Desde que la Defensa Civil declaró la fase recuperativa comenzó la recepción y clasificasión de los donativos en los almacenes de la Universal
Una imagen dice más que mil palabras, lo corroboré al apreciar a pocos metros y con mis propios ojos la devastación, el rastro del huracán Oscar en Guantánamo.
El vestigio del ciclón es tristeza, todo mojado o húmedo: ropa, calzado, muebles, armarios, colchones, equipos electrodomésticos. Las personas, en su mayoría afligidas, pero activas, cargan en su mano un instrumento de limpieza, y también los que llegan desde otros rincones de nuestra geografía.
A su paso, Oscar se llevó muchas cosas de valor material, pero lo verdaderamente valeroso lo trae este pueblo por dentro, y no pueden arrebatarle la empatía, la cordialidad ni la solidaridad: de todo el caimán dormido, despertaron corazones dispuestos y manos extendidas a compartir lo que tenemos.
Se alza una voz y muchas responden
Con la certeza de volverlo a hacer, Osmel Díaz Boloy, artista guantanamero, viaja a municipios afectados llevando consigo ayudas para los damnificados, recolectadas a través de una campaña lanzada en sus redes sociales.
“Recibí llamadas desde casi toda Cuba, afirma entre risas, no contábamos con la logística para llegar a todos los lugares, pero hubo posibilidades de recoger los donativos de todo el que quiso aportar aquí en Guantánamo, y digo más, hay mucha gente de varios países llamando a mi teléfono, con voluntad de ayudar”.
Los números desconocidos son ahora frecuentes en la pantalla del teléfono de Osmel, no son pocos quienes optaron por emplearlo de puente para llevar su aporte al que más lo necesita, “esto es increíble, estoy contento con ayudar al otro, aún sin conocerlo y súper agradecido con todas las personas que apoyaron esta causa”.
La sala de su casa funge como almacén mientras haya alguien dispuesto a dar; su familia, incluso vecinos conforman el equipo de clasificación, “el gesto es lo más importante, hubo gente que llevó lo que tenía, una señora regaló un plato y una cuchara, y me los llevo para allá arriba -dice refiriéndose a los afectados municipios del Este de Guantánamo.
Algunas prendas de vestir hubo que desecharlas por mal estado, pero otras las salvaron con el aporte de una vecina costurera, quien arregló, transformó pantalones rotos en chores, hizo costuras, falsos, y ese fue su aporte.
Ayuda de todo tipo, desde ropa hasta canastillas enteras, colchones, sillas, cunas, y la biblioteca personal de Osmel, quien agradece “especialmente a los dueños del restaurante Correa, padre e hijo, y Aldo Salvent, del ranchón Triple Play”, y cada persona que sumó alimentos, aseo, el transporte para llegar, andar y dar al que más lo necesita.
Dos a tres carros con donativos salen diariamente desde los almacenes de la Universal hacia los municipios afectados por Oscar.
Solidaridad de corazón
La ayuda no es solo entre guantanameros, de todo el país se abren las manos amigas: desde Santiago de Cuba llegaron a Imías miembros del proyecto De Corazón, el cual nació en el 2021, en medio de la pandemia de COVID-19, con el objetivo de colectar y proporcionar medicamentos de manera gratuita a los más necesitados.
Incentivados por Claudia Rafaela Ortiz Alba, periodista guantanamera, pensaron cómo podrían ayudar y entonces hicieron convocatorias en su red de grupos de Whatsapp.
“Las personas empezaron a llamarnos para donar, ya no solo medicamentos sino alimentos, aseo, ropa y dinero”, comentó a Venceremos Nathalia Rabanal Cuadras, administradora del proyecto con el cual contribuyeron además varios emprendimientos santiagueros con los productos de sus negocios.
A las comunidades imienses del Canal y Mangal llegaron los corazoneros y aportaron además de su amor y entrega, 300 módulos con espaguetis, aceite y puré de tomate; confituras y libros para los niños, ropas, zapatos, aseo y medicamentos a familias que el río les llevó sus pertenecias, así como rellenos de pamper y ropa de bebé a cinco lactantes y una embarazada.
“Tenemos la voluntad, fe y convicción de que estamos haciendo lo correcto -asevera el corazonero Yasser Vizcay Alcántara-, lo que debe hacer todo cubano, aportar su granito de arena para provocar una sonrisa en esas personas, no solamente los donativos sino el calor humano y el aliento de que Cuba no lo deja solos y van a salir de esta situación”, aseveró Vizcay Alcántara.
El arte nos une
Pensando precisamente en la atención afectiva además de lo material, miembros de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) de varias provincias del país colaboran con las zonas más afectadas por el paso del huracán Oscar.
“El valor de donar el alma, tu amor hacia el prójimo de allí, es magnífico, y eso es lo que más agradecen, llegar además con una cosita en la mano para compartir, devuelve un poco el aliento; conversar y acompañar es como decir estoy contigo” afirma Ury Rodríguez, presidente provincial de la Uneac en Guantánamo.
Cualquier espacio es propicio para ayudar, así lo demostraron los escritores y artistas cubanos, pues en el marco del décimo Congreso de su organización, que sesionó este mes de noviembre, asociados de distintas provincias aprovecharon la oportunidad para enviar donaciones a los afectados tras Oscar por medio de la delegación guantanamera.
