El Doctor en Ciencias Enrique Diego Arango Arias, reitera la importancia del trabajo preventivo de los Centros de Gestión para la reducción de riesgo y la población de Santiago de Cuba y Guantánamo.
El planeta se sacude. Tiembla a cada instante todo el globo por su propia estructura geológica. La superficie terrestre se divide en placas tectónicas (gigantescas losas de roca que integradas como un puzzle forman la capa superior de la Tierra) y a consecuencia del calentamiento del magma bajo la corteza se producen movimientos internos, provocando que las referidas placas choquen entre sí o se deslicen unas contra otras, generando mucha energía, génesis de los terremotos.
Entre las placas existen límites o fallas verticales como la Oriente, al Sur de Guantánamo, Santiago de Cuba y Granma, la cual limita la placa de Norteamérica y es de especial interés para el Archipiélago, como también la Falla del Norte de La Española, que continúa por el norte de la provincia extremo oriental cubana.
Tiembla el globo, y en consecuencia sus habitantes ante el más mínimo movimiento telúrico perceptible, que en Guantánamo, por ejemplo, hace recordar el sismo de 5.5 grados en la escala de Richter (expresión de entonces) ocurrido el 20 de marzo de 2010, a las 2:08 minutos de la tarde, el cual sacó a todo el mundo de sus casas y mantuvo a muchos durmiendo a la intemperie, sobre todo moradores del edificio de 18 plantas en las inmediaciones de la Plaza de la Revolución Mariana Grajales.
Desde entonces se habla de la recurrencia en el tiempo de un sismo de grandes magnitudes y las posibilidades son ciertas, asegura el Doctor en Ciencias Enrique Diego Arango Arias, jefe del Servicio Sismológico Nacional de Cuba, una de las voces más autorizadas del tema en la Isla e internacionalmente.
“Ese presupuesto es totalmente cierto -afirma y explica que a partir de secuencias históricas registradas desde el siglo XVI (años 1500 a 1600) se reportan 20 sismos o terremotos de hasta 9 grados de intensidad en la escala MSK en las inmediaciones de la ciudad de Santiago de Cuba e informa:
“El periodo de retorno o recurrencia de estos cataclismos se estima entre 80 y 90 años y en el 2025 se cumplen 93 años del último terremoto fuerte que se toma como referencia, ocurrido el 3 de febrero de 1932, y que afectó con intensidad de 8 grados a la ciudad de Santiago de Cuba. Atendiendo a lo cual se puede afirmar que la amenaza es muy alta y real”.
Tras subrayar que tal estimado más que alarmar debe llamar a la preparación respecto a la reducción de daños y la preservación de la vida humana, el Doctor en Ciencias de la Tierra, especializado en Geofísica, señaló a las regiones situadas en toda la costa sur oriental, próximas a la Falla Oriente (Santiago de Cuba y Guantánamo y Caimanera) como las potencialmente más expuestas a un terremoto en Cuba, sin la incidencia de tsunamis por el tipo de movimiento de esas placas tectónicas.
El rectángulo 1 marca la Falla Oriente que genera sismicidad en la zona sur de la provincia y el rectángulo 2 señala la Falla Norte sobre La Española cuya actividad pudiera provocar tsunami en el litoral de Maisí y Baracoa.
Añadió que a contrapelo también presentan peligros las regiones próximas a la continuación de la Falla Norte de La Española, en la zona Atlántica, donde se encuentran Maisí, Baracoa y algo más distante Moa, de la vecina provincia de Holguín.
Estas por las características del movimiento de esas placas provoca terremotos que pueden acompañarse de tsunamis con olas de hasta 5 metros de altura en las regiones mencionadas.
De acuerdo con el experto, de producirse un sismo de gran intensidad los peores efectos se registrarían en Santiago de Cuba y apuntó: “Esta ciudad, densamente poblada, presenta un alto peligro sísmico por la cercanía a la Falla Oriente, y a la vez, elevado riesgo por la alta vulnerabilidad debido al estado técnico constructivo de sus edificaciones y a que una inmensa mayoría de estas no fueron construidas utilizando criterios sismorresistentes y aclaró: “Es importante mencionar que no significa lo mismo peligro y riesgo.
El peligro está dado por la probabilidad de ocurrir un sismo fuerte en un determinado tiempo, mientras que el riesgo está dado por el peligro más la vulnerabilidad de las edificaciones y se da en pérdidas de vidas humanas y daños materiales”.
Al referirse al Alto Oriente el Ingeniero Geólogo en la especialidad Hidrogeología e Ingeniería Geológica explicó que “la localidad de Caimanera presenta alto riesgo sísmico tanto por su cercanía a la Falla Oriente como por estar erigida sobre un terreno pantanoso, muy desfavorable ante la ocurrencia de un sismo fuerte debido a que este tipo de suelo incrementa considerablemente las vibraciones del terreno.
Terremotos registrados en la región oriental hasta el 13 de mayo de 2025.
“Por su parte las ciudades de Guantánamo y Baracoa presentan un peligro sísmico que se debe tener en cuenta, pero tienen la ventaja de estar sobre un terreno rocoso, el cual no favorece al incremento de las intensidades ante la ocurrencia de un sismo fuerte”, lo que no supone bajar la guardia y recordó que un movimiento telúrico en La Española (Haití y Santo Domingo) pudiera desatar tsunami en el litoral norte de la provincia.
