Periodismo y paternidad: dos oficios sin horario
Para el periodista Cantalapiedra significa un reto contribuir en la formación de sus tres hijos
“Ser padre es un acontecimiento maravilloso, es toda una aventura llena de magia, emociones, ilusiones y esperanzas, pero también es un rosario de incertidumbres”, así nos expresó Jorge Cantalapiedra Luque, periodista de CMKS, al preguntarle sobre los principales desafíos que dicha labor conlleva.
Al hablar de sus hijos Milena, Jorge Miguel y el pequeño Thiago, quien desde pequeño padece enfermedades que requieren cuidados especiales, reflejó un maratón de emociones, demostrando que ejercer la paternidad es ser un modelo para tratar de inculcar los mejores valores humanos, con base en el ejemplo personal.
¿Cuál fue su reacción al enterarse de que sería padre por primera vez?
Con la noticia del embarazo, uno comienza a sentir, pero también ello trae cierta confusión, agobio y, a veces, surge la idea sobre si realmente uno está preparado o no para la paternidad.
¿Qué cambió en su vida con la llegada de sus hijos?
Cuando nace un bebé, la alegría de ser padre se mezcla con una sensación de sentirse desplazado, aunque después desaparece con la implicación durante el proceso de formación. La paternidad es una transformación de la vida por voluntad propia. Un hijo te cambia la mentalidad, la rutina diaria, las prioridades de gastos, la forma de gestionar el tiempo libre, la dieta, y hasta las horas de sueño y descanso.
¿Cuánto de amor hace falta para educar a un niño con necesidades especiales?
Se necesita mucho amor, entrega y compromiso; obliga a que el papel del padre también sea especial. Requiere pasar más tiempo en casa, estar más preocupado por las implicaciones a largo plazo de las necesidades materiales y asistenciales del niño, y eso se contrapone a la vivencia más enfocada en el día a día de las madres.
¿Cómo lleva el trabajo de ser periodista y padre a la vez?
Implica hacer uso óptimo del tiempo, es forjar una visión del futuro, es planificar con eficacia las actividades domésticas y de otro tipo a corto, mediano y largo plazos, es derrumbar estereotipos y mitos, para impulsar un cambio en la manera en que se entiende y asume la paternidad.
El héroe de la casa
Miguel Ángel ha sido la guía de sus dos hijos y de dos de sus tres nietos.
La paternidad es uno de los privilegios más hermosos que existen y, según Miguel Ángel Duporte Núñez, padre no lo puede ser cualquiera, sino aquel que brinda apoyo a sus hijos, no solo en lo material, sino también en lo espiritual. Para él, los hijos son la alegría de la casa.
Miguel Ángel, de 54 años, residente en la Ciudad Deportiva, de la capital guantanamera, y trabajador en la Fiscalía municipal, es padre de dos y abuelo de tres, y ha estado siempre con ellos.
“Un papá, sobre todo, debe ser responsable, nunca desatender a sus hijos, aunque no conviva con ellos, porque los hay que cuando se separan de la madre lo hacen también de los hijos, y ellos no tienen culpa de lo que ocurra con la pareja”, dijo.
¿Qué sintió cuando supo que iba a ser papá por primera vez?
Sentí una emoción tremenda, fue la primera hija que tuve y la primera nieta de la familia. El día de su nacimiento estuvo conmigo todo el familión en el hospital, por lo que resultó una alegría para ellos también.
¿Cuál es su opinión sobre aquellos hombres que hacen el papel de madre y padre?
Me ha tocado, por lo que a esos hombres los considero valientes. Yo he tenido que criar a mis hijos solo, luego de mi separación con su madre, y soy prácticamente la figura paterna de dos de mis nietos; los que se han entregado como yo, son héroes.
Educar a los hijos y nietos bajo los principios revolucionarios, y que cumplan con lo que se les inculca es muy difícil. A veces, te salen como quieres, pero otras, no responden a tus expectativas. La tarea es formarlos como personas de bien.
