Como en la población, la sequía se hace sentir con extremo rigor en los campos con negativo impacto en la agricultura. La foto muestra áreas de Cecilia, en las proxidades de la ciudad de Guantánamo.
Javier Toledo Tápanes, vicepresidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), llamó a buscar alternativas para reducir el número de guantanameros que reciben agua en pipas, hoy más de 134 mil; incluso fuera de los periodos secos.
En tal sentido, se decidió incrementar la garantía de combustible para el avance de las inversiones en Manuel Tames, donde habitualmente unas 10 mil personas sufren los embates de la sequía, y la comunidad de Hatibonico, Caimanera, en donde se ejecutan una conductora y el bombeo desde un pozo.
En reciente visita de trabajo, el directivo planteó la posibilidad de beneficiar a la provincia con motobombas retiradas en otros territorios, con las cuales aumentar la capacidad de distribución tanto en estaciones de bombeo, hoy detenidas por faltas de esos equipos, como en el aprovechamiento del agua subterránea.
Igualmente, en espera de esos equipos, está la conductora Jaibo-Bano, que incluso sin impulsores hoy entrega unos 200 litros por segundo al noroeste de la ciudad, en momentos en los que las entregas desde la presa Faustino Pérez (hoy con apenas 7 millones de metros cúbicos) están muy restringidas.
Se insistió, además, en la urgencia de preparar condiciones para el cambio de la matriz energética en el sistema de abasto de agua, que en Guantánamo incluye la instalación de 31 bombas solares que, además del ahorro energético, implican una mayor autonomía de trabajo.
La visita del directivo, junto a vicepresidentes de las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial de Agua y de Saneamiento y Gestión de las Aguas Terrestres, coincide con la caída de algunas lluvias que, sin que cambien significativamente el llenado de los principales embalses, dan un respiro a varias fuentes superficiales.