En el diálogo con Venceremos el también Profesor Titular de la Universidad de Oriente hizo especial énfasis en las estructuras de las edificaciones para la región oriental, las cuales deben cumplir con los parámetros establecidos en el código de construcciones sismorresistente NC 46:2017 y aseguró:
“En la práctica se construye con lo que se tienen a la mano, solo en casos excepcionales se obra con los materiales adecuados, se edifica con la calidad requerida… y para colmo de males muchos constructores desconocen los principales elementos que debe tener una vivienda sismorresistente, en principio ningún albañil ni ningún constructor por cuenta propia los conoce.
“Muchas viviendas –añadió- se construyen sin columnas ni vigas, lo cual supones un peligro para la vida, súmele a esto que en muchos lugares proliferan los fabricantes de ladrillos sin certificación de calidad. No se puede permitir, bajo ningún concepto, la construcción de viviendas sin acero y sin la dosificación correcta del cemento, principalmente en las provincias orientales” -advirtió y añadió: “Tampoco se debe permitir edificar escuelas, hospitales y otras instalaciones de suma importancia social con sistemas constructivos que no sean sismorresistentes” y apuntó la obsolescencia y vulnerabilidad absoluta del sistema constructivo Girón. Insistió: “A la hora de construir hay que tener en cuenta el lugar, se debe evitar erigir sobre suelos no consolidados, terrenos inestables, en la base de las laderas y en las mismas laderas.
En el caso de las viviendas, es muy importante que estas cumplan con los mínimos requisitos para resistir la sacudida sísmica: cimentación, columnas, muros y vigas, con las dosificaciones correctas de acero y cemento”. El Jefe del Servicio Sismológico Nacional de Cuba al continuar con el tema recordó los daños causados por el terremoto de 6.7 en Pilón el 10 de noviembre de 2024, consecuencia del incumplimiento de requisitos constructivos mínimos.
“Por suerte fue domingo y de mañana. Al fenómeno lo antecedieron un temblor de seis y otro de 5,8 que provocaron la caída completa de las paredes del círculo infantil, daños a las estructuras (vigas) de las escuelas. La gente se confía, no pasa nada, eso nunca va a pasar, aquí no va a pasar nada, estos científicos exageran y ahí están las terribles muestras”, puntualiza. Tenemos que aprender de las lecciones que nos dejan los terremotos, las ciudades con edificaciones sismorresistentes apenas sufren daños; es el caso de Santiago de Chile, sin embargo, en otros lugares caen muchos edificios mal construidos, mientras que los que si cumplen con los requerimientos sismorresistentes siguen en pie.
Estaciones que en el Archipiélago vigilan 24 horas en tiempo real la actividad sísmica la cual es seguida minuto a minuto por el sistema de alerta temprana de terremoto y de tsunami de la República de Cuba.
“Los gobiernos y la población deben de evitar en lo posible incrementar la vulnerabilidad de las construcciones, sobre todo de las viviendas.
Debe cumplirse el código de construcciones sismorresistente NC 46:2017 que establece el nivel de peligro de cada municipio y los valores de aceleración del terreno esperados que deben de utilizar los proyectistas en las nuevas construcciones”. Gran porciento de las edificaciones de nuestras ciudades presenta alta vulnerabilidad sísmica, ya sea por haber sido erigidas cuando no existían códigos constructivos sismorresistentes, o por la actual ejecución sin cumplir tales requisitos y citó como ejemplo el edificio del Tribunal Provincial Popular de Guantánamo, levantado por el sistema Girón en las inmediaciones de la Plaza de la Revolución Mariana Grajales.
Inquirido sobre la vigilancia del Servicio Sismológico Nacional sobre estos fenómenos explicó que disponen de 24 estaciones situadas en 11 provincias del país y en el municipio especial de la Isla de la Juventud, una Estación Central en Santiago de Cuba y una de respaldo en Holguín, por si como consecuencia de un cataclismo colapsara la principal y ellos mismo sucumbieran.
La estación, por Ley y directiva número uno del Consejo de Defensa Nacional, es la entidad responsable del sistema de alerta temprana de terremoto y de tsunami de la República de Cuba. Trabaja 24 horas continuas con dos especialistas de guardia que monitorean cualquier terremoto en Cuba y el resto del mundo. El colectivo lo integran 12 ingenieros civiles, geólogos y biofísicos que hacen los estudios de peligro, vulnerabilidad y riesgo en la República de Cuba. Mantiene cooperación con otras 100 estaciones del Caribe, el continente y el mundo.
El CENAIS dispone de profesionales preparados a nivel internacional en las especialidades de geofísica, sismología, sismotectónica, peligro sísmico, ingeniería sismorresistente y sistemas de adquisición y procesamiento de datos, y ofrece valiosa información desde la web www.cenais.cu, sitio donde aparece la sismicidad en tiempo real, el registro de las estaciones sismológicas, de los equipos de monitoreo del nivel del mar situados en los territorios que rodean a Cuba como parte del sistema de alerta de tsunamis e innumerables materiales didácticos elaborados para la preparación comunitaria.
En la postrimería del diálogo con Venceremos el Doctor Arango Arias reiteró: “la Gestión del Riesgo debe practicarse antes de la ocurrencia del sismo en esta zona de alto peligro, en especial en Santiago de Cuba y Guantánamo. Todas las medidas deben tomarse con antelación para prevenir o evitar mayores pérdidas, daños materiales y humanos, sin olvidar un instante que vivimos al borde de la falla, frente al mayor peligro sísmico de Cuba”.