Pese a los intensos y reiterados aguaceros que provocó en junio una vaguada en los niveles medios y altos de la troposfera, con favorable incidencia en los acuíferos de la provincia de Guantánamo, la persistente sequía en fuentes de abasto y la poca disponibilidad de pipas se hace sentir con crudeza en los municipios de Manuel Tames y Niceto Pérez, donde comunidades se mantienen sin distribución de agua por más de 30 días.
En Tames, explicó Lexis Suarez Ramírez, director de la Empresa provincial de Acueducto y Alcantarillado, 14 poblados son abastecidos por pipas en ciclos de entre 20 y 30 días, agravados por rotura de los carros cisternas de la entidad y de dos tractores con que apoyaban las empresas locales.
No obstante, tal circunstancia debe atenuarse esta misma semana, con la llegada de una nueva pipa de triple tracción, capaz de sortear el lomerío característico de ese municipio; y las gestiones de la localidad para sumar nuevos medios del sector empresarial.
En Niceto Pérez, por su parte, tres comunidades abastecidas exclusivamente por carros cisterna, tienen ciclos de entre 35 y más de 50 días, la más crítica Maca Abajo.
De acuerdo con Suarez Ramírez, Maisí, actualmente el municipio más afectado por la depresión de nueve de sus fuentes de abasto, la mayoría de forma total; se alivia con la permanencia de 16 pipas que distribuyen el vital líquido a unos 30 poblados, incluido el cabecera.
La disponibilidad de combustible diésel para el funcionamiento de estos medios, que fue un problema en semanas anteriores, ahora se garantiza por los gobiernos locales, “una gran ayuda en esta coyuntura que, no obstante, implica grandes gastos de transportación para la empresa”, asegura Suarez Ramírez.
Las precipitaciones de inicios de junio, fundamentalmente, aliviaron la situación de los principales embalses que abastecen a algunos asentamientos poblacionales de la provincia, pero no beneficiaron por igual a las fuentes pequeñas de abasto.