El reconocimiento entregado en el Centro de Convenciones del campus Caborca, reconoce los aportes de Pastrana Corral (a la derecha) a la educación superior y la investigación, en México y fuera de sus fronteras.
La doctora Susana Angélica Pastrana Corral considera al trabajo extensionista y de investigación una labor que enamora, cautiva e inspira.
Desde su querida Universidad de Sonora, campus Caborca, en México, se enfoca en transmitir pedagógicamente a los jóvenes la seguridad necesaria para avanzar en su etapa formativa, disciplinar y, sobre todo, en la consecución de sus metas como buenas personas, buenos ciudadanos, tolerantes y de profundo pensamiento humanista.
Esa pasión por el servicio la llevó a hacerse responsable del proyecto que vincula a los estudiantes en zonas urbanas y rurales de alta marginación con la práctica docente extensionista comunitaria, así los frutos de su formación benefician a buena parte de la sociedad.
El proyecto está enfocado en actividades que van desde la asesoría en documentación, hasta el apoyo sicológico a los pobladores, talleres, capacitación y actividades culturales.
“Las Brigadas Comunitarias Multidisciplinarias iniciaron primero como un programa de prevención de la deshidratación en coordinación con la Secretaría de Salud del Estado, debido al alto índice de casos de deshidratación en niños y adultos mayores, por altas temperaturas en esta zona del desierto sonorense.
“Ya se ha ido implementando con convenios a nivel nacional e internacional y nuevos proyectos de desarrollo local; de ese desarrollo endógeno que debe haber, pues nuestra gente, nuestro pueblo desde las comunidades tienen un gran potencial para elevar su calidad de vida”, indicó la doctora Pastrana Corral en entrevista con Venceremos.
A través de ese vínculo llega la académica azteca a la Universidad de Guantánamo (UG), con una labor que ya suma casi una década de trabajo, materialización del convenio de ambas instituciones, y lo hace como paradigma docente en la formación de generaciones de alumnos de pregrado y posgrado, lo que la convierte en maestra de maestros.
“En marzo cumpliré 40 años de servicio como docente, pero también como responsable del proyecto de Brigadas Comunitarias Multidisciplinarias, gracias al cual mantenemos un intercambio de investigación y colaboración con la UG, una relación muy estrecha, que inició desde 2016, específicamente con el Doctor Daniel Fernández Urgellés y su proyecto Con mochila al hombro, a través de los convenios macroespecíficos”, apunta.
La destacada investigadora ha sido, además, Árbitro para la Revista Internacional de Ciencias Sociales Interdisciplinarias, Árbitro de la revista EduSol, y miembro de la comisión del doctorado en ciencias pedagógicas de la Casa de Ciencia y Progreso en Guantánamo.
Por eso no sorprende que esa Casa de Altos Estudios decidiera otorgarle, por mérito propio, el título de Doctor Honoris Causa de la institución, máximo galardón académico de la UG, lo cual se materializó presencialmente en la tierra de Benito Juárez.
Precisa Pastrana, vía WhatsApp, que recibió emocionada las palabras de elogio de la comunidad universitaria guantanamera, y agradeció la contribución en los programas sociales, en la formación permanente de los estudiantes.
Agregó que, en casi una década de hermanamiento, las universidades de ambas regiones han promovido intercambios en materia de movilidad estudiantil y docentes, estrechando vínculos académicos, de investigación y en extensionismo.
“Yo tengo una Licenciatura en Sociología, una Maestría en Administración y un Doctorado en Administración Pública, las dos primeras de mi Casa de Altos Estudios y la siguiente fue del Instituto Sonorense de Administración Pública, por la Universidad Veracruzana, en la ciudad de Hermosillo.
“Inicié mi trabajo en el Colegio de Sonora prestando mi servicio social, allí me dediqué a la investigación y también a posgrados, atendiendo no solo desde el ámbito profesoral, sino también con un enfoque muy familiar y empático con el alumnado.
El hecho es que entendí que, para poder desarrollarnos en esta profesión tan noble, no solo se necesita disciplina, mucha dedicación y empeño, sino también cercanía con el estudiantado porque tenemos en nuestras manos la formación de seres humanos, que nos llegan como estudiantes y egresan con una profesión al servicio de la comunidad, por eso lo que hagamos por cada estudiante, hombre o mujer, lo hacemos por el bien de nosotros mismos, de nuestra sociedad.
Eso es algo que tiene claro la UG y por eso trabajamos de conjunto haciendo ciencia y conciencia como orientadores y guías, y ¡qué mejor momento para ver los frutos de la formación que el servicio social! A través de él las instituciones de educación superior extienden sus brazos hacia la comunidad que devuelve ese regalo como clase trabajadora, con sus impuestos y otros servicios que sirven de sustento a la formación.
Por eso lo mínimo que uno tiene que hacer es darle al pueblo, a la comunidad, el conocimiento de la cultura y del arte por lo cual las familias mandaron a sus hijos a estas universidades, esperando que además aporten para el mejoramiento de la sociedad, enfatiza la Doctora.
Susana Angélica Pastrana Corral asegura sentirse eternamente agradecida con la Universidad de Guantánamo.
Para mí es, como mi otra casa universitaria, desde la primera vez que estuve en sus eventos científicos, aprendiendo experiencias o propuestas de cómo mejorar la calidad de vida de las personas, a través del conocimiento científico. Ellos están claros que no hay otra inversión mejor que el ser humano y en especial la educación, además el aprendizaje es infinito, no como otros recursos del planeta.
El hombre, como especie, solamente se puede salvar con conocimiento, por eso aplaudo ese enfoque solidario que tiene la Universidad de Guantánamo de enseñar al campesino, al obrero, al estudiante, de aprender todos por el bien común. Esa es la mejor expresión de los valores humanos que nos permitirán crear un entorno y un contexto, tanto familiar como social, más armónico y menos vulnerables, concluyó.