Foto 1Bárbara Elizabeth, junto a su padre, al momento de recibir, además de la silla de ruedas, un nuevo andador.

Bárbara Elizabeth Savón González es una joven jurista de 23 años de edad. Desde que trabaja en el Registro Civil del municipio de Guantánamo ha sido víctima de unas cuantas caídas, relató a Venceremos su madre, Maritania González.

La joven afiliada de la Asociación Cubana de Personas con Discapacidad Físico-Motora (Aclifim) sonrió y explicó que fue debido a barreras arquitectónicas, algunos sitios donde no puede transitar en su silla de ruedas y al deterioro de su andador.

Desde los tres años de edad, Bárbara anda sobre ruedas, “entonces la silla era más grande que ella”, dice su mamá, mientras comparaba las medidas con las manos. Pregunté por la discapacidad: “cuadriparesia espástica, la cual le produce rigidez en ambos miembros superiores e inferiores”.

Entonces me asombré y ellas sonrieron, “esta es la mano loca”, dijo sonriente Elizabeth y me mostró la derecha; mas con su izquierda, además de escribir, maneja hábilmente el teléfono celular y registra cada día en su centro laboral.

Este mes de mayo cambió su realidad y también su silla de ruedas y andador por unos mejores, más cómodos, más útiles. Ahora ella es una más de los amigos de Joni and Friends (Joni y sus amigos), organización cristiana de Estados Unidos que por cinco días trabajó arduamente en la adaptación personalizada y donación de sillas de ruedas a más de 200 guantanameros.

En la antigua ya no podía acomodar los pies, las ruedas más pequeñas las habían cambiado varias veces, y aun así para que no se desbarataran debía cuidarse de andar por calles en mal estado o empedradas, muy frecuentes en nuestra ciudad.

Esta nueva me encanta, afirmó con gran entusiasmo y las novedades saltanron unas tras otras junto al brillo en sus ojos y la sonrisa en sus labios: “Se cierra y se abre fácilmente, incluso, se puede usar como una cama, tiene tres colchones antiescaras”, y mientras iba verificando los beneficios se elevó su voz y añadió con alegría: “Y se hace chiquitica”, mis carcajadas ya eran insostenibles como mi curiosidad, ella prosiguió “quisieras ver qué linda, se desarma y la puedes llevar como equipaje, como una maleta de rueditas”.

Cada detalle del funcionamiento se lo explicó uno de los voluntarios de Joni and Friends, quien a la par con un especialista nuestro, del Taller de sillas de ruedas de La Habana, la midieron para buscar un equipo conforme a su necesidad.

Escuché cuando comentaron que la mía era la única silla de ese modelo, resaltó Savón González y contó, “todo el mundo se quería montar en ella, pero les quedaba pequeña o muy grande”, y fugaz vino a mi pensamiento la certeza de que esa era la suya, como el refrán: lo que está para ti, nadie te lo quita.

Amigos guantanameros de Joni

Ruedas para el mundo es uno de los ministerios de la organización cristiana, el cual llegó al Alto Oriente cubano por tercera ocasión en más de tres décadas de colaboración de Joni and Friends con Cuba, a pesar del bloqueo al que está sometida la isla caribeña.

El donativo, coordinado por el Consejo de Iglesias de Cuba y la Aclifim, constó de 224 sillas de ruedas, de ellas 47 especiales o pediátricas, las cuales se adaptaron a la discapacidad del beneficiado, por lo cual la entrega fue personalizada, aseveró a Venceremos Simón Despaigne Robert, presidente provincial de la Aclifim.

Durante cinco jornadas consecutivas, del 5 al 9 del reciente mes de mayo, un equipo de 14 técnicos, fisiatras y mecánicos estadounidenses y canadienses de Joni and Friends, junto a especialistas guantanameros organizados en grupos de trabajo, realizaron la adaptación personalizada y entrega de las sillas de ruedas en la Sala Polivalente Rafael Castiello, de la ciudad del Guaso.

Además de recibir sillas dos centenas de asociados de todos los municipios, y otras personas en situación de discapacidad -no miembros de la Aclifim- entregaron alrededor de 30 muletas auxiliares, 30 bastones de apoyo y 35 andadores.

“Gracias a que llegaron más sillas especiales de la cifra prevista, pudimos satisfacer las necesidades de muchos más niños, los más beneficiados con este gesto”, aseguró Despaigne Robert.

“La presencia oportuna en la Sala Polivalente -el primer día- y las indicaciones precisas de Yoel Pérez García, primer secretario del Partido en la provincia, propiciaron la organización y el desarrollo exitoso del evento”, valoró.

