“Bien hecho Negra, bien hecho”, le expresaron a Onerlinda Alcántara Semanat sus compañeros de trabajo cuando esta joven les contó que, en la noche del miércoles último, había encontrado en la vía pública del barrio de San Justo una billetera con una buena suma de dinero e importantes documentos y, sin pensarlo dos veces, localizó a su dueño y la entregó.

Con la devolución vino el agradecimiento del propietario y el diálogo, breve, aunque suficiente para corroborar que el actuar ético, ejemplar y desprendido de Onerlinda se corresponde con su formación familiar y la recibida en las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

“A mí me criaron así, con la honestidad como bandera. La billetera podía tener el dinero que fuese, que siempre la devolvería íntegra”, comentó con desenfado esta especialista en armamento en la Brigada de la Frontera, Orden Antonio Maceo, unidad vanguardia entre vanguardias, donde en 2009 inició su vida militar mediante el Servicio Voluntario Femenino.

El actuar honrado de la protagonista, de 32 años y domiciliada en Costa Rica, agranda su dimensión en los momentos actuales, cuando las carencias diversas y el salario insuficiente para cubrir los gastos de alimentos y otras necesidades pudiese haber llevado a algunos a obrar de manera diferente a como lo hizo Onerlinda.

Pero he ahí, en ese punto, donde debemos recordar a nuestro Héroe Nacional José Martí, cuando sentenció: “La pobreza pasa: lo que no pasa es la deshonra que con pretexto de la pobreza suelen echar los hombres sobre sí”.

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