La Asociación de Pedagogos de Cuba (APC) tiene un papel fundamental en la promoción de la excelencia educativa y en el desarrollo profesional de los docentes en el país.
Fundada hace 35 años, esta organización no gubernamental reúne a profesionales de la pedagogía con el objetivo de contribuir al mejoramiento continuo del sistema educativo cubano.
Dedicada a la investigación, la formación y el intercambio de experiencias entre docentes, promueve prácticas pedagógicas innovadoras y eficaces, las que a través de conferencias, talleres, seminarios y publicaciones especializadas fomentan el desarrollo profesional de sus miembros y promueven la reflexión crítica sobre los desafíos y oportunidades en el ámbito educativo.
En Guantánamo, más de 2 mil 600 personas integran esta asociación científica, con grupos en sectores tan diversos como Educación, Salud Pública, Cultura, Deporte, las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el Ministerio del Interior, entre otros, que contribuyen al desarrollo de una cultura general integral entre asociados y en la población.
Asociados en los sectores de Salud y Cultura
Andrés Sayú Quiala, máster en Desarrollo Cultural Comunitario, y coordinador general del grupo APC en el sector de Cultura en la provincia, asegura que el trabajo de los pedagogos desde cada escuela es primordial para promover un desarrollo integral de los estudiantes y estimular su sensibilidad artística.
“A partir del diagnóstico que se realiza en las clases se recogen las principales deficiencias en el trabajo docente, y hacia esas dificultades se dirige la labor metodológica, vinculando programas educativos, talleres, actividades extracurriculares, y proyectos de investigación de los asociados”.
“En estas acciones participan también los profesionales no afiliados a la organización, de ahí la relevancia del trabajo en socializar las investigaciones, que permiten elevar la calidad de los procesos educativos, y formar un profesional altamente integrado, y competente”, explica.
Los asociados también imparten a los docentes preparaciones metodológicas, cursos y talleres dirigidos a fomentar la creatividad, la apreciación estética, la expresión individual y colectiva de los estudiantes, que permiten ofrecer una educación artística actualizada y relevante, refiere Sayú Quiala.
Por su parte, Fidel Robinson Jay, Doctor en Ciencias y profesor titular en la Universidad de Ciencias Médicas, en Guantánamo, resalta el protagonismo de la APC en este sector, centrado en estimular la labor científica e investigativa de los docentes de las instituciones educativas de salud.
“A través de la Asociación a quienes ejercen el magisterio le propiciamos una mayor preparación, lo cual contribuye a su desarrollo profesional y personal, permitiéndoles crecer académicamente, mejorar sus habilidades pedagógicas y mantenerse actualizados en su campo de especialización.
“Desde la perspectiva de la actividad científica se facilita el acceso a programas de superación, cursos, diplomados, promoción de maestrías, doctorados, dirigidos a la calidad del proceso docente educativo formativo, y a promover la investigación y la innovación”, detalla Robinson Jay.
Tales iniciativas -reconoce- motivan el ingreso a la asociación científica, la cual ya tiene 12 grupos en el sector, y ha logrado incrementar la membresía en el Hospital General docente Agostinho Neto, así como en las Direcciones municipales de Salud de El Salvador y Baracoa.
Treinta y cinco años formando mejores educadores
Desde su fundación, el 6 de marzo de 1989, la Asociación de Pedagogos trazó sus líneas de trabajo fundamentales: el desarrollo de investigaciones pedagógicas; la superación de sus asociados y la estimulación a los docentes por el resultado de su labor, explica la Doctora en Ciencias, Marisel Salles Fonseca, presidenta de la APC en Guantánamo.
“En ese sentido, se promueve la investigación educativa como herramienta para mejorar la práctica docente y contribuir al avance de la ciencia pedagógica, donde los afiliados comparten a través de proyectos de investigación y publicaciones académicas los conocimientos y buenas prácticas que benefician a la comunidad educativa.
En más de tres décadas de labor -detalla- la APC en el territorio mantiene el crecimiento científico profesional de los asociados, con representación en todos los municipios de la provincia, distribuidos en 156 grupos y 2 mil 445 afiliados.
Para promover el intercambio de experiencias, conocimientos y buenas prácticas en el ámbito de la pedagogía, la asociación científica auspicia, de conjunto con la Asociación de Educadores de Latinoamérica y el Caribe, el encuentro bilateral Guantánamo-República Dominicana, que en esta ocasión sesionó la XV edición, del 26 al 29 de marzo.
“Este tipo de encuentros tienen como objetivo principal fomentar la colaboración y el aprendizaje mutuo entre los educadores, con el fin de enriquecer sus metodologías de enseñanza y mejorar la calidad de la educación en ambas naciones.
“Durante el evento educativo los pedagogos participan en conferencias, talleres y otras actividades académicas, donde comparten sus experiencias, investigaciones y propuestas pedagógicas. Es un importante encuentro que contribuye a fortalecer los lazos de amistad y cooperación entre los profesionales de la Educación de ambos países, promoviendo la solidaridad y el intercambio cultural”, apunta Salles Fonseca.
La APC, además de propiciar la realización de actividades de superación, también entrega anualmente premios provinciales para reconocer el esfuerzo, la dedicación y la excelencia en la labor educativa del personal de la enseñanza en el Alto Oriente cubano.
“Se otorgan durante todo el año, en diferentes categorías, el Premio Rayo de Sol, que es otorgado a aquellas personalidades con más de 35 años de labor sostenida, jubilada o en activo, con publicaciones, y resultados investigativos, categoría docente y científica; el José María Queralt In Memorian para los profesionales cuya actividad científica constituya aportes a la Cultura Física y el Deporte.
“Asimismo, se instituyeron los reconocimientos Consagración Infinita a pedagogos con más de 40 años en la formación de generaciones, Joya de la Pedagogía, para personalidades que en el ámbito local, nacional o internacional participan en el desarrollo integral de la docencia, y la triple corona en la formación profesional, dirigida a quienes tienen tres categorías docente.
“Estos estímulos destacan las buenas prácticas, reconocen el trabajo individual de los educadores, el aprendizaje colaborativo y la mejora continua en el ámbito educativo, por eso también incluimos el reconocimiento Ruth Estivia Vargas In Memorian, entregado a los jubilados que continúan enalteciendo la labor pedagógica”, resalta.
“A más de tres décadas de creada, la APC mantiene su vanguardia en la defensa de una educación inclusiva y equitativa, con la premisa de garantizar la superación posgraduada, fomentar la formación de calidad de los pedagogos y contribuir al intercambio de experiencias entre los profesionales del sector “, concluye.