¿Cómo ha logrado equilibrar su trabajo con la paternidad?
Son labores de mucha responsabilidad, esfuerzo y tiempo, pero es importante nivelarlas. A veces se hace difícil por el hecho de haber sido militar, luego pensionado del Ministerio del Interior, y ahora trabajador de la Fiscalía.
¿Qué es para usted, ser padre por partida doble?
Es extraordinario, es una experiencia inigualable ser padre y abuelo a la vez. Se dice que se quiere más a los nietos que a los hijos, pero yo no pienso así, porque a ambos se les da cariño por igual, pero en el caso de los nietos, ellos logran en uno lo que los hijos no, e incluso, te insuflan más deseos para seguir viviendo.
Motor impulsor de tres “chispas” diminutas
Ángel Luis demuestra cada día, con sus acciones, ser el guía y alentador de sus tres apreciadas semillas.
Para Ángel Luis Ramírez Sánchez sus hijos son su mayor orgullo. Desde que nacieron su misión ha sido protegerlos y verlos crecer. Lo que más le emociona es ver cómo han encontrado su camino en la vida, y están haciendo lo que realmente les apasiona.
Se siente afortunado de ser parte de su viaje y apoyarlos en todo lo que necesitan. Admite que no ha sido perfecto, pero sí les ha dado todo lo mejor que puede ofrecerles.
“Realmente para todo hombre ser padre es muy especial. Cuando recibí la noticia me llenó de orgullo y satisfacción saber que tendría a alguien a quien transmitirle buenas costumbres, modales y enseñarle a enfrentar la vida; en mi caso, no hacerlo una vez sino tres veces”.
¿Cuál fue su papel desde sus inicios, y quiénes lo apoyaron?
Cuando te enteras de que serás papá, las personas que te rodean, o bien te aconsejan o te asustan; pienso que a cada cual nos toca vivirlo de manera diferente, por ejemplo, para mí ha sido una experiencia única y maravillosa, mucho más cuando los tuve entre mis brazos, desde ese instante empecé a ver otros matices de la vida.
No les voy a negar que ha sido un reto y, superarlo, depende de la responsabilidad que asumas; por suerte tuve mucho apoyo, tanto de mi madre como de la abuela materna de ellos.
¿Cómo ha logrado atender a sus tres hijos sin que ninguno haya dejado de sentir su amor paternal?
Ha sido difícil, debido a que son de matrimonios diferentes, y he tenido que dedicarme y sacrificarme mucho para que no sientan la ausencia paternal en ningún momento. Nunca los he dejado solos y los he acompañado en las buenas y en las malas; no es un secreto para ellos la dedicación que les he dado siempre. Los tres son diferentes y con particularidades específicas, lo que me ha enseñado cómo interactuar con cada uno.
¿Cómo ha equilibrado la relación hogar-trabajo-hijos?
Sí, ha costado mucho esfuerzo, en ocasiones, he tenido que sacrificarlos, lo cual me ha dolido, pero, por suerte, mi madre ha estado ahí para apoyarme incondicionalmente. Si hoy tengo un vínculo tan fuerte con mis hijos es gracias a ella y, por supuesto, a mi actual pareja.
Mi trabajo es muy activo, he estado fuera de la provincia, pero aun así no ocupan un segundo plano porque, incluso, los acerco, siempre que puedo, a mi centro de trabajo para que lo conozcan, se familiaricen y sensibilicen con mi labor. Considero que, a pesar de las vicisitudes, les he brindado las herramientas necesarias para afrontar los desafíos de la vida. Espero que cuando mis hijos sean padres, les transmitan a los suyos mi experiencia, o les aporten más de lo que he podido.
*Sandra D. Bory, Amagda C. Lestapier, Merlis L. Calunga, Reynold A. Rivera, Maria G. Raymond, Jocelyn T. Sayú, Milena Estévez, Roelquis Ramos, Adriana L. Martínez, ClaudiaT. Cantillo, Yudit Gámez y Ofelia Y. Laguna (Estudiantes de Periodismo)