La situación epidemiológica en la provincia de Guantánamo se mantiene favorable en lo que va de año, según informó la doctora Aime Blanco Chivás, especialista del Centro provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología. Las enfermedades diarreicas agudas (EDA) y el dengue, dos de las afecciones transmisibles más vigiladas por el sistema de salud, muestran una tendencia a la disminución en comparación con igual periodo del año 2024.
Entre enero y junio del presente año, las atenciones médicas por enfermedades diarreicas han descendido notablemente, sin registrarse brotes ni casos graves que hayan requerido atención secundaria. No obstante, los municipios de Caimanera y Baracoa presentan los mayores niveles de riesgo, y el grupo etario más afectado continúa siendo el de menores de un año.
Las EDA, explicó la especialista, no se evalúan únicamente a partir de los casos clínicos, sino que se analiza un conjunto de factores integrados, como el estado del agua, la higiene alimentaria, la manipulación adecuada de los alimentos y el saneamiento ambiental. Entre los principales agentes causales identificados en el laboratorio figuran cepas de Escherichia coli (enterotoxigénica y enteropatógena) y Shigella, aunque en su mayoría los cuadros son leves.
Como causas principales de aparición de estas enfermedades se señalan la introducción temprana de alimentos en lactantes, la deficiente conservación de los alimentos en el contexto de inestabilidad eléctrica, y la falta de higiene en la manipulación alimentaria y personal. La doctora Blanco enfatizó que el lavado de las manos es una de las medidas más efectivas para evitar la transmisión de las EDA.
El sistema de salud mantiene un protocolo estricto de atención a los pacientes con síntomas, incluyendo la vigilancia clínica, la toma de muestras para laboratorio, la disponibilidad de sales de rehidratación oral y la vigilancia activa del cólera, aunque hasta el momento no se han detectado casos.
Por su parte, el dengue también muestra una disminución en los casos reportados respecto al mismo periodo del año anterior. Se han registrado más de 400 casos sospechosos en la provincia, concentrados principalmente en los municipios de Baracoa, Guantánamo, Maisí, Niceto Pérez y Yateras, en este último además, se detectó la circulación del virus Oropouche, que también cursa con síntomas febriles similares.
A pesar de la circulación viral, la mayoría de los casos han sido leves, con síntomas como fiebre, dolores musculares y articulares, y dolor retroocular. No se han reportado pacientes graves ni críticos, y los pocos casos con signos de alarma han sido atendidos oportunamente.
Según refirió la doctora Aime Blanco todo menor de 10 años con sospecha de dengue es ingresado en instituciones hospitalarias, mientras que los mayores pueden permanecer bajo vigilancia en el hogar, según el protocolo nacional vigente.
Las acciones de control incluyen el bloqueo epidemiológico alrededor del caso sospechoso, fumigación intradomiciliaria, la inspección focal en busca de criaderos del mosquito Aedes aegypti y la pesquisa clínica en el entorno comunitario durante 7 a 14 días.
El sistema de salud trabaja en coordinación interinstitucional con organismos como Acueducto, Comunales, delegados del Poder Popular, los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), explicó la especialista, red que permite dar respuesta a situaciones de riesgo mediante inspecciones sanitarias, reuniones técnicas y acciones de promoción de salud en las comunidades.
A pesar de las limitaciones materiales, como la escasez de recursos para el control vectorial, las autoridades aseguran que no se han presentado carencias significativas en los insumos necesarios para la atención de los pacientes, como medicamentos, sales de rehidratación o reactivos de laboratorio.