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La Empresa de Productos Lácteos de la ciudad de Guantánamo suma décadas al servicio de su encargo social. Su colectivo -conformado por 324 trabajadores- se mantiene en la búsqueda constante de alternativas para ofrecer, con la calidad requerida, leche y los productos alimenticios derivados de ella.

4El 29 por ciento de la fuerza laboral de lácteo es femenina integrada a categorías técnicas, operarias, cuadros y otros servicios.Noventa y cuatro (29 por ciento) son las féminas que integran la plantilla, distribuidas entre las categorías de técnicas, operarias, cuadros y otros servicios. Para ellas, sortear las complejidades de la vida en casa de conjunto con la responsabilidad laboral, es tan habitual como respirar.

El esfuerzo, dedicación y empeño que ponen a diario en enaltecer el papel de la mujer desde la ciencia y la técnica, deja una huella indeleble en la sociedad guantanamera.

Flores en el laboratorio

En el laboratorio del Departamento de Calidad, de la empresa, solo hay personal femenino. El talento y la entrega de cada una de sus miembros, las hermana casi tanto como su género y las batas blancas que visten.

3 NayaNayansi Ruiz: “Garantizamos productos con durabilidad y condiciones de inocuidad".Entre ellas está Nayansi Ruiz Sánchez, quien acumula más de dos décadas al servicio de la empresa, de los cuales ha empleado la mitad como Microbióloga de dicho departamento.

"Siempre fue la parte que más me gustó de mi profesión. Es un trabajo especial porque de él depende la calidad del producto que se comercializa y esa calidad sanitaria es muy importante. Nos esforzamos para que llegue a la población una elaboración que tenga durabilidad y que cumpla con todas las condiciones de inocuidad", comparte.

Nayansi comenta que se necesita mucha consagración y energía para llevar a cabo su trabajo, a la par de los avatares de la vida cotidiana. "Siendo mujer, la labor es un poco más difícil. Mis hijos se gestaron aquí, crecieron aquí. Ya trabajaba aquí cuando tuve que alternar mis responsabilidades con el cuidado de mis padres, cuando fue necesario. Es doble la 'carga', pero se puede", afirma.

Similar es el caso de Yuliana Fiss Pérez, técnica del Control de Calidad y madre de dos hijos, incluyendo una niña de 6 años. Para ella, combinar la lejanía de su centro laboral con el ritmo de trabajo y el horario de vida de su familia es una ecuación que resuelve a diario.

"La lejanía de la empresa con respecto a la ciudad es considerable. Se vuelve complejo, entonces, velar por el transporte, llegar hasta aquí, jugar con los horarios de la escuela y volver para realizar las tareas domésticas. Una verdadera odisea.

"Nuestro trabajo es, además, continuo. Mientras se mantenga la producción, tenemos que estar aquí a toda costa. No importa si llueve, truena o relampaguea. Muchas veces el turno que sale recibe al turno que entra después, porque una vez aquí, sabes a qué hora llegaste, pero poco sabes de la hora a la que regresarás a casa", confiesa.

Su compromiso con la población es casi comparable con el amor por su familia. Incluso, en ocasiones, coexisten y se funden en un solo sentimiento. "A veces estoy en el trabajo pensando en los problemas de la casa. Otras, estoy en la casa pensando en lo que pasa en el trabajo. No se duerme, porque ambas cuestiones son relevantes, y nos importan.

"Nosotras trabajamos para la población, en la certificación de productos que consumen. De lo que hagamos y cómo lo hagamos, depende la aceptación que tengan los alimentos que se comercializan. Por eso, siempre pensamos en cómo lo asimilarán, si les gustará o no. Como si fueran parte de nuestra familia", testifica.

Son guerreras de la ciencia, que libran batallas desde el laboratorio. Portan como principal armadura su bata blanca, el turbante en la cabeza y la certeza de que cumplen cabalmente su compromiso social.

2 YanetYanet Almenares: “Ponemos un toque de amor a todo cuanto hacemos”.Yanet Almenares Pérez, técnica del Control de Calidad, también forma parte del equipo. Cuenta que esa necesidad de superación la aprendieron, a su vez, de antiguas trabajadoras del Departamento.

