Unas 50 toneladas de alimentos han sido trasladas a la totalidad de los llamados sitios de difícil acceso en el municipio de Imías, destinos de dificultades geográficas habituales agravadas por las deplorables condiciones que dejó en las vías de transportación el huracán Oscar y cuyo aislamiento rompieron campesinos poseedores de arrias de mulos.
Los arrieros salvan obstáculos infranqueables para los transportes automotores y llevan las mercancías de la canasta básica, productos comercializados por las cadenas Cimex y TRD, y donativos a los 19 mil 628 consumidores de 40 bodegas en parajes recónditos de la geografía imienses, dio a conocer Ernesto Cabrera Ortíz, director de la empresa municipal de Comercio, Gastronomía y los servicios.
Ejemplifico cómo en los primeros momentos de rota la incomunicación (externa e interna) resultó imposible a los helicópteros llegar a lugares como Explanada de Duaba y El Ñame, por inclemencias del tiempo, pero fueron abastecidos sus pobladores por combatientes de las FAR y empleo de transporte especializado.
En Imías más de una veintena de lugares constituyen desafíos para la distribución de las mercancías, que en las complejas situaciones incluyen hasta tuberías de PVC para restablecer servicios como el de la minihidroeléctrica de Los Calderos, artificios trasladados por las arrias.
Cabrera Ortiz mencionó entre otros parajes en ocasiones solo accesible por trillos con el empleo de mulos a El Cuero, Arroyo Jojó, Palmarito, Yacabo, y Jobo Arriba; El Mijial, Vega del Jobo, Batea, Arroyo de Carlo, El Vagá… donde vive considerable población serrana que no deja de ser atendida, máxime en las difíciles circunstancias tras el paso del meteoro.
El directivo de Comercio exaltó el papel imprescindible que desempeñan los alrededor de 15 arrieros del territorio con unos 90 animales, sobre todo mulos y en menor cuantía bueyes, quienes en condiciones muy difíciles y desde muy tempranas horas de la mañana garantizan la transportación de todo tipo de insumos recorriendo en ocasiones hasta 15 kilómetros por abruptos senderos y trillos desafiando el lodo y la lluvia.