Más de 200 miembros de la Asociación Cubana de Personas con Discapacidad Físico-Motora (Aclifim) en Guantánamo fueron beneficiados por la donación de sillas de ruedas especiales y convencionales, realizada por la organización estadounidense sin fines de lucro Joni and Friends (Joni y sus amigos).
El donativo, constóde 224 sillas de ruedas, de ellas 47 especiales o pediátricas, las cuales se adaptaron a la discapacidad del beneficiado, por lo cual la entrega fue personalizada, aseveró a Venceremos Simón Despaigne Robert, presidente provincial de la Aclifim.
Durante cinco jornadas consecutivas, del 5 al 9 de este mes de mayo, un equipo de 14 técnicos, fisiatras y mecánicos estadounidenses y canadienses de Joni and Friends, junto a especialistas guantanameros, organizados en grupos de trabajo, realizaron la adaptación personalizada y entrega de las sillas de ruedas en la Sala polivalente Rafael Castiello, de la ciudad del Guaso.
Además de recibir sillas dos centenas de asociados de todos los municipios de Guantánamo y otras personas en situación de discapacidad -no miembros de la Aclifim-, se obsequió a pacientes con discapacidad físico-motora 32 muletas auxiliares, 30 bastones de apoyo y 35 andadores.
Esta donación, coordinadapor el Consejo de Iglesias de Cuba y la Aclifim, llegó al Alto Oriente cubano por tercera ocasión en más de tres décadas de colaboración de Joni and Friends con Cuba, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los beneficiados y favorecer su inclusión social en la comunidad, a pesar del bloqueo al que está sometida la isla caribeña.
“Estamos agradecidos por el gesto humanitario que representa este donativo -afirma Despaigne Robert-, tenemos una gran satisfacción por la oportunidad de recibir al equipo de Joni and Friends y la ayuda a cada persona beneficiada”.
Joni and Friends es un ministerio cristiano con sede en Estados Unidos, que se dedica a brindar apoyo a personas con discapacidad, promoviendo la inclusión y la dignidad a través de diversas iniciativas. La labor de este ministerio no solo representa un alivio para quienes reciben las donaciones, sino que fortalece la solidaridad y el compromiso cristiano con los más vulnerables.