"Ellas nos enseñaron lo que sabían del trabajo, y a llevarnos como hermanas. Todas somos mujeres, tenemos situaciones similares y nos entendemos mejor que nadie. El apoyo ha sido clave en este proceso de trabajo.

"Juntas nos sacrificamos. Juntas aprendemos y aprehendemos. Tratamos de superarnos continuamente. Tomamos experiencias de nosotras mismas y nos entendemos mejor que nadie. Sabemos dónde vivimos y las situaciones que enfrentamos, y eso nos hace ser tan unidas", afirma.

Dice que las mujeres en la ciencia son fundamentales "porque le ponen un toque de amor y una mirada diferente a todo lo que hacen. Dan su aporte desinteresado y sacrifican el doble que los demás, por cumplir con el deber. Somos detallistas, buscamos soluciones dónde nadie más las ve. Siempre tenemos espíritu para seguir adelante".

Trabajar desde dentro

1 YenisYenis Mendoza: “Por limitaciones de materia prima priorizamos la canasta básica.Yenis Mendoza Caraballo, directora adjunta de la Empresa de Productos Lácteos, comenta que "se encuentran trabajando de forma limitada, debido a la carencia de materias primas, por lo que estamos priorizando la entrega de los productos de la canasta básica.

"De los contratos con las formas productivas obtenemos cerca de 3.1 millones de litros de leche, con destino a la canasta familiar normada y a las producciones de suplementos alimenticios, como helado y yogurt natural".

"Con esta materia prima, se han tomado otras medidas de conjunto con el Gobierno y el Partido, para garantizar su entrega directa, desde los productores hasta las bodegas de comercio", explica. Así, a partir de problemas con la importación de leche en polvo, se dispuso su entrega solo para niños de 0 hasta dos años de edad, mientras que los infantes de tres a seis años reciben leche fluida.

La entidad retomó, el pasado mes de junio, la producción de yogurt de soya, de gran demanda poblacional, a partir de la entrada de frijol de soya como materia prima base. "Está destinado a niños de siete a trece años, quienes deben recibir 4 pomos al mes. Debíamos comenzar su entrega desde abril, pero al no lograrse, se repondrán los doce pomos correspondientes a estos tres meses", expresa.

Yenis, se encuentra trabajando en la empresa desde 2016, y ocupa el actual cargo desde noviembre del pasado año. Como mujer y madre, desempeñar un puesto en la dirección de Productos Lácteos, representa un desafío adicional.

"Es bastante difícil el trabajo, porque es una empresa compleja, donde hay que buscar alternativas para que el pueblo, fundamentalmente los niños, reciban su producto y satisfacer, así, algunas necesidades.

"Tengo una niña que estudia en el IPVCE y el horario es lo peor. A veces salgo de aquí temprano y cuando llego a casa ya es de noche. Le toca a ella, entonces, adelantar las cuestiones del hogar. Llevar esa dualidad, cuando dirige una empresa que necesita acompañamiento, orden, organización, orientaciones es casi un desgaste constante", confiesa.

No es sencillo el reto, pero el compromiso es mayor: la certeza de que se trabaja directamente para el pueblo es un aliciente, incluso en los días más atareados.

"Nosotras, como mujeres, lo primero que tenemos es sentido de pertenencia. Ponemos los intereses colectivos por encima de los individuales. Tenemos y tendremos siempre disposición de trabajar y 'echar' para adelante, sin importar lo complejo del momento. Vilma, Celia y otras muchas patriotas luchaban en la Sierra Maestra por lo que creían, nosotras también combatimos aquí, solo que desde una trinchera distinta", concluye.

Lidiar con la vida -siendo mujer- es una misión ardua. Las féminas en la Empresa Láctea son ejemplo de que -bien hecho- el trabajo embellece, nutre, disciplina; de que la responsabilidad -bien llevada- no hace sino dar alas. De que la mujer también crece con aquello que sale de sus manos.