campesinos u amas de casa con jardín) del microorganismo eficiente, disponible a granel en la dependencia de Labiofam, ubicada en la calle Confluentes, al norte del municipio de Guantánamo.
Este producto se adiciona a la comida de aves, mascotas y ganado mayor y puede ser utilizado para limpieza de sus locaciones. Mejora la productividad, estimula el crecimiento; y en los semilleros aumenta la velocidad y porcentaje de germinación, el vigor y fuerza del tallo y raíces, multiplica las probabilidades de supervivencia de las plantas, promueve su floración y maduración, a la vez que genera mecanismos de supresión de insectos y enfermedades.
En los suelos los microorganismos mejoran las características físicas, químicas, biológicas y de supresión de enfermedades, reducen la compactación, incrementan los espacios porosos y mejoran la infiltración del agua, propiciando que sean capaces de absorber más la lluvia, ello evita la erosión por el arrastre de las partículas.
Yuraima Villalón García, directora de la UEB prestación de servicio, apunta que las ventas reflejaron una mejoría considerable en 2022, como muestra de que la empresa va por buen camino.
“Los productos cosméticos aportaron más de dos millones de pesos; los bioplaguicidas unos 98 mil pesos, y los suplementos nutricionales (el hidrolizado, microorganismo eficiente, biocan, entre otros) superaron los 40 mil pesos. Todo ello se traduce en aportes considerables al presupuesto estatal, que es el compromiso de toda empresa socialista.
“Pero el impacto no se queda en los números. El biocan, por ejemplo, es hoy la materia prima fundamental que se usa en la porcicultura privada. Ellos compran casi todo el hidrolizado y los microorganismos que producimos, para luego agregárselo a la comida animal y/o fumigar los campos.
“Esas experiencias hoy queremos multiplicarlas y por eso empezamos a impartir seminarios en las formas productivas para explicar a los campesinos las ventajas de la utilización de bioproductos, y concertar contratos que favorezcan introducir esos recursos sanos en el campo”, revela Villalón García.
Ciencia que no se detiene
Este 2023, los trabajadores de Labiofam Guantánamo se proponen registrar cinco productos que aprovechan las materias primas naturales del territorio para acrecentar el mercado de bioproductos de uso animal, humano y para los cultivos. Todos son pasos imprescindibles para la soberanía alimentaria.
Precisamente, con miras a la reducción de las importaciones se estudió la inserción y el empleo del glicerol, producto resultante de aceites de semillas naturales, para incrementar los rendimientos de las vacas lecheras.
“Lo llamaremos Glicebet y será un aditivo energético para sustituir el maíz y la caña de azúcar, que es lo que normalmente consumen las reses. Trabajamos la idea con el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA) en una vaquería de la Empresa Pecuaria Iván Rodríguez de Niceto Pérez y ya se demostró la efectividad del producto”, asegura la máster Rebeca Bonis Neyra, especialista principal de Investigación y Desarrollo en Labiofam.
“También estudiamos otra sustancia obtenida a partir de las hojas del tallo de la Jatropha curca, que por su propiedad bactericida y desinfectante se puede emplear en los procesos postparto de la vaca para evitar infecciones en el útero y darle calidad de vida al animal”, señala la científica.
La especialista Rebeca Bonis en intercambio permanente con investigadores para impulsar el desarrollo de bioproductos.
Entre los productos hechos por la Empresa Labiofam Guantánamo durante el pasado año es el prolvet el que mayores alegrías ha traído al colectivo, por su demanda y efectividad, al ser el primer derivado de los propóleos con uso veterinario logrado en las provincias orientales de Cuba.
Especifica Bonis Neyra, que el prolvet es un cicatrizante y desinfectante que se puede aplicar en heridas, rasguños y algunos procesos como la cura del cordón umbilical en los animales recién nacidos.
“En estos momentos los ganaderos guantanameros lo emplean en el porcino, bovino y en las mascotas, porque no es nocivo. Como grupo empresarial se vende a otras provincias, y tras el registro en el Centro Nacional de Sanidad Animal (Cenasa) se cuenta con el aval para su producción en masa desde las industrias del país.
“Ahora la meta es su exportación, pero primero debemos demostrar también que cumple los requerimientos y parámetros globales que exigen los registros internacionales. Confiamos que será posible ese último paso, porque la eficacia del producto está más que probada, como otra muestra de la certeza de aquel pensamiento (o más bien presagio fidelista) de que nuestro futuro está en las manos de quienes apostamos por la ciencia”, concluye la experta guantanamera.