El Grupo Teatro Macubá y Fátima Patterson, nos regalaron para las bibliotecas cuatro cajas de libros”, igualmente desde la sede guantanamera “aportamos sobre todo libros de la Editorial Unión y ahora estamos inmersos en una campaña de donar un libro infantil o juvenil, para volver a tener en la biblioteca de la escuela de Macambo una bibliografía en la que los niños puedan consultar y leer”.
“A su vez colaboramos con los trabajadores de la Cultura de los municipios de San Antonio del Sur e Imías, pues aunque están trabajando en la recuperación también lo perdieron todo, sobre todo en la zona que se inundó”.
“Hay un nivel de entrega, un altruismo increíble, y no solamente de los artistas, todo el mundo está aportando; mucha gente anónimamente, pues no le interesa la publicidad; la contribución de la Uneac guantanamera no ha sido en grandes cantidades como pueden realizar otras organizaciones, mas ha sido una labor muy hermosa.”
Ury Rodríguez: “la esencia es compartir lo mejor que podemos dar, no solamente lo artístico, sino como hicieron muchos, limpiar, sacar el lodo de las casas, ayudar”.
Organizar las ayudas
Esta voluntad de dar y de que llegue a manos de quienes lo necesitan es posible gracias a un trabajo arduo de diversos factores, los almacenes de la Empresa Comercializadora y de Servicios de Productos Universales en Guantánamo cobran protagonismo en este proceso pues reciben, acopian, clasifican y despachan los donativos hacia los municipios afectados tras el paso del huracán Oscar.
“Viene todo tipo de productos” -asevera Juan Carlos Estrada López, especialista de la Dirección provincial de Trabajo, quien funge actualmente como supervisor, sobre todo ropa, calzado, aseo y útiles del hogar.
Dos equipos de entre 10 y 15 trabajadores cada uno de la Universidad de Guantánamo y del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Índer) laboran en dos turnos de trabajo clasificando ropa y calzado en las categorías hombres, mujeres y niños, esto tiene ventajas porque favorece la agilidad en la distribución y que llegue realmente a los más necesitados”.
Los bultos llegan y son desagregados por los clasificadores para cumplir su misión, también se aparta por rotura o suciedad, que en esas condiciones no se debe entregar, pero eso es muy poco”, aseveró Estrada López.
Una vez clasificados, los donativos son empacados e inicia el proceso de carga de los camiones para su traslado a los municipios de San Antonio del Sur, Imías, Baracoa y Maisí, este último atrasado en entregas por las condiciones de los viales.
El Consejo de Defensa Provincial (CDP) hace la propuesta y decide el destino de esos donativos, que se envían a los Consejos de Defensa Municipales, cuyos integrantes conocen la magnitud de los daños y las familias más afectadas y vulnerables, y en consecuencia orientan el destino y control de los donativos.
“En Guantánamo se recepcionan donativos de todas partes del país, así como de algunas formas de gestión no estatal, ejemplo de Granma, tuvimos un grupo de Mipymes que llegaron hasta acá y trabajaron en Imías, así como un trabajador por cuenta propia (TCP) de esa misma provincia con 200 pares de calzado”, comenta Aurora González Stable, directora de desarrollo local en la provincia de Guantánamo y miembro del subgrupo de Comercio Exterior del CDP.
La empresa Konfort donó cien colchones, 25 para cada territorio afectado; por su parte la Cooperativa No Agropecuaria La Esperanza, de Sancti Spíritu, donó, entre otros bienes, 20 colchones personales que se entregaron en los municipios de San Antonio del Sur e Imías, los de mayores afectaciones por inundaciones, además de 20 colchones para cunas.
Empresas radicadas en la Zona Especial de Desarrollo Mariel donaron picadillo, y la de bienes médicos, pamper para niños y adultos, así como almohadillas sanitarias.
La miembro del subgrupo de Comercio Exterior del CDP relacionó donativos internacionales como generadores eléctricos por una organización de solidaridad de los Estados Unidos; leche por el proyecto Puentes de Amor, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) además de alimentos y set de cocina, donó carpas familiares para guarecer del viento y la lluvia a quienes perdieron su vivienda, las cuales fueron distribuidas por los cuatro municipios.
La Federación de Asociaciones de Cubanos Residentes en España (FACRE) aportó medicamentos entregados a la Dirección provincial de Salud. A título personal Michael Duarte, cienfueguero residente en Tampa, aunque no tiene ni amigos ni familiares en Guantánamo, entregó otro donativo que benefició hospitales, escuelas, centros de evacuación y comunidades.
Toda Cuba y el mundo se aúnan en solidaridad con los territorios afectados por el huracán Oscar, en la provincia más oriental. Los donativos populares, es decir, de cada persona natural, sector social, organizaciones nacionales e internacionales contribuyen significativamente en la recuperación de dichos territorios.
Cubanos y extranjeros solidarios validaron la máxima de José Martí “ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad”.
Algunos donantes tienen un interés determinado, otros consultan donde pueden ayudar y el CDP conociendo las afectaciones les direcciona.