periodista BaracoaJosé Daniel, joven graduado de Comunicación Social, devenido periodista en Primada Visión.Los periodistas forman parte de un gremio que también ha estado en la primera línea antes, durante y después del paso del huracán Oscar por territorio guantanamero, siempre reportando, con riesgo, en ocasiones, para su integridad física, por una causa mayor: informar a la población.

 

Entre el fango y el agua por las rodillas, armado con capa, botas y micrófono, José Daniel Ortiz Durand transmitía en vivo desde las calles de Baracoa cuando Oscar dejaba un rastro de inundaciones y destrucción. Ahora él está frente a nosotros, nervioso, con el rostro adolorido por todo lo que vio, aunque vive orgulloso de lo que hizo, y aquí nos cuenta su historia:

 

“Para empezar, yo no tengo formación periodística. Más bien soy recién graduado de Comunicación Social, pero estoy ejerciendo el periodismo aquí en el telecentro Primada Visión. Me estoy enamorando de esta carrera y el gremio local me ha acogido bien”.

 

Cuenta José Daniel que cuando iniciaron las lluvias ya estaban listos para trabajar y enfrentar las condiciones adversas que se aproximaban.

Inclusive, les dieron un Departamento en el Hospital Octavio de la Concepción y de la Pedraja como Puesto de mando para las transmisiones en directo.

 

“Asumir esa tarea fue una experiencia única e inolvidable. Imagínate que yo salí de la universidad hace cinco meses, soy nuevo en el campo, y hacer la cobertura de estos hechos fue, a pesar de los estragos causados, una escuela formativa para mí: había que transmitir en vivo, reportar para La Habana, hacer llamadas telefónicas, meterse en el agua para ayudar a algún poblador…

 

“Cuando se dice Baracoa, además del chocolate, también la memoria se remonta a ciclones y demás eventos que dañaron a esta ciudad, a esta gente. Entonces, por muchos que hayan pasado, como Matthew y Oscar, uno nunca se acostumbra a ver la magnitud de los daños materiales y sicológicos que provocan. Y no. Yo nunca me acostumbraré tampoco a presenciarlo.

 

“Me siento periodista, sí. Más allá de todo lo que te agradecen por las redes sociales y en el propio andar por la ciudad, siempre hay algo en el fondo que te hace sentir mejor, que te crea un compromiso con la población: a siempre tenerla informada, preparada y consciente de todo lo que sucede a su alrededor.

Creo que esa es la premisa de la mayoría de nosotros, y por ahí me dirijo: a informar”.

 

Afirma este joven, que luego del ciclón no hubo tregua. Empezaron las lluvias, sin pausa. La ciudad se inundó, y recuerda que cerca de las 5:30 am el director del telecentro fue a recogerlo en el carro porque había que transmitir y hacer pases televisivos de lo que estaba sucediendo.

 

“Había casas totalmente tapadas por el agua. En mi vida había visto cosa parecida. En un primer momento me impactó esa imagen, pero me dije: Daniel, tú no puedes dejarte llevar por lo que ves; tienes una tarea que cumplir. Fue difícil, sí, pero no teníamos de otra.

 

“El momento que más me marcó fue cuando estaba pasando el ojo del huracán cerca de la ciudad.

 

Eran vientos fuertes, comparables a los de Matthew hace ocho años, y era triste ver cómo los techos volaban por encima de nosotros, cómo una señora mayor salía corriendo de su casa, bajo la lluvia y llorando, por la pérdida de un bien tan preciado.

 

“Yo también sentí miedo. Nos habíamos montado en un vehículo que nos llevaría hasta la casa. Entonces empezaron fuertes vientos y una racha arremetió contra el medio de transporte. Casi lo hizo volcarse.

Imagínate la fuerza y velocidad que tenía. Ahí comprendí que mi tarea aquí recién empezaba.

 

“De experiencia me queda el recuerdo y el conocimiento de cómo actuar ante una situación de este tipo. Fue el primero, sí, y sé que vendrán muchos más. Ojalá y no causen daños como este, pero en ese caso, ya me siento listo para afrontar la adversidad”, concluye José Daniel.

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