La transportación de los cilindros del GLP exige el cumplimiento de normas que no siempre cumplen los usuarios.Hay que estar ciego o sordo, al margen de la televisión, de las redes sociales, de lo que se dice en la calle…, para no enterarse de los incidentes en los que el combustible involucrado es el Gas Licuado de Petróleo o GLP.
Pero lo “malo”, aclara Daliesky Rancol Bueno, jefe de departamento en funciones del Área Técnica de la Unidad Empresarial de Base División Territorial de Comercialización de Combustible, Cupet, no es el gas licuado en sí mismo, sino el incumplimiento de normas y medidas para un uso seguro.
¿Quiénes son los responsables de la seguridad de los cilindros?
En cada proceso hay un encargado que debe garantizar la seguridad del combustible. En el caso de las personas naturales, a Cupet le corresponde crear infraestructuras con condiciones para la venta del gas, en locales certificados por la Agencia de Protección Contra Incendios (APCI).
También, tenemos que entregar cilindros con todos los parámetros, los de seguridad y peso, con instrumentos de medición también certificados… todo hasta que llega a los clientes. A partir de ese acto, la responsabilidad se traspasa a ellos.
Con las empresas o el sector privado es igual, nos responsabilizamos hasta que los cilindros llegan a sus manos, pero se les exige una certificación de la APCI, y condiciones mínimas.
¿Cuáles son, entonces, algunas de esas medidas de buen manejo que debemos seguir quienes cocinamos con este combustible?
El cilindro debe manipularse de manera segura, evitar que reciba golpes, ser trasladado de manera vertical (parados), pues así están diseñados. Igualmente, deben permanecer en sitios ventilados donde haya alguna estructura que funcione como muro de contención y, muy importante, lo más alejado posible de las fuentes de calor.
Hay que estar, además, atentos a los salideros y actuar rápido. Lo primero, en tal caso es no accionar ningún dispositivo eléctrico, electrónico, evitar encender o apagar luces, prender un cigarro…, cualquier cosa que pueda generar una llama o chispa.
Luego, ventilar la habitación o, incluso mejor, sacar el cilindro al aire libre, pues lo que se busca es que el gas no se concentre y, por supuesto, llamar a los servicios mecánicos para la solución definitiva de la avería, los cuales funcionan las 24 horas.
Es muy importante recordar los elementos del triángulo del fuego, imprescindibles para que ocurra la combustión: oxígeno, combustible y fuente de calor.
Daliesky Rancol: “El ‘malo’ y peligroso no es el Gas Licuado de Petróleo, lo es el manipulador irresponsable del producto”.
¿Son muy frecuentes los salideros? ¿Dispone Cupet de lo necesario para responder ágil y adecuadamente?
Ante salideros, las personas pueden llamar a la oficina comercial, a los números 2132-5898 y 2132-7487 en horario laborable, o al puesto de dirección: 2139-4102, las 24 horas.
Si la fuga de gas es significativa, el mecánico debe acudir inmediatamente; si no lo es, y la persona puede contenerla cerrando la válvula, tenemos hasta 72 horas para ir, solucionar el problema y cambiar el equipo.
La mayor parte de los salideros ocurren por problemas en los reguladores (158 en marzo) que podemos cambiar, pues tenemos en existencia, así como presillas y mangueras, y en menor medida, por el cilindro (54 en ese mismo mes).
Hoy contamos con solos dos mecánicos, y no estamos ajenos a los problemas de transporte, pero tenemos alternativas para atender a la población.
¿Qué manipulaciones no recomiendan?
El trasiego (trasvase) de gas está totalmente prohibido. El proceso de llenado de los cilindros se realiza de manera controlada en una empresa bajo normas muy rigurosas, con tecnología, personal preparado. Hacerlo de manera artesanal tiene un riesgo altísimo, y puede ocasionar accidentes graves, y mortales.
Sabemos que las personas llenan fosforeras, echan gas a máquinas de refrigeradores, a antorchas de disímiles usos… totalmente a ciegas. Es muy peligroso.
¿Cómo garantiza Cupet que no circulen envases en mal estado?
En los últimos años hemos tenido problemas con la disponibilidad de cilindros nuevos y la capacidad de repararlos, pero incluso así los requisitos de seguridad son rígidos.
Los primeros controles ocurren en ELF-Gas Cuba, responsable de llenar los cilindros, y radicada en Santiago de Cuba. Allí, existen mecanismos para la revisión técnica de los envases, con pruebas de presión, a las válvulas, y exámenes a las láminas en busca de salideros… Esa empresa, en la práctica, retira la gran mayoría de los que salen de circulación.
Estos últimos se certifican como no conformes, y se devuelven -vacíos, por supuesto- a nuestra división, que los puede mandar a reparar o eliminar, para evitar que puedan reutilizarse de alguna manera.
Aquí, también nosotros hacemos nuestras revisiones y, por supuesto, recogemos los que tienen salideros en manos de los clientes.
Se sabe que en la calle circulan balitas que no tienen contrato, que están en manos de la población y de alguna manera se llenan, se venden, se compran, se usan… y esas no tienen parámetros de calidad.
Los cilindros ilegales no deben entrar a la fila de los cilindros de Cupet. Eso se garantiza desde los mismos puntos de venta, donde se exige que coincidan las numeraciones de los tarjetones y libretas de abastecimiento con las de los cilindros.
Si a usted le entregaron una balita con un número, y se le acaba el gas, a la hora de hacer la nueva compra tiene que devolver la misma que se le entregó, básicamente.
¿Qué pasa cuando no hablamos de cilindros pequeños o medianos, y sí de tanques o balas?
Esos depósitos se entregan a entidades que brindan servicios a gran cantidad de personas, como los hospitales, por ejemplo. Hablamos de capacidades de mil, mil 500, 3 mil litros que tienen que estar certificadas regularmente por la APCI.
Del mismo modo, tienen que cumplir una serie de condiciones como estar aterradas, tener muros de contención, y todos sus componentes en funcionamiento y en los parámetros necesarios, los relojes, los medidores de presión… Nosotros también los inspeccionamos.
¿El GLP es un combustible especialmente peligroso?
En realidad, no. Es un combustible como los demás, que tiene capacidad de generar fuego, de combustionar... Pero el peligro está en la manera de manipularlo o, para decirlo de otro modo, en nuestras manos.