AlcibisdesDisfruta el día a día en su trabajo.

En Guantánamo gozan de popularidad los bares, además de los clubes particulares y estatales, y en ellos resalta el papel de los barman, personas que le echan mano a la creatividad para satisfacer a los clientes desde la coctelería. Es curioso cuando el referente de muchos cantineros guantanameros es la misma persona, alguien que para ellos es más que un maestro y ese es Alcibiades Gaínza Cobas.

“La cantinería es un arte, que lleva amor y dedicación para ofrecerle un producto de calidad al cliente. En mi caso surgió el interés por saber cómo se elaboraban los tragos; de ahí surgió esa pasión, que desarrollé en cursos sobre esa especialidad”, cuenta Alcibiades con sencillez, y muestra su entrega a la profesión.

 

De profesor de Historia a cantinero

 

“Fue una etapa importante para mi formación haberme desempeñado como maestro de Historia, ya que recibí habilidades que me han servido hasta hoy. Actualmente sigo estudiándola para ‘refrescar’ esos conocimientos. En la escuela y en la vida no hay alumnos poco aventajados, solo profesores incapaces, porque el maestro debe trabajar sobre las diferencias individuales del estudiante para cumplir los objetivos que se propone, ese resultado se ve en la cantidad de personas que aprecian tu compromiso”, indicó Gaínza Cobas.

 

No todo es fácil

 

“Lo más importante para un comerciante es vender una buena imagen, su presencia, así como el dominio de la técnica. Un bartender debe mantener el servicio, aunque no tenga todos los recursos, implica creatividad y seguir estudiando al respecto. En mi cantina yo preparo las infusiones con plantas aromáticas, que enriquecen el resultado de un coctel determinado.

 

“Los tragos que más se consumen son los tradicionales como la Piña Colada, el Daiquirí, el Mojito, otros como el coctel Alexander, el Campero y el Olímpico. Disfruto prepararlos, en el caso de la Piña Colada, hacerla en la coctelera, porque queda mejor la bebida y así lo hace saber la gente. Por otra parte, el Coctel Olímpico guantanamero es una de mis creaciones, que lleva granadina, jugo de maracuyá, hielo y ron blanco, una bebida especial en honor a los guantanameros que han sido campeones bajo los cinco aros.

 

La sangre de la cantina

 

Para el profe Alcibiades, como es conocido por sus amistades, la profesión y la familia están conectadas: “Mi hijo es cantinero también, siempre le di mi apoyo, lo asesoré y él también ha estudiado además en el mundo de las tecnologías a la hora de aprender por Internet, se ha vuelto más habilidoso, como se dice en buen cubano: el alumno superó al maestro”.

 

Mi pasión por la cantina

 

“Estoy orgulloso de ser cantinero. Siempre me he preocupado por superarme profesionalmente y no me preocupa tener competencia, porque lo más importante es satisfacer al cliente para que se sienta agradecido con el servicio que le ofrezco y que quiera volver a visitar la Cafetería Olimpia donde trabajo”, concluyó Gaínza Cobas.

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