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EscudoEl constitucionalismo cubano tiene en febrero algunas coincidencias que, ajustadas a sus contextos, configuran una suerte de hilo conductor siempre ascendente.

Cuando la Revolución triunfante apenas iniciaba, el Gobierno Revolucionario decretó el 7 de febrero de 1959, la Ley Fundamental que habría de guiar los destinos del país para la nueva y difícil etapa de lucha.

Diecisiete años después, y ya sobre las bases sólidas de aquel proyecto de nación, Cuba volvía el 24 de febrero de 1976 a poner la fecha tan alta como la palmas, al realizar un Referéndum Constitucional sin precedentes, para conciliar las voces diversas de un pueblo que aprobó con más de 97 por ciento aquella trascendental Constitución.

Esa necesaria ley mantuvo entre sus postulados esenciales parte del contenido de la Constitución de 1940, que pese a su carácter avanzado poco trascendió en su implementación.

Pero dicha norma no fue, en modo alguno, una copia mecánica, sino atemperada al escenario de las profundas transformaciones económicas, políticas y sociales que suscitaba la Revolución; se trataba de encauzar el ordenamiento jurídico del país hacia los principales cambios que habrían de emprenderse.

Durante sus 43 años de vigencia, muchas fueron las reformas instruidas teniendo en cuenta que se gestaba un proceso vivo, cambiante, revolucionario, que exigía una Ley de Leyes propia que sintetizara nuestro devenir histórico y proyectara el porvenir de la Cuba socialista que se estaba construyendo. De ahí nació otra Guerra Necesaria el 24 de febrero de 2019, la actual Constitución que consagró a Cuba como Estado socialista de derecho y justicia social.

El transparente suceso transcurrió en medio de recias dificultades económicas derivadas de un recrudecido bloqueo, bajo el mandato de Donald Trump, con una cifra récord de 86 medidas, lo que enaltece más este resultado.

Luego de 124 años del reinicio de las luchas por la independencia, la fecha acogió el referéndum para la nueva Constitución, cierre de un proceso que movilizó a todo el pueblo. Este 2024 es un año de celebración democrática, se cumple el próximo 24 de febrero el primer lustro de aquel memorable referéndum e igual tiempo de la proclamación de la Constitución el próximo 10 de abril.

A pesar de los obstáculos impuestos en aquella oportunidad, más del 73 por ciento de los guantanameros ejercieron el voto, como expresión de la credibilidad del sistema político cubano, lo que habla de una cultura cívica y una conciencia ciudadana de respaldo al proyecto de nación.

Este 24 de febrero se levantará nuevamente Periquito Pérez junto a los mambises del siglo XXI en La Confianza, Santa Celia, El Yarey, Morillo Chico y San Andrés para reafirmar nuestro grito de libertad y la vigencia de nuestra Constitución Socialista.