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Yoel Pérez García, primer secretario del Partido Comunista de Cuba en Guantánamo, junto a autoridades del Gobierno en la provincia y el municipio, desarrolló este martes otra vez el espacio de intercambio popular Diálogo abierto con el pueblo, en esta ocasión desde el Barrio Universitario, comunidad en transformación del municipio cabecera.

 

Dedicado a informar sobre las principales problemáticas que afectan el día a día de los guantanameros, así como conocer la opinión de la gente sobre la gestión gubernamental, sus preocupaciones y proposiciones, el encuentro sirvió en primer lugar para actualizar sobre el estado actual de la distribución de la canasta básica familiar normada.

 

Al respecto Joennys Samón Mora, Coordinador de Programas y Objetivos del Gobierno provincial, explicó que pese a la situación con el combustible y las limitaciones impuestas por el bloqueo, se prioriza el traslado de los alimentos desde distintas partes del país hasta las bodegas. Actualmente la mayor estabilidad se logra en la leche en polvo que tienen disponibilidad hasta el 13 de junio y se espera un cargamento para completar el mes.

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En el caso de la harina también se ha logrado mejorar el abasto para garantizar el pan, de hecho diariamente se traen desde Santiago de Cuba entre 30 a 50 toneladas, lo que implica un alto costo para la provincia. En cuanto al arroz se aseguran tres libras para el mes de junio que se distribuirán a medida que lleguen al territorio.

 

Además es voluntad del Gobierno redoblar esfuerzos para mantener las ferias del fin de semana a partir del estricto control a los planes de siembra y producción, así como el estímulo al aumento de los patios y parcelas.

 

La canasta básica es el vivo ejemplo de cuánto sacrificio realiza el país por el pueblo, afirmó Pérez García, quien aclaró que la reciente incorporación de Cuba a la lista de estados patrocinadores del terrorismo limita aún más el comercio exterior y ello repercute duramente en la estabilidad de la canasta básica que se paga en efectivo, sin créditos, y en moneda extranjera.

 

Para ilustrar con detalles los altos costos de la canasta apunta que el año pasado, por ejemplo la tonelada de arroz estaba a más de 600 dólares y ahora supera los 700 (Guantánamo requiere mil 515 toneladas para entregar las siete libras mensuales), el aceite refino cuesta más de mil 800 dólares la tonelada, la leche en polvo está valorada en los 5 mil 52 dólares por tonelada...sin embargo todo se garantiza poco a poco y así seguirá porque la población lo necesita.

 

En el espacio de participación e información popular Diálogo abierto con el pueblo se informó también sobre la enfermedad del Oropouche, para ayudar en la prevención y control de su impacto.

 

El Dr Nael Preval Campello, director provincial de Salud dijo que se trata de una arbovirosis transmitida por dos vectores, de ellos en Cuba tenemos el mosquito que prolifera en márgenes del río, pozos, lugares con zanjas...

 

Insistió que para enfrentar la enfermedad hay que realizar en cada barrio un adecuado saneamiento ambiental. La participación comunitaria es vital para combatir el mosquito y lograr la atención y detección temprana de los pacientes afectados para evitar el progreso de la enfermedad y reducir riesgos.

 

Entre los síntomas refirió el médico que el Oropouche provoca fiebre elevada (Guantánamo reportan más de 150 casos febriles por semana), molestia a la luz, cansancio, dolor muscular…ante este malestar que puede durar hasta siete días de incubación, lo primero es asistir al policlínico, ver los equipos básicos de salud, chequearse y descartar cualquier peligro.

 

Tras la información general sobre la provincia, Pérez García aprovechó para conocer detalles de la comunidad Barrio Universitario, representada por la delegada Yanaisi Calzada Jarrosay. La misma le comentó que como debilidades posee 13 madres solas con más de tres hijos, que necesitan un mejor cuidado y la mayoría con el fondo habitacional altamente deteriorado.

 

Explica que hace años esperan la urbanización del lugar, que implica la apertura de una casita infantil, un consultorio médico, la bodega… además de resolver las problemáticas con el agua pues la comunidad se abastece por pipa. También hay 50 desvinculados laborales, parte de ellos desean ser cuentapropistas pero a veces se les han limitado las posibilidades para obtener las licencias.

 

Yoel Pérez García orientó revisar esas demandas y darles solución paulatinamente, según las posibilidades reales del municipio.

 

“No se pueden hacer falsas promesas, hay que obrar con inteligencia y sinceridad. A este barrio, como a los otros que hemos visitado, hay que atenderlos mejor para mejorar las condiciones de habitabilidad de nuestra gente, que desde la humildad, el respeto y el compromiso nos reafirma que con ellos podemos contar para seguir haciendo Revolución”.

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