Esto también fue posible gracias al acompañamiento de la Cruz Roja cubana, el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación, Salud Pública, el Gobierno provincial, el Departamento ideológico del Partido, el Ministerio de Trabajo, un equipo multidisciplinario que contribuyó en cada jornada.

En contraste, Despaigne Robert reconoció las insatisfacciones de algunos que acudieron al sitio en busca de las sillas de ruedas sin estar contemplados en los listados previamente elaborados.

“Es comprensible, señaló, pues tenemos en la provincia alrededor de mil usuarios permanentes de sillas de ruedas, y aunque se satisfizo un número importante de necesidades, otros restan por el mismo menester.

“Estamos agradecidos por el gesto humanitario, afirmó Despaigne Robert, tenemos una gran satisfacción por la oportunidad de recibir al equipo de Joni and Friends y por la ayuda a cada persona que la recibió”.

Válida espera

Foto 2Aliaga Michel en su primera silla de ruedas y, de izquierda a derecha, su madre, el voluntario de la Cruz Roja cubana y una de las representantes de Joni and Friends en Cuba.Eliovis Aliaga Michel, adolescente de 16 años, esperaba junto a su madre el primero de los días de entrega de las sillas de ruedas en la Sala Polivalente. Los payasos terapéuticos amenizaron un tiempo, mas transcurridas algunas horas él se comenzaba a desesperar.

Foto 3Michel Rodríguez: “Fue una experiencia bonita y conmovedora ver las sillas maravillosas en que salían los niños”.“Porque él no puede estar mucho tiempo fuera del área de cobertura, quiero decir, fuera de su casa”, explicó Daimara Michel Rodríguez, madre de Eliovis, y detalló que cada niño demoraba en su consulta, pero salía en una silla según su patología, relató quien por sus palabras mostró empatía con quienes andaban sobre ruedas, aunque su hijo aún aguardaba.

“Lo midieron de una punta a la otra, le probaron varias, y desde ese momento estaba risueño, pero al estar sentado en una de las sillas por más tiempo y ver que no le traían otra sino que se la ajustaban, qué alegría, valió la pena cada minuto”, recuerda la madre y asoman lágrimas en sus ojos. ¡Su primera silla de ruedas!

Eliovis, aunque padece de parálisis cerebral infantil y una hemiplejia en lado izquierdo, nunca antes había tenido una, mas ahora “no la suelta para nada”, destacó su madre.

“Y yo cómo no voy a estar contenta, si venía, como le puse, con mi ‘motorina’ por la calle, y cuando llegué al barrio todo el mundo tenía qué hablar”, con gran entusiasmo, jocosidad y agradecimiento, se pronunció esta madre que hasta hace muy poco llevaba su primogénito a cuestas; lo cargaban para todo, porque no tenían para el niño otro medio de locomoción.

“Le regalaron una Biblia ilustrada, y a mí un libro con la historia de Joni, la fundadora de la organización, muy conmovedor; con cada detalle él no hacía más que reír, una sonrisa que no le cabe en los labios”, concluyó.

Foto 4Pintando con la boca, Joni transforma la adversidad en arte y, con cada trazo, expresa su fe, inspira y ayuda a miles de personas con discapacidad.Joni Eareckson Tada, fundadora de Joni and Friends, en 1967, a la edad de 17 años, sufrió un accidente durante una inmersión y quedó cuadripléjica.

Al cabo de dos años de rehabilitación, aprendió a pintar con la boca, sus cuadros se hicieron famosos y con lo recaudado al venderlos fundó dicha organización, para proporcionar ayuda a familias con necesidades especiales en más de 50 países.

Joni and Friends suscitó más de una sonrisa en cada familia bendecida en Guantánamo con este regalo, asimismo a quienes trabajaron de conjunto para hacerlo posible, y aún a quienes escuchan o leen las anécdotas.

Empero, conmover no es el objetivo que persiguen, cada uno de estos actos representa un paso de avance hacia la dignidad, la independencia y la posibilidad de una vida con menos barreras.

No se trata solo de un recurso físico, sino de un mensaje poderoso: nadie está solo en sus dificultades. Joni and Friends movidos por su fe y la certeza de que Dios guía cada esfuerzo, abren caminos entre obstáculos, en el caso cubano amén del bloqueo al que es sometida la isla.

La solidaridad, una vez más, no encontró fronteras, y así, en cada sonrisa de gratitud, en cada vida transformada por esta ayuda queda en evidencia que donde hay fe, hay esperanza, y donde hay amor, la posibilidad de un futuro mejor.

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